El enamoramiento


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Publicado por
@SALU

12/11/2006#N12395

0 Actividad semanal
503 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

¿Una situación pasajera o una situación deseable?





¿Es enamorarse el estado emocional perfecto o un espejismo pasajero que, mientras dura, aliena a la "víctima" hasta el punto de incapacitarle para percibir cualquier cosa distinta de la atracción hacia la persona objeto de sus desvelos? Estas son las dos posturas extremas ante esa coyuntura que constituye el enamorarse de alguien.



El romántico la defenderá como la situación ideal, porque entiende que nada en el mundo merece compararse con esa felicidad que genera la pasión amorosa.

El escéptico o desengañado, sin embargo, aducirá que el amor es una enfermedad pasajera que deja secuelas pero que puede superarse a nada que uno se dedique a lo esencial en la vida: la familia, las aficiones, el trabajo, los amigos...

Sin duda, ante el fenómeno del amor cada uno tiene su propia percepción y sensibilidad. Se puede caracterizar el enamoramiento como una "locura" transitoria que no tiene edad y que repercute en gran medida en la vida cotidiana del afectado. Es, normalmente, una emoción que irrumpe sin avisar, intensa y bruscamente y que normalmente se atenuará con el paso del tiempo. El enamoramiento es una experiencia que nos conmueve y conmociona, un estado pasajero en que el mundo tiende a convertirse en un paraíso y la vida en una fiesta: el diálogo, por arte de magia, deviene inagotable; el sentido del tiempo desaparece y el "ser con" y el "ser para" ese alguien se convierte en uno de los ejes de nuestra existencia. El amor, en su primera e impulsiva fase, es una nueva, luminosa y diferente forma de estar en la vida, que sacude nuestros cimientos racionales y nos lleva a vivir desde otra perspectiva.

Aunque suene irónico, el amor puede contemplarse como una patología, como un trastorno ocasional con sus síntomas característicos. Veamos tres de ellos:

* La idealización de la otra persona, la admiración que sentimos hacia ella y la atribución de un conjunto de características positivas y nobles, omitiéndose los planteamientos críticos.

* Otro síntoma es la desaparición de la agresividad: para la persona amada, sólo tenemos palabras dulces y amables. Se produce también un cierto trastorno de la atención: todo se nos antoja óptimo, casi mágico. Así, la vida es un regalo e invita a la ensoñación.

* La comunicación con el enamorado es más comunión que otra cosa y el sentirse adivinado por el otro provee a la relación de sobreentendidos y certidumbre. "Te querré siempre", decimos, insuflados de un optimismo ciego y renunciando a mirar a un pasado poco complaciente.

* Asimismo, aparece el "secuestro mental": la vida del enamorado gira en torno a cuándo se producirá el próximo encuentro con el destinatario de ese amor. El tiempo adquiere un ritmo distinto, en función de si estamos o no con la persona amada.

* Sacrificio y esfuerzo no tienen el sentido habitual si se trata de hacer algo por el otro o si permite estar con él o ella. Nos descubrimos más generosos y volcados que nunca: satisfacer, sorprender y agradar al otro se convierte en la mayor ilusión.

Ese es uno de los problemas: en esta fase impulsiva y optimista a ultranza: comprender al otro, entenderle, deviene cuestión secundaria.

No todos vivimos de igual modo la experiencia amorosa y puede variar la intensidad de estos síntomas o que no concurran todos ellos, pero la idealización, la peculiar comunicación, la percepción del tiempo, la placidez y las manifestaciones corporales definen el enamoramiento pasional.

 

Comentarios

Aún no hay comentarios. Iniciá una conversación acerca de este tema.