EL PLACER DEL CHISME...AUTOR ANONIMO

A veces pienso que, como somos el país de las vacas, algunos/as tenemos la arraigada costumbre de sacarnos el cuero unos a otros.

Esto —el hablar de los demás, que en la jerga ciudadana se llama chismear— no es, como creen algunos machistas, patrimonio de las mujeres, pero es más común en algunas de ellas. Esto de hablar de los ausentes —siempre mal, por supuesto— involucra a casi todos/as . Y siempre que se hace, se rodea de justificativos. En principio, porque el individuo al que le saca el cuero se lo merece. Eso dicen ellos. Luego, porque criticándolo tal vez logren que corrija sus errores. Eso también dicen . Y aunque ninguna de estas dos razones sean verdaderas, dejan la conciencia tranquila para hacerlo una y mil veces más.

Es así, no se engañe, diga la verdad: ¿a usted no le causa placer hablar mal de los otros? Es que los seres humanos tenemos tantos defectos que la mejor manera para alguna gente, de no equivocarse al emitir un juicio sobre alguien es hablando mal de esa persona. Podría alabarle una virtud y errarle fiero, pero hablando mal no se falla nunca.

En el fondo sabemos que esto de sacar el cuero no está del todo bien —si somos francos, no está nada bien— y, encima, el asunto de hablar de quien no está para defenderse, además de poco ético, es riesgoso. Pensemos que en el grupo de los chismosos siempre hay otros que pueden ser más malos que quien habla mal . Debemos cuidarnos, porque hay gente tan mala que habla mal del otro, se solaza con las frases aviesas, se regocija con los trapitos que le van sacando al sol, y cuando se va, se lo cuenta a la víctima, como si en la charla el tipo/a hubiera sido un integrante pasivo. El que hace eso, gana en placer porque consigue largas horas de divertimento sacándole el cuero a todo el mundo, sin importarle con quién lo hace.

El chisme tiene como ingrediente esencial, la mentira. O, en términos más suaves, la exageración. Si no se da alguno de estos dos ingredientes la charla resultará aburrida, porque decir la verdad no entretiene a nadie. Por otro lado, el chisme trata de los defectos del otro, nunca de sus virtudes, ya que para hablar de su parte buena, la víctima tuvo a su abuelita, que fue la que se encargó durante años de decir mentiras y exageraciones, pero a favor.

Las cosas que se dicen de alguien por detrás, jamás se les dicen de frente. En su presencia lo alaban y por detrás lo denostan. ¿Por qué se da esto? Porque el ser humano es, en esencia, un animal político. Y como político que es, hace uso del doble discurso con el intento de obtener poder.
Lamentablemente algunos caen en esta trampa y hasta se muestran "amistosos" por temor.

CUALQUIER CONCORDANCIA CON LA REALIDAD ES... NO TE DIGO QUE ES PORQUE ME ESTAS LEYENDO, LO DIRÉ CUANDO NO ESTÉS. JAJAJA

 

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