POR EL MISMO CAMINO

Qué se puede decir...

Qué se puede decir, pensar o añadir, cuando ya se ha pasado infinidad de veces por el mismo camino. Seguimos pensando por qué nos sentimos tan insatisfechos, por qué somos tan infelices, hasta cuando habremos de seguir rezando y pidiendo, qué es lo que hacemos mal para que nada cambie a nuestro alrededor.

Por qué seguimos ensayando las mismas fórmulas una y otra vez, si ya lo hemos intentado, por qué perseveramos siempre en lo mismo. Qué debemos hacer para forzar un cambio a nuestra rutina y a nuestras vidas, para que dejen de ser apáticamente rutinarias y sin sentido. Cuánta veces hemos pensado en lo mismo y sin embargo seguimos insistiendo. Somos hijos del rigor, nos gusta sufrir, somos masoquistas, preferimos la infelicidad segura a la inseguridad de algo mejor. Las cosas no cambian o quizás somos nosotros, quienes por temor, no queremos cambiar.

Cuántas veces hemos intentado saltar el cerco. Te acuerdas del cuento del elefantito, que nunca se soltaba de la estaca, porque se acordaba que alguna vez lo intentó y no pudo y ya nunca más lo intentó. Cuántas veces te has sentido identificado, ¿y qué esperas, volver a leer el cuento para darte fuerzas, o tomar la decisión e intentarlo?. De tí depende, todo puede cambiar en la medida en que te lo propongas. Pero eso sí, no pierdas el tiempo lamentándote y criticando a aquel que ves que logró saltar la cerca. Utiliza ese tiempo en ver de qué manera podés lograrlo.

El tiempo transcurre y no te espera, debes ser tu quien salga al encuentro de las oportunidades. Nadie vendrá a golpear tu puerta.

Sal y busca tu oportunidad, piensa que una gota de agua puede perforar una piedra, y no por su peso, sino por su perseverancia.



Desconozco Autor

 

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