Para tí

No pierdas el romanticismo, aunque las rosas no hablen.
No pierdas el optimismo, aún, cuando el futuro no puede ser alegre.
No pierdas las ansias de vivir, aún, cuando la vida se torne dolorosa.
No pierdas las ganas de tener grandes amigos, aunque algunos se vayan; ni las ganas de ayudar, aún, cuando muchos no sean capaces de agradecer.
No pierdas las ganas de amar, aún cuando la otra persona no te ame; ni el equilibrio aún cuando existan fuerzas deseosas de que caigas.
No pierdas la luz en tu mirada, aunque muchas cosas del mundo sean sombrías; ni pierdas el empuje, aún, conociendo lo peligroso del adversario.
No pierdas la razón por muchas que sean las tentaciones, innumerables y deliciosas, aun, cuando seas débil no dejes de sentirte poderoso.
No pierdas el sentido de la justicia, aunque te perjudique; ni el de la belleza: ni el de la alegría; ni aun, sabiendo que habrá lagrimas.
No pierdas el amor por tu familiar, aunque exija de ti esfuerzos increíbles.
No pierdas las ganas de ser grande, aunque el mundo sea pequeño.
No pierdas ni un grano de alegría, ni las ganas de dar que existen en tu corazón, aún, cuando a veces seas rechazado.
No pierdas la capacidad de transformar la vida y sobre todo de aprender.
No pierdas, que la vida se construye con sueños y se materializa con amor.

 

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