Eres un santo, Jordi


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Escrito por
@JOAN

13/11/2008#N24383

0 Actividad semanal
528 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

¡Mecagoen..! ¡Demasiado tarde! Se me escapó.

Zas, ruumm, zas, ruumm...

El maldito ruido de las máquinas, que se filtra por cualquier resquicio invadiéndolo todo. ¡Dios, cómo las odio! Y esta atmósfera opresora, grisácea, espesa.., que apenas me deja respirar. ¡Linotipia de mierda.., negrura asquerosa! Y esas bombillas.., colgando del techo por un hilo.

¡Joder! Excusas, solo tengo excusas! Pero, ¿en qué coño estaría yo pensando? ¿Por qué no he querido darme cuenta justo hasta ahora, cuando ya no puedo hacer nada? Soy un estúpido sin remedio. Rosa se ha marchado y yo no he sido capaz de exigirle una explicación. Allá va, relamida, con esa carita de no haber roto nunca un plato. Y es posible que ya no vuelva hasta el lunes que viene... ¡Mierda! Casi cuatro horas a su lado, trabajando codo a codo como si nada, ¡y nada! ¿Por qué no me pagas de una vez lo que me debes, hija de puta?

- ¿Ah? Hola, Rosa. Vaya, no te he visto entrar, ¿desde cuando estás ahí?

- Nada, acabo de entrar, pero, ¿qué hacías, mirando al techo puño en alto y gesticulando como un mimo en un rincón de la Rambla ? Era divertido pero, un poco raro, la verdad.

- Uf, no sé. A veces me gusta imaginarme cosas... Me meto en el papel de alguien... Es como.., como un juego, ¿sabes? Me entretiene y hace que las horas pasen antes; aquí abajo es todo tan aburrido... Imagínate, diez horas metido en este agujero, repitiendo siempre lo mismo, un día tras otro. Incluso el hombre más lúcido perdería un poco la cabeza. Qué digo: la perdería del todo. Menos mal que de vez en cuando te dejas caer por aquí y me haces compañía. Bueno, tú y a veces Susana. Y también Lucía. Si no fuera por eso ya lo habría dejado, puedes estar segura. Pero bueno, ¿qué es lo que querías? ¿Te has olvidado algo?

 

- Sí claro. El miércoles me dejaste diez euros, ¿te acuerdas? ¡Casi me voy sin devolvértelos! Muchas gracias. Menos mal que pude contar contigo, qué si no, menudo apuro. Me había quedado sin blanca; no tenía ni para el autobús. Eres un santo, Jordi. Oye, mira, a mi vuelta tomamos un café y charlamos. Me apetece mucho. Hasta entonces, ¿vale? Y perdona que me vaya de esta manera pero es que pierdo el tren, ya sabes. Chao.

- ¡Ey..! Rosa, por favor. Ni me acordaba.., fíjate...

Pero la puerta ya se había cerrado y Jordi volvió a quedarse sólo, observando fijamente la pared del fondo con la mirada extraviada, sin poder ni siquiera parpadear. Mudo. Jodido. Respirando entrecortadamente su propia necedad, evaporada nada más traspasar los poros de su piel en forma de sudor frío y ácido.

La fiesta continuaba. El alegre zumbido de las máquinas daba el tono perfecto a un ambiente de por sí alegre y distendido, aliñado además por los guiños intermitentes de una bombilla pelada, de esas de cuarenta vatios.

 Zas, ruumm, zas, ruumm...

___________

Joan Delgado

(Dedicado a las mujeres inteligentes, que son casi todas)

 

Comentarios

Aún no hay comentarios. Iniciá una conversación acerca de este tema.