En las tardes de los últimos dos diluvios, pocos capitalinos memoriosos y adictos a las estadísticas habrán recordado que en 1912 llovió 245,2 mm y que el 27 de febrero de 1930 la medición llegó a 194,1 mm en menos de 24 horas.

El viento sopló fuerte treinta años después. El 3 de febrero de 1965, la Capital Federal y el Gran Buenos Aires fueron azotados por un intenso temporal de lluvia y viento con ráfagas de hasta114 km/h.

Para Buenos Aires, el temporal del 31 de mayo de 1985 pasó a convertirse en el séptimo día más lluvioso en lo que iba del siglo XX y marcó un récord: en 25 horas, la inusitada precipitación totalizó 308,5 mm, una muerte por electrocución, 150.000 teléfonos inutilizados y el suministro de gas interrumpido.

En todos estos años, las páginas de La Nación reflejaron las intenciones de los gobiernos de turno de esbozar “planes de prevención” y de proyectar “las obras de canalización y desagüe pertinentes para evitar que extensiones enormes del territorio sean anegadas”.

En casi seis horas de lluvia, el 15 de abril de 1990 cayeron 117 mm y la ciudad quedó bajo el agua; hubo siete muertos y 20.500 usuarios de Segba sin energía eléctrica.

Siete meses después otra vez la ciudad se convirtió en un caos. El 20 de noviembre de ese mismo año, y por espacio de 13 horas, la Capital y amplias zonas del Gran Buenos Aires volvieron a recibir 117 mm de agua, que quintuplicaron el número de usuarios que se quedaron a oscuras. Entre las argumentaciones por las causas y las consecuencias, en La Nación aparecen respuestas de funcionarios orientadas “a la insuficiencia de los conductos del arroyo Maldonado, cuyas mejoras, con una inversión de 80 millones de dólares, están propuestas en la licitación de las vías rápidas de circulación”.

A comienzos del nuevo milenio las lluvias superaron todos los récords: es el mayo más lluvioso en la historia desde que se registran los datos climáticos en el país. El 16 de mayo de 2000 hubo cuatro muertos y 40 heridos, más de 26.000 evacuados en la Capital y el conurbano y en Santa Fe: cayeron 345,2 mm durante varios días, el viento llegó a 90 km/h, y 136.000 usuarios se quedaron sin suministro eléctrico. El gobierno de la ciudad recomendó a los vecinos que no salieran a la calle. En cuanto a los daños sufridos “el gobierno recibirá los reclamos de los vecinos que deberán demostrar, fehacientemente y con denuncia policial, los daños sufridos”.

En el año del Bicentenario vivimos uno de los dos febreros menos festivos por ser uno de los más lluviosos de la historia. Colapsaron la Capital y el conurbano. En lo que va de este mes (febrero de 2010) se acumularon lluvias por 370,2 mm, apenas por debajo del pico de 403,3 mm producido en 2003 y por encima del promedio mensual de 117 mm. Más de 600 personas se presentaron en los CGP en busca de subsidios por inundaciones. El jefe de gobierno porteño dijo que “desde 2011 en la cuenca del Maldonado muchos vecinos no sufrirán más inundaciones”.