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Escrito por
@CRUZ_DEL_SUR

21/11/2016#N61606

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En un pueblo vivía un matrimonio joven, sin hijos, con quienes convivía el padre de la mujer.  El anciano tenía todo lo necesario en la casa para vivir en forma independiente y cómoda, su hija y yerno lo adoraban y él también sentía que aunque su esposa ya no estaba en el mundo, la pareja joven llenaba sus días de serena alegría y paz.

Sólo había una nube en el cielo de la familia:  El matrimonio no había podido tener un hijo, no aceptaban la adopción y llenaban las horas con múltiples ocupaciones, para no pensar en el vacío que existía en sus vidas.

Enfrente de ellos vino a vivir una pareja también joven, con un nene de 6 años, a quien el anciano veía solitario y triste jugar en el jardín.  Decidió cruzarse a hablar con el niño, y con el permiso de sus padres lo llevaba a pasear, hasta el río cercano, pescaban, remontaban un barrilete, y pasaban días felices ambos.

Un día, el padre del niño trajo un cachorro a la casa, pensando que así el pequeño se sentiría más acompañado, ya que él y su esposa, no estaban mucho en la casa y la única compañía del niño era el anciano.  Lógicamente, el niño pronto comenzó a jugar con el cachorro y lo llevaba a los paseos con el anciano.

Pero la paciencia que al anciano le sobraba, no era común en el niño, y no comprendía del todo las necesidades y los juegos que el cachorro demandaba.   Asi fue que poco a poco, el animal se hizo más afín al anciano, ya que él lo entendía, le hablaba dulcemente y lo acariciaba; le tenía infinita paciencia para esperarlo y se adaptaba a Willy, el cachorro, que fue creciendo  rápido y haciéndose muy amigo del anciano.

Pasó el tiempo y un día la familia del niño se mudó a la ciudad.  El anciano vio cómo se llevaban a Willy, y sintió un nudo en la garganta, el corazón le decía que no volvería a ver a ese animal que se había convertido en su mejor compañía.   Saludó con la mano a la familia y no quiso mirar cuando el camión de mudanzas se alejaba.

Los días del anciano no volvieron a ser los mismos, ahora él sentía un doble vacío en su vida, el nieto faltante y el amigo del alma y compañero de juegos.   Su hija le preguntaba por su tristeza y el anciano respondía que sólo estaba cansado...en su interior pensaba que muy probablemente estaba cansado de vivir.

Un día, mientras desayunaba, el anciano creyó oir unos rasguños en la puerta de entrada de la casa, esperó y volvieron a repetirse...extrañado, se acercó y al abrir la puerta encontró a Willy, fatigado, con la lengua colgando a un costado pero con los ojos brillantes y las orejas paradas...el anciano no podía creer lo que veia, ese animal había caminado kilómetros, solo, guiado por su instinto solamente para demostrarle que no lo había olvidado...que para él, igual que para el anciano, su lugar estaba ahí.  

Con lágrimas en los ojos, se inclinó y acarició la cabeza de Willy, eso bastó para que el perro entendiera que era bienvenido y saltó sobre el anciano, tirándolo al piso y lamiéndole la cara...al mismo tiempo, un auto frenó en la puerta de la casa, y el padre del niño dueño de Willy se acercó al anciano diciéndole que venían siguiendo al animal y se imaginaron que estaría allí...que el niño lloraba por su ausencia y que debía llevarlo de vuelta a la casa.

El anciano contuvo sus lágrimas, entendió que una sola caricia de su parte bastaría para que el animal no quisiera separarse de su lado pero a la vez, pensó que había un niño esperando por ese animal...sin dudarlo, dio una palmada en el lomo del animal y con voz tierna pero firme le dijo: -"Vamos amigo, gracias por la visita, ahora de vuelta a casa".-

Willy lo miró a los ojos, gimió,  pero el anciano ya lo llevaba de vuelta hacia el auto, sin coraje para verlo, y con una débil sonrisa, se lo devolvió al padre del niño, diciéndole que ése era un hermoso animal, muy inteligente y que debían cuidarlo mucho.

La fuerza de voluntad del anciano, al aceptar separarse de quien había sido su más completa compañia, impidió que la hermosa relación que habían disfrutado se convirtiera en una amistad robada.

No quisiera que la vida me pusiera en esa alternativa...broken heart 

 

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