Infidelidad sexual e infidelidad emocional

Un estudio de la Universidad de Chapman (California) reunió a 63.894 voluntarios de entre 18 y 65 años de ambos sexos y varias orientaciones sexuales. Respondieron una encuesta acerca de qué les molestaba más: la infidelidad sexual, es decir que su pareja tuviese relaciones sexuales con otra persona sin sentimientos de por medio o la infidelidad solo emocional, que sus parejas se enamoraran de otras personas sin tener relaciones sexuales.

Parece que a los hombres heterosexuales les molesta mucho más la infidelidad sexual mientras que las mujeres heterosexuales se sienten más traicionadas con la infidelidad emocional. Entre las personas homosexuales y bisexuales no se pudo definir una gran diferencia entre los géneros.

Es probable que esto responda a las inseguridades que cada cual tenemos. Es decir, hay más cantidad de hombres que dudan de su capacidad sexual que mujeres y si llegan a enterarse de que sus parejas se han acostado con otro hombre les toca directamente donde más les duele y piensan que han buscado fuera lo que no han encontrado en la relación. Además de los celos se suma el daño personal de creer que no han sido suficiente para sus parejas.

Las mujeres tienden a otro tipo de inseguridades que no tienen que ver con sus habilidades en el sexo, sino más bien con temas más emocionales o incluso físicos. El caso es que descubrir que sus parejas se han enamorado de otra mujer les resulta algo profundamente doloroso, mientras que si es solo sexo, por supuesto les molesta, pero no hiere tanto su sensibilidad. También puede tener que ver con la creencia de que los hombres necesitan más sexo que las mujeres (falsa creencia, por cierto) y es posible que ellas lleguen a justificar la infidelidad sexual si consideran que no hay suficiente sexo en la pareja.

En el estudio mencionado no se detectaron diferencias en las respuestas según otros factores como el nivel económico, la edad, tiempo en la relación o historia de infidelidades anteriores pero sí es cierto que los participantes más jóvenes manifestaron un mayor nivel de enfado y unas reacciones más extremas ante la infidelidad.

Es esencial hablarlo con la pareja

En temas de infidelidad creemos que todo el mundo piensa igual pero ya hemos visto que no. No solo hay personas que le dan más importancia a la fidelidad que otras sino que también hay diferencias en la reacción ante el tipo de infidelidad.

Es importante entender que el valor de la monogamia nos lo da nuestra cultura y que si hubiésemos nacido en un país donde se practica la poligamia de forma natural no pensaríamos igual pero sí que seriamos capaces de amar de la misma manera. Es decir, el tener exclusividad sexual o emocional con nuestra pareja no hace que nuestra relación sea más sana o haya más amor.

Lo esencial es que ambos miembros de la pareja estén de acuerdo en los términos necesarios para la relación. Algo tan importante como la exclusividad debe ser hablado abiertamente para establecer los límites en cada relación, no podemos generalizar dando por hecho que la otra persona piensa exactamente como nosotros y le da el mismo valor.