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Publicado por
@SEEKER

29/03/2006#N8820

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Quietud.
Eso es.
Quietud.
Mi mundo y mi cama están mortalmente quietos.
Quietos, mudos.
Quietos, fríos.
Quietos, sin vos.
Por eso quietos.
Porque todo tenía movimiento cuando estabas.
Como si el latir de mi corazón moviera el Universo.
Y él late por vos.
Y late fuerte, vos lo sabés.
Y más fuerte cuanto más cerca estabas.
Más fuerte cuando vos estabas en mi.
Y yo en vos.
Los dos uno.
Y más fuerte cuando me sumergía en tu húmedo abismo.
Húmedo por mi.
Como volver al principio.
Húmedo, tibio, suave, oscuro, silencioso, tierno, seguro.
Volver al principio.
Como cuando me estremece tu piel y a vos la mía.
Como cuando tu boca devoraba mis labios y la mía se dejaba.
Cuando mi boca se fundía con la tuya y la tuya se entregaba.
Volver al principio.
Como cuando no estabas.
Sin las lágrimas de emoción, ni las de placer.
Nada más hermoso y contundente que el llanto emocionado del placer.
Lo aprendí con vos.
Lo aprendiste conmigo.
Se nos fue juntos.
A veces creo que lo dejamos ir.
Y a veces creo que no quisiste ir a buscarlo, al menos conmigo.
Y a veces creo que yo no quise, que yo no te ayudé.
Volver al principio.
El principio es nada.
Cero.
Punto de partida.
El momento exacto antes de comenzar a andar.
Quietud.
Mi mundo y mi cama están mortalmente quietos.

 

Comentarios

@RENEDIVA

29/03/2006

Me emocionó tu texto. Esa, justamente esa es la sensación cuando se produce la pérdida. Susana