cuando el amor te consume el alma

Luego de dos años de noviazgo con Nicolás, nos separamos. "ya no te amo", me dijo. Y se marchó.
Mi corazón, destrozado, dejó de latir por un instante. Unas lágrimas silenciosas recorrieron mi rostro en la oscuridad de una fría noche de invierno, cuando la razón de mi existir me olvido. ¡Oh!, Tantos muros construidos, en un segundo, destruidos. Y mis ojos desde entonces no brillaron como solían hacerlo.
Y mis manos perdieron la calidez que poseían cada vez que el las estrechaba.
Todo estaba perdido...
Los meses pasaban y yo lo veía día a día, pues era inevitable: eramos compañeros de secundaria. Yo lo miraba con mis ojos de cristal desde un rincón, donde cada día lamentaba haberlo dejado ir, mientras él jugaba a hacerme sufrir, besando a su mejor amiga.
Y ya no soportaba más no poder hablarle, tenerlo a un metro de distancia, sin poder tocarlo...
Aún así, dí un paso adelante, y me envolví en una relación amorosa con un chico que estaba loco por mí. Yo rogaba que acabará cada vez que él me besaba, retiraba lentamente mi mano de la suya, y miraba para otro lado cada vez que él me sonreía. Porque no habría jamás para mis ojos una sonrisa tan dulce como la de áquel que romíó mi corazón, y me enseño que hay heridas que el tiempo jamás curará.
Áquel que me hizo ver con claridad que el amor no es exacto, y que uno no puede simplemente olvidar a quién ama, porque éste seguirá esondido en nuestros corazones, hasta que exista en este mundo una cura para el alma...

 

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