Para encontrar pareja, hay que ser proactivo

Para encontrar pareja, hay que ser proactivo

No es poca la gente que busca pareja, pero que no hace nada al respecto. En este artículo, algunas sugerencias para cambiar la pasividad al buscar pareja y lograr una vida más gratificante y plena
Autor: Mario Casale

Existe una canción que afirma que “no es lo mismo que vivir, honrar la vida”. En efecto, existen personas que buscan constantemente la belleza y la satisfacción, mientras que otras parecen simplemente sentarse a esperar que la vida transcurra.

De hecho, nunca parecería sucederles nada a estas personas, estando su vida en un reposo permanente.

La forma más fácil de llevar adelante este tipo de vida, es haciéndola en soledad, sin la necesidad de un efectivo compromiso con la pareja. Es también el sendero más seguro para quedarse solo y deprimirse, sin esperar que sucedan cosas en la vida.

Si busca pareja, apueste al cambio

Según señalan los especialistas, las personas son naturalmente activas. Consecuentemente, se puede cambiar de forma sustancial la manera en que uno se siente, cambiando justamente la manera en que se actúa.

La mayoría de las personas se sienten mejor inmediatamente después de hacer algo productivo. Cualquier acción trae aparejado un sentimiento de logro; un sentimiento de vitalidad por sobre la inercia.

De cualquier forma, dentro de la vida en pareja, existen tres maneras en que se pueden lograr cosas sin hacer nada. Cosas negativas, por cierto. Estas es lo que suele suceder cuando no se actúa:

1. Se aumenta el temor al rechazo u otros problemas de pareja, hasta el punto de que la simple posibilidad de lograr una cita, parece una tarea imposible de realizar.

2. Se piensa que nada se puede hacer, pues es necesario, justamente, hacer todo inmediatamente: comprar ropa nueva, mejorar el look general, adelgazar, encontrar alguien del sexo opuesto, aprender a bailar, etc. Sin embargo, el proceso de una cita requiere de pequeñas unidades manejables, es decir completar un paso a la vez. Lo que algunos denominan el “paso a paso”.

3. Se obsesiona por hacer todo y ni siquiera se puede comenzar, por el hecho de sentirse paralizado.

Un sano quiebre en la búsqueda de pareja

Para comenzar a romper esta inacción, debería tener en cuenta tres formas de ser proactivo en sus próximas citas.

Tome cada semana como si fuera la dispuesta para avanzar un paso más, haciéndo listas por escrito de esos pasos. Cada vez que completa una semana, y por consiguiente un paso, dése una gran palmada en la espalda.

No espere la perfección. Si nunca pudo asentarse con nadie, tal vez la persona perfecta que busca no existe en realidad, y usted se frustrará y se encontrará continuamente con la nada.

No tema el fracaso. Si se evalúa estrictamente por el resultado, antes que por su esfuerzo personal durante el proceso de la cita, su amor propio podría recibir una paliza con cada rechazo. En realidad, todo lo que usted puede controlar son sus acciones personales dentro del proceso, y no el resultado del mismo.

Una vez que se concentre en el proceso en si mismo, antes que en el resultado de cada cita, podrá aprender de sus errores, tratando de corregirlos en el futuro, y podrá comenzar así a salir de la inacción improductiva.

Más difícil para la mujer que busca pareja

Las mujeres deberían recordar especialmente que tienen mucho más riesgo de caer en este estado de pasividad que los hombres, pues en nuestra cultura, las mujeres suelen a menudo tomar el rol de quién espera que los hombres se le acerquen antes que ir a buscarlos, mientras que los hombres generalmente hacen lo contrario.

Por eso, las mujeres deberían concentrarse en asumir un rol más activo, pues la cultura imperante no siempre se traduce en que los hombres dejen de tener pudores para acercarse a ellas, lo cual ciertamente sucede. Además, con el paso del tiempo, las mujeres suelen resultar más perjudicadas.

Pero tanto hombres como mujeres deben saber que no existe ninguna excusa para seguir dejando pasar el tiempo. Al igual que con todo lo demás en vida, la elección, en última instancia, siempre es de uno mismo.

 

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