Una persona elegante no se reconoce por su........

Una de las artes más difíciles de conquistar es la elegancia. La elegancia no se reduce a cumplir un puñado de normas sociales. Es el esplendor de lo propiamente humano, porque se conquista y forma desde lo único que le hace persona: el alma.
La belleza en el comportamiento corona nuestro ser. La elegancia del comportamiento revela nuestro íntimo ser, nuestra cultura y valía. Se trata en el fondo de moral, de belleza.
Una persona elegante no se reconoce por su ascender económico, o con un renombre popular, se reconoce por su forma y modo de estimular, de promover las cosas buenas, bellas y verdaderas. La verdadera elegancia es proactiva y estimuladora. La elegancia elogia cuando podría criticar, escucha cuando podría hablar, cuando calla pudiendo decir habladurías o aumentar rumores. Desecha un mal pensamiento y abriga lo bueno, ganando mucho más las voluntades que haciéndose obedecer a punta de forcejeos y malos ratos. Sabiendo que está por encima de las circunstancias, no se rebaja a descargar su enfado o cólera, pero tampoco se rebaja al halago servil para conseguir favores."
(Desconozco su autor)

 

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