Cómo seducir a una mujer…

Cómo seducir a una mujer…

Has platicado con ella durante casi una hora, y los temas parecen haberse agotado. Sigues viéndola desde el otro lado de la pared, y sientes que no has sido capaz de derribarla —ni siquiera un poco—. Te resignas, y ya ni siquiera deseas cumplir con las formalidades del caso, y te preguntas qué has hecho mal.
Está demostrado que una de las mayores causas de infelicidad se da cuando las personas asumen personalmente cosas que no deberían. Esto puede ocurrir cuando el mesero de un restaurante equivoca tu orden, cuando un lugar al que quieres ir está cerrado en un día particular, o cuando una mujer rechaza tu intento de iniciar una conversación con ella.
En primer lugar, digamos que ninguno de éstos son ataques personales en tu contra. Por lo tanto, en lugar de permitir que afecten tu autoestima, aprende a darte el crédito necesario cuando verdaderamente lo mereces. Por ejemplo, si te aproximas a una mujer y ella no te habla, date el crédito por haberlo intentado.
Es así de sencillo. Tú no puedes saber lo que está ocurriendo en su vida —ella puede tener novio, o simplemente un mal día—. En cualquier caso, se trata de ella y no de ti. Date unas palmaditas en la espalda y sigue intentando.
Técnicas para seducir mujeres
Créate una vida interesante
Para atraer mujeres de “calidad”, un hombre necesita construirse una vida de alto nivel. A veces, esto es algo difícil de comprender para un hombre solitario. A decir verdad, muchas veces los hombres suelen creer que una buena mujer será la respuesta a todos sus problemas.
Sin embargo, hay algo muy irónico en todo esto... Aunque pueda parecer cierto, el hecho es que la sensación de necesitar una mujer para solucionar tus problemas no hará más que crear problemas con todas las mujeres que encuentres.
Lo cierto es que este estado de necesidad existe, puede sentirse, ocasiona muchos problemas, y sólo puede curarse de una manera. Para ello, necesitarás construir una vida para ti mismo que te ofrezca una satisfacción interna, de modo que no debas buscar esta satisfacción en las mujeres. Y, como suele ocurrir, si construyes una vida atractiva, ella vendrá...
¿Cómo deberías hacer esto? Bueno, en primer lugar, necesitas empezar a hacer algunas cosas para ti. Desarrolla un círculo social que te ofrezca la posibilidad de participar y disfrutar de distintos tipos de actividades. Por otra parte, haz lo que sea para mejorar la relación con tu familia —si es que existen problemas o hay asuntos pendientes con ésta—. Así, te sentirás mucho mejor contigo mismo, y será un excelente punto de partida.
Si hay hobbies que siempre quisiste practicar y nunca lo hiciste, ha llegado el momento comenzar. Desarrolla tus intereses y nútrete de la satisfacción propia de hacer lo que te gusta. Realiza algunas de las cosas que has dejado de lado desde hace tiempo. Si siempre quisiste esquiar, escalar una montaña, o tirarte en paracaídas, ¿qué estás esperando? En un año, podrás mirar hacia atrás y sentirte reconfortado al ver lo que has conseguido.
Procura no obsesionarte demasiado con técnicas de seducción. En cambio, sí obsesiónate con tener una gran vida. Ésa es la clave.
La importancia de una buena actitud
Si pasas gran cantidad de tiempo con hombres que son “naturalmente” exitosos con las mujeres, notarás que sus comportamientos y actitudes difieren en mucho de las de la mayoría de los hombres “comunes”. Una de las lecciones más grandes que puedes aprender es que los “naturales” siempre asumen que habrá una mujer para ellos, sin importar lo que pase.
Una buena manera de incorporar esto en tu comportamiento es tomar cada señal que te envíe una mujer como algo positivo. Si ella mira hacia otra parte mientras te habla, es algo positivo.
Tal vez, ella esté intentando lucir distante para parecer un hueso duro de roer. Si ella no está de acuerdo con algo que dices, será otro buen signo. Si ella menciona a otro hombre mientras platican, mejor aun.
Cuando verdaderamente consigues creer que todo lo que una mujer dice o hace es algo positivo, ella no tendrá más opción que aceptar —y sentir— esa poderosa vibra de confianza que le estás enviando. Esto podría lograr encenderla, incluso cuando hubiere tenido una mala impresión de tu persona en un primer momento.

 

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