Ya es un best seller la "biblia" de la izquierda


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Publicado por
@SALU

19/04/2009#N26108

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Ya es un best seller la "biblia" de la izquierda

 

Ayer el presidente de Venezuela le obsequió a su par norteamericano un ejemplar de "Las venas abiertas de América Latina" de Eduardo Galeano. Sus ventas se dispararon en Amazon y pasó del puesto 60.200 al número 14 de los más vendidos

 

 
 
 

La reacción fue inmediata: por la mañana el presidente Hugo Chávez le regalaba un ejemplar de ese libro al presidente de los Estados Unidos, Barak Obama; y por la noche la famosa librería virtual Amazon anunció que su versión en inglés había pasado del puesto 60.200 al número 14 de entre los más vendidos.

Las venas abiertas de América Latina” es un ensayo que contiene crónicas y narraciones que señalan el saqueo constante de recursos naturales que sufrió el continente latinoamericano a lo largo de su historia a manos de naciones colonialistas (siglo XV al siglo XIX) e imperialistas (del siglo XX en adelante).

El libro se publicó en el año 1971, a comienzos de una década plagada de enfrentamientos políticos e ideológicos en Latinoamérica.

El autor aseguró más de una vez que no se arrepiente en nada de lo que escribió en este libro. Algunos latinoamericanos, fundamentalmente de izquierda, lo han llegado denominar como la “Biblia latinoamericana”.

 

Comentarios

@SALU

19/04/2009

FRAGMENTO
..."La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones. Este ya no es el reino de las maravillas donde la realidad derrotaba a la fábula y la imaginación era humillada por los trofeos de la conquista, los yacimientos de oro y las montañas de plata. Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente y reserva del petróleo y el hierro, el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a los países ricos que ganan. consumiéndolos, mucho más de lo que América Latina gana produciéndolos. Son mucho más altos los impuestos que cobran los compradores que los precios que reciben los vendedores; y al fin y al cabo, como declaró en julio de 1968 Covey T. Oliver, coordinador de la Alianza para el Progreso, «hablar de precios justos en la actualidad es un concepto medieval. Estamos en plena época de la libre comercialización ... » Cuanta más libertad se otorga a los negocios, más cárceles se hace necesario construir para quienes padecen los negocios. Nuestros sistemas de inquisidores y verdugos no sólo funcionan para el mercado externo dominante; proporcionan también caudalosos manantiales de ganancias que fluyen de los empréstitos y las inversiones extranjeras en los mercados internos dominados. «Se ha oído hablar de concesiones hechas por América Latina al capital extranjero, pero no de concesiones hechas por los Estados Unidos al capital de otros países...» Es que nosotros no damos concesiones», advertía, allá por 1913, el presidente norteamericano Woodrow Wilson. Él estaba seguro: «Un país -decía- es poseído y dominado por el capital que en él se haya invertido». Y tenía razón. Por el camino hasta perdimos el derecho de llamarnos americanos, aunque los haitianos y los cubanos ya habían asomado a la historia, como pueblos nuevos, un siglo antes de que los peregrinos del Mayflower se establecieran en las costas de Plymouth. Ahora América es, para el mundo, nada más que los Estados Unidos: nosotros habitamos, a lo sumo, una sub América, una América de segunda clase, de nebulosa identificación.
Es América Latina, la región de las venas abiertas. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha trasmutado siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder. Todo: la tierra, sus frutos y sus profundidades ricas en minerales, los hombres y su capacidad de trabajo y de consumo, los recursos naturales y los recursos humanos. El modo de producción y la estructura de clases de cada lugar han sido sucesivamente determinados, desde fuera, por su incorporación al engranaje universal del capitalismo. A cada cual se le ha asignado una función, siempre en beneficio del desarrollo de la metrópoli extranjera de turno, y se ha hecho infinita la cadena de las dependencias sucesivas, que tiene mucho más de dos eslabones, y que por cierto también comprende, dentro de América Latina, la opresión de los países pequeños por sus vecinos mayores y, fronteras adentro de cada país, la explotación que las grandes ciudades y los puertos ejercen sobre sus fuentes internas de víveres y mano de obra. (Hace cuatro siglos, ya habían nacido dieciséis de las veinte ciudades latinoamericanas más pobladas de la actualidad.)
Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos; otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se transfigura en chatarra, y los alimentos se convierten en veneno. Potosí, Zacatecas y Ouro Preto cayeron en picada desde la cumbre de los esplendores de los metales preciosos al profundo agujero de los socavones vacíos, y la ruina fue el destino de la pampa chilena del salitre y de la selva amazónica del caucho; el nordeste azucarero de Brasil, los bosques argentinos del quebracho o ciertos pueblos petroleros del lago de Maracaibo tienen dolorosas razones para creer en la mortalidad de las fortunas que la naturaleza otorga y el imperialismo usurpa. La lluvia que irriga a los centros del poder imperialista aboga los vastos suburbios del sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de nuestras clases dominantes - dominantes hacia dentro, dominadas desde fuera- es la maldición de nuestras multitudes condenadas a una vida de bestias de carga"...
 
@JONES

19/04/2009



Ya tuvo que hacer un comentario "La zurdita" juasssssssssssssssss

   
@SALU

19/04/2009

El autor aseguró más de una vez que no se arrepiente en nada de lo que escribió en este libro



en un mundo de incoherencias , despues de casi 40 años mantener lo dicho es realmente enaltecedor

 el mundo es dinamico y las ideas y cionductas se pueden cambiar pero hay cosas que son propias de nuestra estructura intima de compromiso que son inalterables  
@OJOSVERDES

19/04/2009



para el anecdotario...

al principio obama penso que chavez le regalaba un libro escrito por el, y considero enviarle uno de los ultimos de su autoria...  
@OJOSVERDES

19/04/2009



encuesta...

lo leera?

yo creo que si...

(ni considero la opcion de que ya lo haya leido...)  
@OJOSVERDES

19/04/2009



quiero creer que la chavez se lo regalo con la esperanza de que lo lea, asi que no me parece tan pour la galerie...

jamas se lo hubiese dado a bush...  
@JONES

20/04/2009



jua jua jua jua

   
@JONES

20/04/2009



No mujer petisa, llego mas facil al piso.........  
@OJOSVERDES

20/04/2009



ptt no entendi su buuuhhh

pero estoy de acuedro con tudioxa!!!!!!!!!!!  
@JONES

20/04/2009



Se chivo la petisa, ahhhhhhh claro....  
@ALEJANDROVALL

20/04/2009

No se enoje Pety pero el que a hierro mata a hierro muere , pero para demostrarle que la quiero la proxima vez que venga a mi casa , que sera la primera , vera en la almohada de mi cama  un libro de este tal Galeano , yo no puedo ser menos que mi Presi y estoy llendo a comprarme uno , chau Ale