Hector Negro, el Tango y la Cultura

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@CIMARRON

24/04/2009#N26191

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Héctor Negro

En el año 1991 se fundó la Universidad del Tango (con la iniciativa y el apoyo del entonces Secretario de Educación, Dr. Daniel Filmus). Muchos cultores y estudiosos del Tango fuimos convocados por nuestro amigo y cofrade Oscar del Priore para asesorar a las autoridades de entonces, cosa que hicimos con gusto y no disimulado entusiasmo.

En el curso de ese año comenzó a funcionar tras una masiva inscripción de alumnos y tuve el honor de ser uno de los tres primeros profesores convocados para dictar la materia "Introducción al Tango". El primer rector-coordinador fue Oscar del Priore y los otros profesores que recuerdo de ese año, el fallecido Alberto Penas (ex sacerdote católico, locutor y tanguero de alma), Roberto Selles, sumándose luego don José Gobello y otros prestigiosos hombres de Tango, en la medida en que avanzaban los cuatrimestres. Por supuesto, la enseñanza era totalmente gratuita.

Con el correr del tiempo cambiaron los gobiernos, los funcionarios, Oscar del Priore pasó a ser profesor, cambiamos de sede (varias veces) y me tocó dictar también otras materias, como ser: "Tango y Literatura", "La Década del 40" y "Tango Contemporáneo". También me correspondió ofrecer algunas charlas - conferencia como tarea de extensión cultural (entre ellas en la esquina "Homero Manzi", de San Juan y Boedo) y a un grupo de aspirantes a guardiamarinas de la Fragata Libertad. Simultáneamente dicté clases en el Liceo Superior del Tango (de la Academia Nacional del Tango) y en la Diplomatura Superior del Tango de la Fundación Konex. Recibí algunas invitaciones que me llevaron a dictar charlas - conferencia en Montevideo (Uruguay), La Habana (Cuba) dos veces, ciudad de México (México) dos veces, Granada (España) dos veces, París (Francia) en la Embajada Argentina, en varias ciudades del interior de nuestro país y por requerimiento de la FLACSO, en esta ciudad, dirigidas a grupos de jóvenes becarios de Estados Unidos de San Diego (California) también dos veces.

Seguí publicando mis libros de poesía, antologías y ensayos y perteneciendo como Académico titular a la Academia Nacional del Tango y a la Academia Porteña del Lunfardo. También fui durante 20 años, colaborador permanente de la página de Tango del diario "Clarín" con el espaldarazo y la tutela de ese talentoso periodista (luego también profesor de nuestra casa de enseñanza), Jorge Gottling.

Pasaron varios gobiernos, numerosos funcionarios, la Universidad del Tango pasó a llamarse Centro Educativo del Tango y durante todo ese tiempo seguí como profesor ya que año a año me renovaron el contrato correspondiente.

En 1997 me acogí a la Jubilación con 37 años de aportes en diversas actividades no docentes, situación que declaré al firmar cada contrato posterior en el cúmulo de papeleríos que había que llenar cada año para la burocracia municipal y la dependencia Educación no formal, a la cual decían que pertenecíamos. Ningún nuevo gobierno (nacional y municipal) con su cortejo de renovados funcionarios, nunca dejó de renovar mis contratos. Entretanto que algunos trajeron más exigencias y más bajas remuneraciones, ridículas reglamentaciones que hasta llegaron a hacer renunciar dignamente y en presencia de alumnos y funcionarios a don José Gobello, uno de los más prestigiosos y valiosos profesores del "Centro", que se iba despoblando de alumnos y de docentes capaces. Hasta que llegó este nuevo Gobierno de Buenos Aires, lleno de promesas difusas y de exigencias burocráticas, que alumnos y sobre todo profesores soportamos por amor a la enseñanza, a la que motorizaba la vocación y desalentaba la miserable remuneración.

Algo nos hacía sentir que poco podíamos esperar de la orientación ideológica despreciativa de lo popular de un Gobierno Municipal dirigido por el empresario y ex presidente del Club Atlético Boca Juniors, Mauricio Macri. Pero eso no disminuyó ni nuestro entusiasmo por enseñar, ni nuestra entrega de amplia colaboración con el "Centro". ¿Para qué serviría todo eso, de lo que las supuestas "autoridades" de Educación no se darían por enteradas?.

Al prepararse la iniciación de las clases de los cursos de este año 2009, no se me renovó el Contrato de profesor por ser jubilado. En iguales condiciones quedó el profesor Raúl Ivancovich (prestigioso ex periodista del diario "La Nación" y ex funcionario), como algunos otros del propio Centro (de la carrera de danza) y de otros Centros Educativos gratuitos. Es así que en el momento de nuestras vidas en que nuestros conocimientos y nuestras capacidades podían rendir más óptimamente en la tarea de enseñar, nos "patean", siendo que la tarea docente está al margen de cualquier incompatibilidad y por supuesto con el ejemplo comprobable de cantidad de excelentes docentes universitarios y de otros niveles, que son jubilados y descollan nítidamente en sus tareas específicas.

Ante tales circunstancias, hemos apelado a nuestra entidad gremial. Sabemos que desde el Centro, su coordinadora y la coordinadora de la carrera de "Historia del Tango", a la cual pertenecemos, habrían elevado una nota a Educación no formal, manifestando, en mi caso, que por las materias que dicto, no pueden reemplazarme. Nos ha trascendido también que el Legislador Olivera se interesó por nuestros casos (el de Ivancovich y el mío), pidiendo información puntual hasta llegar a interrogar al mismísimo Ministro de "Educación" de este Gobierno de la Ciudad, quien habría respondido que ignoraba la existencia del Centro Educativo del Tango.

Curiosamente, nos enteramos que ya han cursado notas a profesores que estarían cerca de la edad de jubilarse. No les importa su nivel como docentes, ni el prestigio que le confieren al Centro con su actividad. Estos hechos me hacen recordar algunas cosas vergonzosas que están provocando en el teatro Colón, donde pretenden jubilar (para posteriormente prescindir de ellos) a prestigiosos músicos que han manifestado no jubilarse por cobrar la mitad de sus sueldos "en negro". ¡Lindo ejemplo dan estas autoridades que venían a sanear el municipio y a lo único que atinan es a esconder la basura debajo de las alfombras!.

Otro curioso ejemplo lo ha dado el ¿Interventor? del teatro Colón, cuando un periodista del diario "Clarín" le preguntó sobre la situación de un prestigioso y descollante músico de la orquesta Sinfónica, evaluando la pérdida de instrumentistas de jerarquía que significaría prescindir de él, y el "pétreo" ¿Interventor? le respondió que no podía detenerse en situaciones "particulares". Hecho que nos lleva a pensar que esto es un reflejo del criterio de quienes vinieron a "ordenar" la ciudad. O sea: que los jubilados paguen su culpa por sumar años y sabiduría y no puedan trabajar para un Gobierno que no tiene en cuenta los valores intelectuales y culturales y gasta $900.000 en colocar un retrato gigante en uno de sus edificios representando a una joven durmiendo. En tanto que refiriéndome a cifras de gastos, supe que cuando el Legislador Olivera se enteró de lo que le costábamos al "Gobierno" de la ciudad, Ivancovich y yo (alrededor de $700 por mes sumados los dos ¿sueldos?), el ministro se sorprendió, pero hasta ahora todo sigue igual.

Para finalizar la narración de hechos que es necesario que se conozcan, me pregunto: ¿le interesan la cultura y la educación a estos acaudalados mandatarios que gobiernan nuestra ciudad? ¿Se enteraron que el tango es parte del patrimonio cultural de nuestro pueblo, reconocido en todo el mundo civilizado? ¿O es que porque no se enteraron quieren vaciar lentamente al Centro Educativo del Tango? Lo más grave es que pareciera que quieren hacer desaparecer todos los Centros gratuitos de enseñanza, para que no compitan con los emprendimientos "empresariales" privados. Y de paso, desperdiciar tantos conocimientos acumulados y útiles de muchos jubilados que no "colgaron" sus cerebros como muchos futbolistas "cuelgan sus botines". ¿Lo habrán pensado esto Macri y su séquito?

Héctor Negro