Los/as que sí, pero no

Los que llegamos a este sitio de encuentro. Los que con medio camino o mas ya recorrido y unas cuantas lecciones aprendidas, a veces limpias y estóicas, a veces duras y difíciles. Los que hemos tomado la valiente desición de levantarnos, sacudirnos la tierra de los raspones y con una sonrisa encarar la tarea de volver a relacionarnos con alguien especial para brindar la ultima y mejor versión de nosotros, y con la intensión de encontrar la mejor versión del otro, muchas veces fracasamos en el intento. Por que? Acaso no debiera ser mas facil a cierta edad, sin las imperfecciones de la falta de experiencia y madurez que teníamos en la juventud?
Sucede que los años que traemos con nosotros nos han puesto unos sanos altos estandares, a modo de defensa, hay cosas de los demas que ya no queremos tolerar. Ni siquiera descubrir si existen o por que?
Hay gente que nos parece demasciado rota. Demasciado entera. Muy blanda o muy dura. Demasciado confiada o demasciado insondable. Demasciado encerrada en una coraza de protección o completamente desarmada ante el dolor de la vida.
Hay gente...
Y la gente es hermosa y compleja. Y la gente carga con su historia como una mochila. Y es tal vez una receta un tanto "naive" pretender que tengamos en cuenta algunas cosas muy claras para que nuestra busqueda no sea desalentadora. Ni la busqueda del otro sea una molestia.
Si vamos a volver a sentirnos como en casa con alguien nuevo. Bajemos la mochila.
No usemos al otro como paño de lagrimas. No nos demos a la tarea de hacerle terapia.
No pretendamos que el otro sea el premio consuelo a una fallida anterior relación.
Ni pensemos por un segundo que llegó a este mundo a cumplir nuestras espectativas.
Tal vez, se me ocurre, la mejor forma de empezar a conocer al otro sea situarnos en nuestra propia juventud. En esa primera vez que nos enamoramos fuerte. Donde no había miedo ni dudas. Donde todo era ilusión y descubrimiento de lo nuevo. Cuando al haber vivido pocas cosas no habia mochila alguna que entorpeciera nuestro andar.
Volver a amar. Es volver a confiar. Volver a brindar sin medir. Sin mezquindad y sin temor.
Volver a descubrir sentimientos que se inspiren en alguien nuevo sin medir de reojo, sin calcular tiempos. Si tener las armas y la mochila armada para huir "por si las dudas" pues nada bueno puede salir si empezamos con dudas.
Les deseo a todos quienes están aqui. Que ubiquen a ese alguien que los deslumbre a golpe de vista. Que los haga reir en las dos primeras lineas. Y amen. Todo lo que hemos vivido nos trajo hasta aqui solo para ser felices.
Encuentren la pareja que les de el sexo que jamas tuvieron. Las risas que nunca habian oído. Las experiencias que solo soñaron o quieren volver a vivir. Sin miedo. Con valentía y con mucho respeto y responsabilidad por el otro.
Exitos!

 

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