COMO TERMINA ESTA HISTORIA O YA TERMINO??


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Escrito por
@OLIVIAESPERAAPOPEYE

23/05/2006#N9821

0 Actividad semanal
788 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya
Al fin llegaste. Te busqué tantas veces mientras manejaba de noche camino a casa y no estabas. Hablaba sola en la madrugada, y te preguntaba dónde estás que todavía no te conozco. Yo sé que me estás buscando y ni siquiera sabés cómo me llamo y yo tampoco sé tu nombre, pero te presiento cada noche cuando a solas voy replanteando mi vida.
Un dia nos empezamos a escribir, llamado va, un mail viene y acordamos una cita. Ochocientos kilómetros de distancia nos separaban. Pero a mi, ninguna distancia parecía obstáculo alguno; vos en cambio tenías tus reparos.Te invito a desayunar me dijiste. Por qué no, y ahí fui. Me estabas esperando. Al principio nos desencontramos, no te veia, vos tampoco a mi. Te mandé mensajitos por el celu, estoy aquí te decia. Pero los nervios no nos dejaban ver. De pronto te vi, estabas distraído. Me acerqué y pregunté: -Está esperando a alguien? Y los dos nos sonreímos como dos chiquilines y nos abrazamos. No sabíamos qué decir. - Desayunamos? preguntaste. Dale, te contesté. Y nos sentamos frente a frente en el barcito de la estación. Era una mañana cálida de diciembre antes del fin de año. Qué raro es todo esto dijiste y yo asentí. Y hablamos, y hablamos, pisándonos muchas veces con nuestras palabras, queriamos decirnos todo junto. Era “El día”, el que tanto ansiamos y tan lejano parecía. Mientras me mirabas, yo me preguntaba.. le estaré gustando? Qué incertidumbre.! No sabía qué hacer con mis manos. Gesticulaba, haría muecas, no sé….me senti observada. Yo también te miraba. Hasta que en un momento no sé cómo, pero fui osada, y te tomé las manos y comenzamos a jugar con ellas, y se rompió el hielo. Tus manos calentitas y generosas acariciaron las mias. Al rato me dijiste vamos, te acompaño, quiero que dejes tus bolsos y salgamos a caminar. Y alli fuimos, dejé mis cosas y arrancamos.
Estábamos los dos desorientados caminando sin rumbo, tratando de armar una insólita travesía como dos forasteros. Tu brazo iba rozando mi cintura, mi hombro, mi mano, no encontrabas un punto de apoyo. Recorrimos el Barrio Chino, lleno de chinos por la calle. Paseamos por Las Barrancas de Belgrano percibiendo el olor a jazmines que salia de los puestos de flores. Paramos a tomar algo a la media mañana. Hacia calor. Dos seven-up con hielo y limón; light para mi, también para vos. Y mientras charlábamos las horas pasaban. Ya cerca de las 2 de la tarde fuimos a almorzar. El tiempo seguía, pero ni vos ni yo lo queriamos dejar ir. Era nuestro primer encuentro, pero sentimos que nos conociamos desde siempre. Hablamos de nuestras familias, de lo risueñas que son nuestras hijas, y de los galanes que se consideran nuestros hijos varones. Y nos reimos mucho al respecto. Un pantallazo de nuestras relaciones anteriores y de poner lo mejor de cada uno de nosotros en esta nueva historia.
Pasadas las 4 de la tarde nos fuimos. Llegabas tarde al trabajo.
Me acompañaste casi hasta la puerta de la casa donde pararia esos dias. Ibamos de la mano. Cuando de pronto bajo el sol zenital en una esquina bien transitada por cierto, sin vergüenza alguna me acercaste hasta tu cuerpo y nos miramos.- Bueno.. nos hablamos, te dije. Y sin miramientos me diste el más dulce y largo de los besos que retribui en medio de la sorpresa y la alegria. Y me volviste a brazar, y me decias ahora no me voy, y sonreimos y nos besamos nuevamente. Después de varios intentos nos fuimos cada uno por su lado. A la noche ya te extrañaba. Se puede extrañar a alguien que recién conocemos? –Sí, yo te empecé a extrañar desde el primer momento.
Al día siguiente salimos a cenar. Me pasaste a buscar puntualmente en tu auto rojo, y ni bien me viste me dijiste:- Estás hermosa. Eso bastó para hacerme sentir una reina.
Y me trataste como tal. No sabias cómo halagarme, me querias dar todo, yo sentia que el cielo se habia abierto para nosotros dos. Te senti mi rey estando los dos en una carroza tirada por caballos partiendo hacia San Thelmo para cenar al ritmo de una guitarra que sonaba a boleros. Qué linda noche, cuánta magia nos envolvía. Me encanta acariciar tu barba, y no sabés cuánto la extraño.
Continuará………………..continuará?

de OLIVIA PARA POPEYE

 

Comentarios

Aún no hay comentarios. Iniciá una conversación acerca de este tema.