Dar tiempo al tiempo es evadir el presente ya que el tiempo no tiene día ni hora señalada. La vida con esfuerso y perceverancia se va forjando gradualmente con la ayuda de Dios y tu espíritu logra lo que tu fuerza no puede alcanzar

Dar tiempo al tiempo es evadir el presente ya que el tiempo no tiene día ni hora señalada. La vida con esfuerso y perceverancia se va forjando gradualmente con la ayuda de Dios y tu espíritu logra lo que tu fuerza no puede alcanzar

Autor Rafael Poma