Cómo aumentar el placer en los hombres
Publicado por
@SALU
Cómo aumentar el placer en los hombres
por Sandra Lustgarten / Marzo 13 de 2007
Desde hace tiempo nos dedicamos a dar consejos para que la mujer consiga, a través de técnicas sexuales, el orgasmo y lo intensifique; pero olvidamos que el hombre también puede mejorar la calidad e intensidad del suyo
Las caricias y el juego previo sólo han sido técnicas recomendadas por los expertos para el cuerpo de ellas, en concepto de dedicarle mayor atención al erotismo femenino. Pero el varón también necesita de este tipo de estimulación para lograr una erección inmediata y poder aumentar el deseo sexual y la intensidad erótica.
Durante la estimulación, sobre los genitales masculinos fluye mayor cantidad de sangre, incrementando la excitación. Esto repercute en la tensión muscular, haciendo que aumente la sensibilidad en las terminaciones nerviosas.
Todo el juego preliminar es una tarea tendiente a intensificar el orgasmo, que también funciona en el sexo masculino. En la piel hay cerca de 600.000 células receptoras del masaje, y durante este juego de caricias también se liberan hormonas sexuales de la clase de las endorfinas, que posibilitan acceder al éxtasis. Cuanto más tiempo se tome la pareja para el juego antes de la penetración, mayor será la excitación masculina.
En el juego de caricias por todo el cuerpo masculino, es interesante variar la forma del “mimo” utilizando desde masajes suaves hasta frotamientos intensos. La variedad indica el tono de la estimulación, aumentando el deseo.
Los pezones en el varón, por ejemplo, están rodeados por tejido eréctil, lo que indica que hay gran cantidad de receptores de placer y excitación. Morderlos suavemente variando con un juego de succión y masajes suaves intensifica el placer sexual. A su vez, se pueden aplicar diferentes técnicas de calor sobre la zona genital, ya sea mediante el masaje con un óleo o humedeciendo el área con la lengua: el miembro es una zona sensible a la temperatura, lo que hará que sienta oleadas de excitación y placer.
La creencia popular de que sólo la mujer necesita que el varón se detenga en el juego de las caricias hace que esto haya quedado subordinado al placer femenino y se exija un orgasmo rápido y sin disfrute en el hombre.
El juego previo prepara ambos cuerpos para un intenso placer, y el cuerpo masculino posee mucha sensibilidad para exponerse a un tiempo de mimos.
Además, lo lúdico aumenta la confianza en la pareja, mejorando el lenguaje sexual y permitiendo conocer los puntos erógenos sensibles de cada uno.
por Sandra Lustgarten / Marzo 13 de 2007
Desde hace tiempo nos dedicamos a dar consejos para que la mujer consiga, a través de técnicas sexuales, el orgasmo y lo intensifique; pero olvidamos que el hombre también puede mejorar la calidad e intensidad del suyo
Las caricias y el juego previo sólo han sido técnicas recomendadas por los expertos para el cuerpo de ellas, en concepto de dedicarle mayor atención al erotismo femenino. Pero el varón también necesita de este tipo de estimulación para lograr una erección inmediata y poder aumentar el deseo sexual y la intensidad erótica.
Durante la estimulación, sobre los genitales masculinos fluye mayor cantidad de sangre, incrementando la excitación. Esto repercute en la tensión muscular, haciendo que aumente la sensibilidad en las terminaciones nerviosas.
Todo el juego preliminar es una tarea tendiente a intensificar el orgasmo, que también funciona en el sexo masculino. En la piel hay cerca de 600.000 células receptoras del masaje, y durante este juego de caricias también se liberan hormonas sexuales de la clase de las endorfinas, que posibilitan acceder al éxtasis. Cuanto más tiempo se tome la pareja para el juego antes de la penetración, mayor será la excitación masculina.
En el juego de caricias por todo el cuerpo masculino, es interesante variar la forma del “mimo” utilizando desde masajes suaves hasta frotamientos intensos. La variedad indica el tono de la estimulación, aumentando el deseo.
Los pezones en el varón, por ejemplo, están rodeados por tejido eréctil, lo que indica que hay gran cantidad de receptores de placer y excitación. Morderlos suavemente variando con un juego de succión y masajes suaves intensifica el placer sexual. A su vez, se pueden aplicar diferentes técnicas de calor sobre la zona genital, ya sea mediante el masaje con un óleo o humedeciendo el área con la lengua: el miembro es una zona sensible a la temperatura, lo que hará que sienta oleadas de excitación y placer.
La creencia popular de que sólo la mujer necesita que el varón se detenga en el juego de las caricias hace que esto haya quedado subordinado al placer femenino y se exija un orgasmo rápido y sin disfrute en el hombre.
El juego previo prepara ambos cuerpos para un intenso placer, y el cuerpo masculino posee mucha sensibilidad para exponerse a un tiempo de mimos.
Además, lo lúdico aumenta la confianza en la pareja, mejorando el lenguaje sexual y permitiendo conocer los puntos erógenos sensibles de cada uno.
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