Mi Ciudad de Maravillas

Mi ciudad de Maravillas.


De noche en soledad delineo planos sobre el papel sedoso, prolijamente trazo las líneas, marco los puntos cardinales, allá las escaleras, los ascensos me matan, hago descansos, quizá un elevador a pistón, algo práctico. Ahí van los ventanales, amplios, fijos, puro naciente de sol quiero ver, pura noche con luna, sin luna impresionante, imaginar lobos esteparios en ellas buscándose para la cópula intempestiva antes que finalice el arco negro de la noche en la boca alba de una madrugada nueva.
Delineo puertas que se abran, vendrán muchos amigos, habrá guitarras afinadas, saxos sensuales de sonidos, alguna pandereta alegre y vinos, vinos del norte, de arriba en las montañas, donde crecen lujuriosas las vides moscateles y moradas. También tendrá placares para guardar los pequeños tesoros de los viajes, fotos sobre los estantes me dirán que estuve viva en el abismo del ayer ya carente de ruidos. Habrá una galería con su hamaca blanca para mirar praderas que van mutando en las estaciones su colorido rojizo y verde, muchos bancos para que lleguen forasteros que anhelan un plato de comida caliente cuando la medianoche tira escarcha y adormece fría y solitaria la madera del bosque.
Como presagios de bonanza, tal vez anuncie el norte un gallo de hierro en el techo ondulante de la casa.
Jugará en la cocina el olor a salsas para bañar los platos de fragancias ,en confusión aromas orientales y picantes.
Cuando se atiborren sabores abriré cuatro ventanas para que huyan y alimenten la fronda alta y copiosa que me circunde.
En el borde de la estancia junto a fuentes de aguas azucaradas, construiré una torre que albergue un lecho de princesa , con la brocha empapada en azules cobaltos le pondré pequeños ojos protectores dibujados justo sobre la cabecera para evitar envidias, celos y sobresaltos , sobre la cama habrá almohadones de plumón y seda y batas .

Ya con mis planos hechos, de noche, me entrego a mis sueños y construyo a ladrillos de horno, a fuego lento, arena, cemento, yeso, sillar, rodocrosita , paso a paso, creo como un artista, creo mi ciudad de Maravillas.

Elijo habitarla cada día, que pase el tercer y el quinto día o cualquiera de cualquier estación y sea mi balcón para ver el pozo del aljibe en la pradera , los nogales cargados, el eclipse de sol que me suceda , los pájaros libres de la tarde , la sal y la pimienta de mi vida.
Para que cuando pases y tires tu nota bajo mi puerta sepas que he armado el territorio para que te intoxiques de mi, te hundas en mi aroma a tierra mojada, te desveles por mi entre las gardenias y lavandas, huelas de mi como un pan recién horneado, ande tu ropa prendida a la vainilla , pintes en mi con moras y cerezas desde la húmeda lengua de la tarde hasta que llegue el próximo anuncio del jazmín en noviembre a fuego lento otra vez, silencies beso a beso cada grito extraviado por esperarte tanto, atestando un dulce golpe a todas las palabras que deseaba pronunciar y regalarte antes de tu llegada, cuando era primitiva mi espera . Primitiva e interminable.

Un colibrí atiza alas junto a la flor de durazno. Es equinoccio de vuelta y estás llegando. No quiero despertar.


Sweet_C

 

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