AL QUE INGRATO ME DEJA, BUSCO AMANTE...

AL QUE INGRATO ME DEJA, BUSCO AMANTE...
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ

Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.


Al que trato de amor, hallo diamante,
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata,
y mato al que me quiere ver triunfante.


Si a éste pago, padece mi deseo;
si ruego a aquél, mi pundonor enojo:
de entrambos modos infeliz me veo.


Pero yo, por mejor partido, escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que, de quien no me quiere, vil despojo.

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Esto lo escribió Sor Juan Inés de la Cruz hace varios siglos atrás. No lo puedo creer, Sor Juana, que era la peor de todas según Octavio Paz, ya proclamaba siglos antes lo que nos pasa a muchas mujeres.
Nos enamoramos perdidamente de quien no lo merece, o no nos quiere, y ni le damos bola a quien suspira por nosotras. ¿Neuróticas, gata flora, o inconformistas?

Recuerdo un novio que tuve a los 17 años y al cual dejé porque mis compañeras del secundario habían dicho, que era un pescado. Idiotez adolescente. Un pescado que me adoraba y moría por mí, a veces pienso que me hubiera hecho feliz. ¿No estaré pagando un karma, por haberlo hecho sufrir injustamente?

Es quizás que lo que no se puede conseguir lleva a hipnotizar los sentimientos. ¿Es un espíritu masoquista que lleva a desear el hombre inalcanzable? ¿Lo imposible es mucho más adrenalítico que la realidad de un amor, que puede parecer aburrido?

A veces no doy la mínima posibilidad. En un crucero que hice hace poquito, me encontré de golpe subyugada por un hombre que estaba con la mujer, el sólo mirarlo me provocaba un golpeteo en mi estómago. Me gustaba mucho, y estaba con otra. Mientras que uno de mis compañeros de viaje, claro no tan sexappeal, me tiraba onda, y yo nada.
Sor Juan, monja y todo, la tenía clara. Yo no la tengo tanto, lo único que sé que deseo dar vuelta ese soneto y empezar a considerar a los que se me acercan y me gustan poco. Quizás detrás de una cara o personalidad que no me impresione tanto a primera vista, pueda esconderse alguien que atrape mi corazón para siempre.

Etiquetas: Universo femenino

 

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