Deber Ser

 

Deber Ser

 

 

Hay quien me ama por lo que soy

y quien, por lo que debería ser.

A los primeros con sólo estar

los siembro, fecundo y enriquezco.

Los segundos,

tantas veces confundidos

con maestros,

me esclavizan sin piedad

a deudas irredimibles.

 

A todos los encuentro

por caminos en que elijo

si aceptarme o no.

Cuando esto último sucede

obtengo de mi amor los reproches

que yo temía decirme

esquivándole el rostro al espejo.

Entonces puedo acurrucarme

maltrecho y tranquilo en un rincón,

pobremente arropado en raídas certezas.

 

Cuando en cambio me abandono

vacío de pretensiones

a la resignación de ser tal cual,

se abre en mil sendas el día

y de perfumes la noche;

un viento acerado me remonta al riesgo

y hay sonrisas hasta en traidoras miradas.

 

Entonces sé que las manos

que unos bolsillos ocultan

en vez de agazapar puñales

quizás entibien caricias...

 

                           Atuel

 

 

 

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