La nena vieja


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Escrito por
@KUKITYTA

02/05/2011#N36040

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Cuando nació, después de siete horas de trabajo de parto, era natural que estuviera colorada y arrugadita. Tenía unos hermosos ojos que parecían ávidos de explorar su nuevo mundo. En pocas horas su color de piel perdió ese rojo típico del esfuerzo, pero nunca desaparecieron las arrugas. Tenía líneas de expresión en la frente, unas profundas bolsas debajo de los ojos, las comisuras de los labios marcadas como si se hubiera estado riendo durante los 9 meses de gestación; toda su cara parecía el mapa de una región llena de accidentes geográficos. Nunca conoció a su papá ni supo su historia. Esa era la casa de dos mujeres felices.

 

El día que empezó el colegio comenzaron sus problemas, todos la miraban con una mezcla de asco y curiosidad. La bautizaron la “nena-vieja”. Nadie quería jugar con ella; poco a poco se fue aislando dentro de su mundo y siguió así durante todos sus años de estudio. Era muy buena alumna pero, como también los profesores sentían rechazo, toda su participación en clase se limitaba a traer y entregar su tarea, siempre a tiempo, siempre correcta. La única excepción fue la profesora de literatura a quien inspiraba mucha ternura. Al sentirse aceptada, Ana desarrolló una exquisita habilidad para la prosa; sus cuentos y poesías fueron famosos en la escuela, tanto que por momentos algunos olvidaban lo fea y arrugada que era. Estaba terminando la secundaria cuando llegó a la escuela la invitación para el Concurso Nacional de Poesía que, como se sabe, se realiza entre los alumnos del último año de todo el país. De las cien escuelas que se sortearon, fue ese año la suya una de las favorecidas y una hermosa poesía de Ana, entre otras veinte, se envió. Pasado un mes llegó una carta comunicando que el trabajo había sido seleccionado y que, quedando entre los ocho finalistas, debía trasladarse a la Capital para leerlo frente al jurado, quien tomaría la decisión final. ¡Imaginen el alboroto que se armó en el pueblo! Inmediatamente se organizó una Kermese para recaudar dinero para el viaje. Las mujeres hicieron tortas para vender, los hombres llevaron sus rifles y se pusieron al frente de los puestos de tiro al blanco, las abuelas sacaron un montón de chucherías guardadas por años para ofrecerlas como premio; carreras de embolsados, paseos en pony, no faltó nada ese día que se convirtió en uno de los más lindos que Ana recordara, y todo en su honor. Por fin recuperaba esa sensación de felicidad de la niñez. Faltando poco tiempo para el tan ansiado viaje, la mamá de Ana fue citada al colegio. No bien entró a la dirección pudo percibir un clima gélido. Se encontró con un extraño cuadro: la directora, el párroco, la profesora de literatura,  que miraba hacia el suelo avergonzada, y el Intendente parados en semicírculo enfrente suyo. Le explicaron que, habiendo pensado principalmente en Ana y lo mal que se sentiría ante la mirada de  los demás, habían decidido decir que ella se encontraba enferma y enviar en su reemplazo a Elisa, una niña de buena familia, bonita y con una encantadora voz. La mamá protestó pero el Intendente le explicó la importancia de ese premio para el progreso del pueblo y el párroco le recordó la infinita bondad y entrega de Jesús quien se había sacrificado por el prójimo. Abatida volvió a su casa buscando la manera de decírselo a Ana, quien llevaba varios días soñando y preparando su viaje. De un portazo se encerró en su habitación y no volvió a salir ni siquiera cuando la mamá la llamó.

 - Ana, mi amor, vení a cenar. Vamos corazón, quizás sea lo mejor, vení mi vida, te preparé las milanesas que tanto te gustan.

En la madrugada Ana abandonó sigilosamente su casa. Con un ataque de llanto la mamá fue a ver al Intendente.

 – Señora, sólo se trata de un capricho, ya va a venir, le aseguro que la poesía de su hija va a hacer crecer a nuestro pueblo.

Muy compungida la madre viajó a la Capital en compañía de Elisa, la profesora, y la directora que no paraba de decirle lo bien que había hecho y lo orgullosa que se sentiría Ana, quien volvería a su casa en cuanto se le pasara la rabieta. Una vez en el concurso y ante el jurado de notables, Elisa desplegó su mejor sonrisa y cuando se disponía a leer la poesía notó que no salía de su garganta ni un solo sonido, inexplicablemente la había invadido una instantánea afonía. En unos segundos la sala pasó de un respetuoso silencio a un murmullo generalizado. La cara de Elisa parecía un tomate a punto de estallar, no se sabe si por la vergüenza o por el esfuerzo para esgrimir algún sonido, y antes de que se llenara de mudas lágrimas la profesora se compadeció de ella, pidió disculpas y retiró a Elisa del concurso. La comitiva volvió con el rabo entre las piernas; la madre de Ana se atribuyó la culpa de ese castigo divino por haberse dejado convencer y no haber defendido la participación de su hija.

 

Al día siguiente la plaza del pueblo amaneció distinta. Alrededor del monumento central, con una hermosa caligrafía, se podía leer la poesía de Ana. El primero en descubrirlo fue don Ramón, el cuidador de la plaza, que como todos los días llegó a las 6 de la mañana para comenzar con sus tareas. Le siguió don Braulio, el diariero, luego los empleados municipales, los oficinistas. Uno a uno los habitantes fueron descubriendo la poesía, varios se reunieron alrededor del monumento encarando un ferviente debate, sin duda la poesía de Ana y su paradero fueron los temas excluyentes de esa jornada.

 

Desde ese día cada mañana una nueva poesía aparece estampada en alguna pared de las calles del pueblo. Algunos creen que es el ángel de Ana quien las escribe por las noches; lo cierto es que la leyenda de la nena-vieja empezó a correr de boca en boca y los curiosos no tardaron en llegar para ver ese fenómeno. Las poesías y la cara de Ana, tan despreciada en su momento, empezaron a aparecer en láminas, muñecos, ceniceros, mates y gran cantidad de artículos que se venden como pan caliente en los puestos diseminados por doquier, todos regenteados por el Intendente quien después de todo pudo ver cumplido su vaticinio: fue la nena-vieja, a la que nunca se volvió a ver, quien salvó al pueblo.

 

 

Comentarios

@KUKITYTA

02/05/2011



Este cuento lo escribí hace un tiempo, no lo publiqué antes porque me parecía un poco largo para la página. Espero que no los canse el leerlo.

Dedicado a todos los que de una u otra forma han sido discriminados por ser diferentes. Son nuestras diferencias y singularidades las que nos enriquecen como seres humanos.

Ruth

   
@JONES

02/05/2011



Hermoso cuento Kukyna....  
@BETITA

02/05/2011



Muy lindo Kuki !! Te felicito !!

Betita.  
@KUKITYTA

02/05/2011



Muchas gracias Anita, Betita y Richy!!  
@KUKITYTA

02/05/2011



Gracias suegrita!!!  
@SUSANAGRACIELAG

02/05/2011



Kuki, muy bueno el cuento!!!

El tema planteado y la reflexión final EXCELENTES!!!

Quiero másssssssssssssss!!!

 

   
@KUKITYTA

02/05/2011



Gracias Su!!!!!!!!!!  
@KUKITYTA

02/05/2011



Lili, Vini, muchas gracias!!!  
@AMIX

02/05/2011



Kuki...otro mas para el ibro!!!!  
@KUKITYTA

03/05/2011



Gracias Patri, Amix (cómo te ves de agente literario?, ja!).

Gracias a todos, me emociona que les guste mi cuento!  
@PUGLIESE

03/05/2011



Kukityta: hasta ahora no te hice ningun comentario porque queria leer tus cuentos con tranquilidad.
Hoy lei Mario en sus dos versiones y La Nena Vieja.
Me encantaron!!!  Escribis muy bien
Anda juntando para editar el libro.
 
@KUKITYTA

03/05/2011



Gracias Claudio!

Tengo algunos cuentos escritos, guardados. Este año mi creatividad está volcada a la pintura, la cual retomé después de varios años de hacer otras cosas, con un excelente pintor y profesor, asi que espero poder hacer progresos en ese sentido. Quien te dice que se venga el libro con cuentos y pinturas , aunque sea para martirizar a familiares y amigos  
@KUKITYTA

06/05/2011



Gracias Emileo!

Es cierto, porque la vida es como es, no como a uno le gustaría que sea. Está bueno desmistificar los cuentos de hadas con los que crecimos, sin dejar de luchar para que puedan ser cada día un poquito mas ciertos.

Saludos, Ruth  
@KUKITYTA

06/05/2011



Gracias Silvia!!