REMEMBRANZAS DE LA INFANCIA


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Escrito por
@ROJINEGRA

14/06/2012#N41025

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REMEMBRANZAS DE LA INFANCIA
 
Lindas, pero frágiles
muñecas de papel y de trapo
biombos de madera de macano
toscos trompos e improvisadas cometas
en mi memoria danzan
en atardeceres de blancas celosías
como lejanos y felices rumores de infancia;
gallos y gallinas, criollas y caratas
junto a un kiquirikí escarlata
los caballos, los toros y las vacas
se entremezclan en mis recuerdos
con los cinco perros que como amigos fieles
nos acompañaron en la niñez;
no faltaron los caballitos de mar
las mariposas de brillantes colores
las palomas, las ardillas,
los rojinegros y los ruiseñores
que junto a los pequeños colibríes
como ágiles gimnastas
se posaban en árboles y en flores;
saltar la cuerda
jugar a la rayuela
montar a lomo de caballo
o ir en la carreta
colarse en el béisbol de los hermanos
o con ellos jugar cristales o canicas
y salir llorando o de pelea;
comer pepitas de marañón asadas
las pumarosas, las guabas, mamones o guayabas
disfrutar el dulce sabor de mandarinas y naranjas
o la acidez del limón o de la toronja
beber a borbotones el guarapo de caña en el trapiche
comer chicharrones con plátano maduro
los ricos tamales de maíz nuevo
carimañolas, almojábanos y hojaldres
arroz con guandú, carne y frijoles
atragantarse de queso y del rico bienmesabe
sin faltar los duros de leche, de nance o de coco
el raspao o las melcochas;
tomar la leche fresca de la ubre de las vacas
atiborrarse de confites y pececitos de ñapas
para luego negarse a tomar el purgante de mamá
o en un viernes santo
bañarse en el río, a escondidas de papá
sin poder escapar al regaño y a la cuera;
hablar con las amigas en un teléfono invisible
mecerse en el rústico sinsuán colgado de un árbol
o correr por el inmenso patio tras los gatos
caerse y cortarse las rodillas
ponerse en las orejas unos aretes de pega-pega
o meterse en la nariz una pepita de nance
y decir que no sabes cómo llegó allí;
atender a los clientes en la tienda de papá
mientras goloseas los chicles, el pan de dulce y la coca-cola
o compartir con la familia a las once de la noche
la chicha de tutifruti con galletas de soda
para luego reír a carcajadas y sin parar con las hermanas
por un chiste tonto
sin hacer caso a mamá que nos ordena dormir;
todo eso y mucho más
apenas retazos son de nuestra vida
inolvidables y añoradas remembranzas de la infancia
 que no regresan jamás.

 

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