SUBLIME AMOR

Subyugado el yo al nosotros, en inusual amor,
que en lugar de mil palabras prescribe un beso,
que abunda en agua para un pasado desierto,
y somete el silencio a la fatiga o al dolor.

Bendito amor, que da cuerpo a la alegría,
que con sonrisas saluda y atrapa con la mirada,
que inquieta el pecho y en sonada algarabía
mantiene la esperanza en el mañana albergada.

Amor inusual, que da todo y se olvida de pedir,
que, contradictorio a lo dicho, exige vivir;
que abriga la ilusión con la luna y así logra ceñir
entre el lecho y su pecho la pasión hasta gemir.

Sublime encuentro que ronda en el pensar,
que a dos cuerpos atrae y les convida a intimar,
que comparte intenciones, que obliga a elevar
al placer y a la locura hasta al amor invitar.

 

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