ELENA Y SU AMOR (Champagne)

El sonido del silencio invadía el alma de Elena,
deambulaba por las noches en los verdes campos de Alberti,
arrastrando su figura endeble, el desconsuelo, y la
angustia del partir de su amado.
Ayer, sus ojos color del tiempo viajaron perdidos en el
horizonte, y asomó una lágrima que solitaria y triste
invadió su rostro y recorrió sus arrugas. Se sentó en un
lugar muy querido bajo al añejo tronco de un palo
borracho, y tras un leve suspiro se tendió en el piso, y
busco en su sueño soñar que el estaba en un lugar cercano.
Agudizo el oído, se concentro y presintió a Julián..., sus
palabras podían escucharse a lo lejos, pero no sabia si
era el quien la llamaba, ya no importaba, ella sintió su presencia y creyó.
En la paz de la noche y con la calma de quién ha vivido
plenamente su vida, dibujo una sonrisa e iluminó su
mirada; la luna extasiada abrazó su figura, sus cabellos
negros y sus labios rojos, entonces con paz en su alma y
un suspiro suave, cerró los ojos y se dejo ir.

Pedro, 04/01/2006

 

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