No es maestro cualquiera que lo parece


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Publicado por
@HASGRA

06/05/2006#N9557

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No es maestro cualquiera que lo parece

-Usted, Rodríguez, ¿por qué faltó?
-Tuve que ir al médico. Acá está la constancia.
-¿Usted, Gandín?
-Yo tuve que viajar a Rosario. Acá está el pasaje.
-¿Usted, Capello?
-Yo tuve que ayudar a mi papá a arreglar un aire acondicionado que había que entregar ayer. Acá está la copia de la factura, fíjese que la fecha es la de ayer.

La maestra continuó el interrogatorio para develar por qué el día anterior habían faltado 16 de los 21 alumnos del último grado de la primaria del Colegio Provincial 89.

Conforme pasaban las preguntas que no le permitían castigar a nadie, la impaciencia de la docente aumentaba.
-¿Y usted, Armoa, ¿por qué no vino?
-Por propia decisión.
-Pero usted es un caradura, ¿cómo va a admitir que faltó porque le dio la gana? ¿Así es como se toma en serio su educación? ¿Cree que de esa manera va a ir a algún lado? Vaya a la dirección y dígale a la directora que venga para acá con el libro de disciplina -añadió en voz todavía más alta.

Transcurrido el saludo a coro de los chicos a la directora, la maestra relató lo sucedido, con agregados que incluyeron: "¿A usted le parece?", "¡qué barbaridad, semejante desparpajo!" y "acá hay que aplicar un castigo ejemplar, si no la disciplina se va a relajar más de la cuenta".

La directora, que había aprendido de una colega que en ausencia de bombas de tiempo y terremotos no hay razón para apurarse con las decisiones, resolvió investigar.

Empezó preguntándole a Armoa. No consiguió que le dijera lo que ella sospechaba: que la constancia médica de Rodríguez, el pasaje de Gandín, la factura de Capello y las otras doce justificaciones no eran sino mentiras, fruto de acuerdos entre padres de los alumnos y profesionales y comerciantes amigos.

La maestra no acusaba recibo de la ignorancia que recibía de parte de la directora y por lo tanto seguía interrogando acerca de "¿para cuándo la sanción a Armoa?", a veces hasta en dos de los tres recreos de cada jornada.

El miércoles 31 de julio, pasadas dos semanas del incidente, la directora entró en el aula, pidió permiso a la docente para interrumpir la clase de Geometría y empezó a leer en voz alta:
-No es bueno que la escuela avale la falta a clases como acción consecuente de la falta de ganas de venir, pues si no mañana habría menos de 50 alumnos y 3 profesores en todo el colegio. No, claro que no es provechoso que la escuela proceda así. Antes que cualquier otra cosa, la falta de Armoa es injustificada, en razón de lo cual le corresponderá una sanción que consistirá en plumerear los diccionarios, que según he podido inferir llevan años sin ser consultados.

La segunda y última parte refiere a las supuestas justificaciones de faltas de los 15 restantes protagonistas de la ausencia en masa del 17 de julio. Convocados por mí a dialogar, uno a uno fueron reconociendo que no habían viajado a ningún lado, ni arreglado acondicionadores, ni cuidado de sus abuelos, ni ido a escuchar al politólogo que disertó en el Centro Cultural, ni recibido visitas de participantes de un intercambio educativo con Francia, por citar apenas algunas de las confesiones.
Cabe acotar que el aparente espíritu de grupo que los encaminó a faltar todos juntos se desvaneció tan pronto pregunté de quién había sido la idea. Escuché más de diez apellidos distintos. Ninguno mencionó el propio. Todos dijeron haber faltado por presión de los demás.

Es decir que estamos en presencia de una triple falta: la ausencia injustificada, la mentira y la acusación propia de los cobardes en vez de la asunción de responsabilidades de los que obrando mal en primera instancia empiezan a redimirse al hacerse cargo de sus actos. Dada la gravedad de la falta, tomaré un tiempo más antes de definir el castigo, pues temo que la indignación que me provoca me conduzca a ser excesiva.

Por último, señora de Franconi, sepa que su posición frente a la verdad y su apuro por resolver verdaderos dilemas me empujan a pensar que no es usted el mejor ejemplo para estudiantes a los que debería inculcarles el valor de la paciencia, el razonamiento y la investigación. También respecto de usted tomaré un tiempo prudencial antes de decidir la sanción.

Es todo, estimada clase. Disculpen la interrupción. Buenas tardes".



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Alberto Enrique Ferreyra
Departamento de Ciencias de la Comunicación, Universidad de Río Cuarto Argentina.

 

Comentarios

@RENEDIVA

06/05/2006

Que verdad, Graciela!!! si sólo nos tomáramos un tiempo antes de decidir una sanción o tomar una decisión, cuánto mejor nos iría, no??? A veces la verdad nos aparece con un justificativo y en realidad... nada más lejos. Muy buen ejemplo. Susana  
@QUIQUERAF

06/05/2006

muy buena la dire...... eso es realmente justicia.  
@MARINA

06/05/2006

Excelente!!!!!!!!!