Cine para adultAs

Las películas porno para mujeres se expanden en el Primer Mundo. Con guiones elaborados, apuntan al placer femenino. El sexo explícito se combina con la ternura y hay conversación antes... ¡y después!

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¿Existen las películas pornográficas para mujeres? Y si es así, ¿de qué van? Al hablar de cine XXX para el público femenino, estas preguntas surgen casi inevitablemente, especialmente en la Argentina, donde esta tendencia todavía no echó raíces. Pero en otras partes del mundo, como Estados Unidos y algunos países de Europa, diferentes productoras incursionaron en este mercado, muchas veces deseoso de consumir, pero con pocas opciones para elegir. "La pornografía convencional tiene muy poco que ver con la mujer moderna y lo que ella quiere ver. Tratan de fantasías de hombres. En cambio, yo intento comunicar el placer y el deseo femenino", le cuenta a Clarín.com la directora Erika Lust, creadora de Lust -una productora de cine porno para mujeres-, Licenciada en Ciencias Políticas y feminista.

Una de las principales características de este género es que las directoras (en su mayoría son mujeres, como Lust, Candida Royalle y Veronica Hart) intentan darle un contexto a los encuentros sexuales: el juego previo y los besos tienen un espacio clave en sus películas. Además, muchas productoras, como Innocent Pictures, Stella Films o Comstock, buscan imprimir cierto realismo en el sexo, los personajes y las historias. Pero más allá de estos rasgos generales, cada una tiene sus particularidades.

Para averiguar qué es lo que este público busca en una porno, algunas realizadoras se guían por su propia experiencia e imaginación, mientras que otras también recurren a investigaciones de campo. Lust, que en 2005 ganó con "The Good Girl" el premio al mejor corto en el Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona (FICEB), explica cuáles son algunas de sus pretensiones: "Creo que quieren ver menos planos ginecológicos. Tampoco creo que quieran simplemente una película romántica. Quieren ver sexo explícito, pero lo quieren en un contexto y enfocado a su deseo y placer. Buscan entender la situación, quiénes son los personajes y por qué han llegado a ese momento".

Si bien esta tendencia todavía no se expandió por todo el mundo, ya lleva más de 20 años de desarrollo. Una de las pioneras del género es Candida Royalle, una ex actriz porno, que en 1984 creó su propia empresa de entretenimiento para adultos con una mirada femenina: Femme. Su primera película, que se llamó igual que la productora, salió al siguiente año y se convirtió en el primer largometraje de este estilo.

En sus comienzos, el género encontró cierta resistencia por parte de los hombres que manejaban la industria pornográfica, quienes no consideraban a las mujeres como posibles consumidoras. Pero con los años y el éxito de los filmes, de a poco se fue ganando su lugar en el mercado. Hoy, muchos sexshops de Europa y Estados Unidos, como Good Vibrations, se inclinan hacia un estilo más femenino y hasta se crearon canales de televisión por cable especialmente dedicados a este público, como Inpulse TV y Playgirl TV (aunque también tiene muchos televidentes gays). Sin embargo, a pesar de la trayectoria y expansión, algunos escépticos opinan que este género es sólo una denominación con objetivos publicitarios y que en realidad no se diferencia de las películas condicionadas tradicionales. Pero acaso, ¿no es posible otro cine porno?


(Por Ana Florian. De la Redacción de Clarín.com )

 

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