DIFERENCIEMOS ENTRE DICTADURA Y DEMOCRACIA


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Publicado por
@CECILYA

15/02/2015#N51569

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Estoy segura que quienes  comparten  este espacio  (no todos), prefieren  otra temática de lectura, no obstante, a mí me parece, que hay quienes solamente leen y no opinan pero les interesa  tambien otro tipo de reflexiones como a mí.

Esto que comparto simplemente es un pequeño fragmento del libro "Vivir entre Butacas" cuyos autores son Carlos Ullanovsky y Hugo Paredero  que narra la interesante vida del conocido empresario teatral Carlos Rottenberg, que hoy patrocina   varios espectáculos de éxito- Más allá que todo el libro es interesante, este fragmento explica lo que significa "realmente vivir en dictadura" lo que significan las persecusiones y la intolerancia, por supuesto aquí refiere al ámbito artístico, pero en realidad sabemos abarcó todos los ámbitos sociales, tambien me parece importante que no nos dejemos engañar con terminología que nada tiene que ver con la sociedad de hoy, creo que no hace falta que aclare que yo no quiero volver a esas épocas de terror.-Cecilya

Prohibiciones y amenazas: la dictadura

Alan Strang tenía 17 años y una patológica atracción sexual y religiosa por los caballos, ensangrentó a seis dejándolos ciegos, los montaba desnudo hasta llegar al orgasmo: el personaje creado por Peter Shaffer para su obra teatral Equus (1973) estaba basado en un episodio real. Tal vez la inmensa atracción por el teatro fuera para Rottemberg el mejor antídoto para sobrellevar la dictadura que sufrió la Argentina desde el 24 de marzo de 1976. Autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, la gran mayoría de los medios de comunicación usaron ese nombre artístico para mencionarla, cuando no bautizarla, y después se permitieron la simplificación Proceso.

Las comillas se atreverían con el tiempo. El segundo proyecto del Ateneo, después de Parra, fue Equus, dirigida por Cecilio Madanes. El material llegó al país con sello de prestigio internacional y eran varios los teatros que la pretendían. Los protagonistas iniciales iban a ser Luis Politti, en el rol del psiquiatra Martin Dysart, y Miguel Ángel Solá, joven egresado del Conservatorio de Arte Dramático que había tenido un par de experiencias en la escena independiente y debutaba en el teatro comercial, como Alan. Equus pudo estrenarse en agosto de 1976 después de varias pulseadas de Alejandro Romay con los militares, que desaprobaban que un actor se desnudara en escena y, encima, para montar caballos, animal castrense si los hay. Para Solá, la obra significó su salto al estrellato. Pero para Politti, lamentablemente, un sueño que no pudo ser porque las autoridades vetaron su nombre. El actor tampoco pudo disfrutar del éxito de No toquen a la nena, la película de Juan José Jusid que lo tenía como protagonista, estrenada también en esos días después de interminables conversaciones con los censores de turno.

Dos meses antes, Luis Politti había sido secuestrado y torturado con simulacros de fusilamiento por un escuadrón paramilitar. Se decía que la causa de esa detención fue su personificación del general Alejandro Lanusse en una película de 1973 (Los traidores, de Raymundo Gleyzer, asesinado en diciembre de 1976). El actor fue amenazado de muerte y le dieron cuarenta y ocho horas de plazo para abandonar el país: primero sería México, luego España. Allí murió en 1980, de una hepatitis mal curada, se dijo.

“Un dolor de cabeza en Buenos Aires te lo curás con una aspirina, pero un dolor de cabeza allá lejos te puede producir una mandarina en el bocho. Luis estaba muy angustiado, yo me inclino a pensar que parte de esa angustia suya contribuyó a su muerte. “

Así lo precisó entonces su amigo y colega de exilio Héctor Alterio. Otros artistas, como Duilio Marzio, Mercedes Sosa, Sergio Renán y Soledad Silveyra, fueron algunos de los amigos que estuvieron cerca de Politti ayudándolo en trances tan difíciles. Fue Duilio quien lo acompañó a Ezeiza cuando tuvo que emprender la desesperante ruta del exilio y quien encarnaría al psiquiatra Martin Dysart en Equus. Así lo reconoce Rottemberg:

“Los que supimos lo que son las prohibiciones en nuestro país, y lo digo porque las viví y trabajé con actores prohibidos en la época de la dictadura, somos muy respetuosos de lo que quiere decir ‘ser prohibido’. Entonces, me parece que hablar de censura en democracia es faltarles el respeto a los verdaderos prohibidos. Otro buen ejemplo de la utilización del “ser prohibido” lo dan actualmente algunas voces que declaran haber sido ‘prohibidas’ por el gobierno militar de 1976 en la televisión, cuando en realidad lo que motivó que ellas mismas decidieran no trabajar en ese medio, incluyendo juicios que algunas llevaron a la justicia, fue la aparición de un decreto público fijando un tope de sueldos máximos para las pantallas; cosa diametralmente distinta a ser prohibido en las sombras y con riesgo de vida.”

Y cuenta que en 1978, cuando hacían en la misma sala Posdata: Tu gato ha muerto, de James Kirkwood, con Luis Brandoni y Gerardo Romano y dirección de Emilio Alfaro

“Nos cansamos de recibir llamadas de amenazas de bombas que no explotaron. Al principio sacábamos a la gente de la sala. Con el acostumbramiento, ya solo nos fijábamos en los baños y si ningún espectador había dejado la sala en medio de la función, por si había dejado un explosivo bajo la butaca.”

Al verano siguiente se fue de vacaciones a Pinamar y descubrió que a la ciudad le hacía falta un teatro. Inauguró el Teatro del Mar, un café-concert que solo duraría tres días, y no por falta de espectadores sino, más bien, por la asistencia de otros. Armó una programación variada con nombres atractivos, pero tenía puestas todas sus fichas en la primera noche:

“Con dedicación preparé todo para la inauguración del 5 de enero, que sería con Mercedes Sosa. Estaba sorprendido porque, faltando una semana, no tenía la habilitación, aunque todo estaba en regla. Llegó la fecha y Mercedes en coche. Las entradas estaban a la venta pero, insólitamente, no se vendían mucho para ella. Eso ya mostraba la presunción de haberme equivocado de público y lugar –deduce Carlos–.  Con Mercedes sentada en su coche en la puerta de la sala, fui a ver al intendente, quien me dijo que no me podría habilitar ‘porque tenía unos canteros con plantas que obstaculizaban la salida’. Recién ahí caí: no permitirían que Sosa actuara.”

Al final le dijeron que era una orden que venía desde La Plata y, por supuesto, que debía cumplirse. Ese sería el detonante para que la gran cantante abandonara el país hasta su vuelta, en 1982, casi al regreso de la democracia.

“La historia de la Mamma con Carlitos es hermosa, porque él era un jovencito con todo el empuje que le daba la edad cuando se conocieron. Contrató unos conciertos de la Mamma en plena dictadura, para inaugurar un teatro en Pinamar. Por supuesto que los militares no le permitieron concretar el proyecto y le clausuraron la sala antes de inaugurarla. Esos conciertos frustrados fueron lo que la llevaron a la Mamma a concretar una decisión que ya tenía pensada: partir al exilio. Luego el tiempo volvió a reunirlos en varias oportunidades. La Mamma creció como artista y Carlitos como promotor y empresario de espectáculos teatrales. Para la Mamma siempre fue Carlitos, por el cariño y la gratitud. Ya grande, siempre mimó a mi madre, siempre se da tiempo para recibirnos y darnos una mano. Tenemos palabras de agradecimiento por su inteligencia y coraje”. Fabián Matus.

En la tercera y última noche del Teatro del Mar, Marikena Monti cantaba canciones de Jacques Brel cuando llegaron dos inspectores de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), no precisamente como público. Venían con la intención de grabar lo que ella cantaba y evaluar su contenido. El recital era en francés y la única que conocía el idioma tuvo que sentarse con ellos a traducirles las canciones. Era Rosita, hermana del precoz empresario y, a la sazón, acomodadora de la sala. Carlitos lo revive: “En cada tema le preguntaban qué decía, buscando lo subversivo del mensaje, y Rosita, por las dudas, repetía: ‘Habla del amor… es sobre el amor’”. Todo el tiempo decía lo mismo la improvisada traductora de los servicios.

Pero por encima de eso estaba este fulano que la había contratado a la subversiva Mercedes Sosa, “averiguame quién es”.

Por una llamada de su padre, Carlos entregó las llaves del teatro, armó el bolso y rajó, más que viajó, a Buenos Aires. Allí se encontró con otro panorama, no más feliz:

“Esa misma noche habían ingresado por los palieres de servicio del edificio donde vivíamos, y en todos los departamentos habían pasado un volante amenazador por debajo de las puertas. Sin embargo, me asusté más cuando llegué a Buenos Aires y vi que tampoco podía dormir en casa. De todas maneras, la lógica de la juventud, no la de la realidad de ese momento, me hacía pensar que nada podía pasarme porque no había hecho nada. Esa lógica pura, que al crecer confirmé que no era exacta y estaba lejos del ideario militar, me daba cierta tranquilidad. Además, ya hacía cuatro temporadas que era “empresario” y descontaba que eso se sabía para confirmar que lo que hacía era una programación artística y no política.”

Tanto fue el miedo, que se aprendió de memoria el texto de los panfletos, pero no guardó ninguno. Sí conservó en su memoria que los vecinos llamaron a reunión de consorcio, ya que amenazaban con “volarles el departamento como primera medida si aceptaban en el edificio a un apañador de subversivos”.

“Sin embargo, indiscutiblemente por el conocimiento que de mi familia se tenía, resolvieron apoyarnos y nadie se movió del lugar. Solo a mí por esos días me mandaron a dormir a la casa de un abogado amigo de la familia.”

En 2012, su amigo Luis Brandoni fue a visitarlo con un regalo. Mientras estaba acomodando la biblioteca de su casa, al actor se le cayó un libro y de él saltaron un par de volantes de esos que treinta y seis años atrás irrumpieron amenazantes en el edificio. Los había guardado. “Me obligué a leerlos con una sensación muy extraña de curiosidad y miedo”, dice Rottemberg. Hoy están enmarcados en las oficinas, quien quiera leer, que lea.

Pero si aquel verano de 1979 lo tuvo a mal traer en Pinamar, fue una gran suerte que no dieran con él en Mar del Plata, donde la SIDE lo buscaba. Una noche de aquel enero, en el recién estrenado teatro Corrientes, paró un auto frente a la sala donde se exhibía Pijama de seda.

“Dejando su auto mal estacionado, se acercó un tipo muy canchero, bronceado, suéter amarillo, muy de verano. ‘No se puede estacionar ahí’, le dije. ‘Yo sí puedo estacionar’, me dijo el tipo. Recuerdo que estaba el inspector Rodríguez, de la Sociedad de Actores, que vio todo. Y el tipo me dice: ‘¿El señor Rottemberg se encuentra?’. ‘No, no se encuentra.’ ‘¿Cómo que no se encuentra?’ ‘¿No está en Mar del Plata?’ ‘¿Cómo que no está en Mar del Plata? ¿Dónde está?’ ‘No lo sé, él tiene salas en varios lados’. ‘Tiene que acompañarme’, me dijo el tipo. ‘¿Adónde?’ ‘A la SIDE’. ‘Pero estoy trabajando, estamos en plena función.’ ‘Venga que no le va a pasar nada.’ Y fui. ‘Ricardo, me llevan a la SIDE’, alcancé a gritarle al boletero. Dimos varias vueltas sin alejarnos mucho del centro hasta que nos fuimos más lejos. Me hicieron bajar ante un chalet. Me asusté cuando entramos, era un lugar totalmente vacío, paredes grises, una mesa de lata y dos sillas grises, ese gris comisaría. Lo primero que me preguntaron fue si Carlos Rottemberg era comunista. ‘¿Anda en células?’ ‘¿Por qué contrata a cantantes comunistas?, ¿es guerrillero?’ Me acuerdo que le dije con asombro: ‘Él es empresario de teatro’. Les conté de los panfletos en Buenos Aires. El tipo llamó, posiblemente a un superior, y comunicó ese dato. Me devolvieron al teatro y me dijeron: ‘Buenas noches y disculpe la molestia’. Fernando Haidar

“Por el miedo de lo de Pinamar no quise estrenar Convivencia, de Oscar Viale, que lo tenía firmado para ese 1979. Se lo pasé a María Luz Regás para el Regina, que fue donde finalmente se estrenó. Antes había viajado hasta Cariló para ofrecérselo a Sebastián Martínez, dueño del Premier, pero no lo quiso por el temor del momento.”

Carlos admite que, en general, los militares no se metían con el teatro profesional.

“La mira estaba en la tele, el cine y ámbitos oficiales. Yo hice un comercial de Posdata… para cine, ya que Lococo me permitiría pasarlo en todas sus salas antes del comienzo de las películas –recordemos que desde 1977 éramos socios en el Alfil–, y el aviso tuvo que levantarse a los dos días de proyectarse porque se objetaba la presencia de Brandoni en los cines.”

Lejos de ponerse de ejemplo cual manual sobre “cómo resistir dictaduras”, sí valora que “pude trabajar con casi todos”. Por ejemplo, mientras con Bárbara Mujica y Miguel Ángel Solá hacía El águila de dos cabezas, de Jean Cocteau en el Empire, cenaba con Hugo Sofovich en Fechoría. “Creo que por ese, llamémoslo ‘equilibrio’, tuve mis mejores años de estrenos con los autores nacionales cuestionados.” El “casi” es por Norma Aleandro, con quien nunca se dio. “Cada vez que nos cruzamos, hasta hoy, nos seguimos declarando vírgenes uno del otro. Pero nunca se sabe… Como le gustaba repetir a Santiago Gómez Cou: ‘Todo llega en esta vida, hasta los decorados’.”

Parafraseando al actor uruguayo-argentino, y en alusión al telón de fondo del título, a casi cuarenta años del golpe podría decirse: “Todo llega en esta vida, hasta la democracia”.

 

 

Comentarios

@ANSOGUAT

15/02/2015



Ceci, te soy sincero, solo leì 2 renglones ya que tengo un dìa un tanto difìcil y no me puedo concentrar en el escrito que como siempre infiero debe ser muy interesante como todo lo que subìs, solo decirte que emn Democracia todo se puede, sin ir mas allà de la ley, las dictaduras son eso dictaduras, la palabra habla por si sola y si algo no le falta a este gobierno entre tantos deaguisados que cometiò y comete, digo  si algo le admiro es la gran libertad de expresíon que hay, seràn lo que seràn y sabès como pienso, pero no se puede negar que se habla de cualquier cosa en cualquier lugar y a cualquier hora, te dejo un abrazo de gol cuerva, aguante el Ciclòn

   
@ANSOGUAT

15/02/2015



Y a mì me quedò grabado como nos querian  vender  el " LOS ARGENTINOS SOMOS DERECHOS  Y HUMANOS " yo agregarìa " NO TODOS "  
@CECILYA

16/02/2015



Ana y Ric, un comentario más sobre el libro, fue una sorpresa para mí cuando habla de la Sra Mirta Legrand y su relación con él diciendo que son y fueron por años muy buenos amigos habla de su esposo Daniel Tinayre con quien tenía tambien una gran amistad. Bien, lo sorprendente fue que afirma que los almuerzos fueron desde el inicio y por muchos años realmente muy interesantes, concurrían  distintas personalidades de la cultura, del deporte, la política, había absoluta pluralidad de ideas y ella aportaba una mediación criteriosa, con el tiempo la gente cambia, o no encontró la brújula de su marido y se fue tornando en lo que es hoy para mí, una militante política a favor de un sector dominante, ojo que tiene derecho, aunque a mi me repugne tambien su estilo, quien crea que le aporta algo que la disfrute. No es otra cosa que una metamorfosis más como tantas.- Cecilya  
@AMIX

16/02/2015



Ceci, si bien creo que estamos unidos por el hilo de la esencia que permitimos asomar sin cegarnos por custiones ideologicas, este texto no une mas aun porque pertenece a nuestro doloroso pasado y la reivindicacion de nuestros derechos humanos y ciudadanos, y recordar esos duros momentos no es atributo del gobierno actual, sino que esta en la conciencia y en la memoria de quienes vivimos esta historia y sabemos de que lado estamos. Esto no quita de que mi mente sigue abierta a aceptar a la sra. Mirtha Legrand y no decir por ejemplo que me repugna el sr. Jorge Dorio, que ademas de ser un imbécil desde hace mucho tiempo, ahora conduce el pasquin panfletario que conocemos como 6-7-8. Cecilia te aseguro que Mirtha no es santa de mi devoción y que jamas escribiría publicamente lo que acabo de escribir, pero sos vos como representante del oficialismo la que me habilita, porque yo tambien, aunque vos no lo creas amo la libertad y la igualdad, por lo tanto me expreso del mismo modo que vos hablando en términos de repugnancia, lo cual en general no me agrada.  
@CECILYA

16/02/2015



Amix, tenes derecho a opinar lo que qui

 

 

 

 

 

 

Amix, mi nota no estaba dirigida a Vos, además,  yo claramente me hago cargo de lo que digo, jamás hecho culpa a otro de mis opiniones tendrás que hacer lo mismo, sin depositarme la responsailidad. Aparte, te propones descalificame con eso de que represento al gobierno? no podes creer que sea ideológico nada más, no lo vas a lograr tengo mi espacio igual que Vos y lo aprovecho, pero claro distinto enemigo cada cual por su camino.Cecilya

 

 

 

 

   
@AMIX

16/02/2015



Cecilia, todo lo que publiques en tanto sea público tambien está dirigido a mi. Desde el momento que escribo me hago cargo, pero puedo alegar motivaciones por las que escribo, en ningún momento te culpo. Creía que las personas afines al gobierno se sentían orgullosas de ello, no pensé que eso te hace sentir descalificada, del mismo modo que no me siento descalificado por no ser afin al mismo. Y en cuanto a lo ideológico no pretendo ni compararme ni caminar al lado tuyo, ni tampoco hacer auto-bombo de un progresismo retórico, yo se donde me encuadro y no necesito declamar por ello. Los espacios son una cosa dinámica y relativa, salvo que estés militando y aun las militancias están en constante cambio, de modo que muchos de "nuestros" espacios se han de tocar, el asunto es alivianar el lenguaje y no arrogarse el derecho de hablar mal de lo que no se alínea con el "modelo" Y por último decirte que el gran problema del modelo K es que alrededor siente que tiene enemigos y en general no es lo que siento, al menos segun mi punto de vista no es bueno hablar de enemigos, porque sinceramente yo a un enemigo lo quiero muerto, en cambio a un adversario lo necesito para afianzar mis pensamientos.  
@OJOSVERDES

16/02/2015



considerar a un hermano argentino un enemigo es una barbaridad.

ceci, te quiero mucho, te admiro y tus comentarios a traves de tantos años siempre fueron respetuosos.  ojala muchos tuvieran tu altura.

y como puede haber gente suceptible, no hablo de nadie en particular, ni de ningun partido, solo me dirijo a vos como generadora del tema, que me hace acordar el nivel de posteos de hace años.

que bueno que se pueda dialogar sin pelear! y sin considerar al que piensa distinto, que es el enemigo!!!  
@CECILYA

16/02/2015



Amiga Majo, de paso te digo que en cuanto pueda iré a las guitarreadas, recuerdo haberlo pasado muy bien,  no es por quedar bien con Vos, yo tambien te admiro tenes un envidiable poder de síntesis y una manera sencilla de decir lo que pensas eso en mi escala de valores es mucho. Pero te quiero aclarar algo, cuando hablo de enemigo jamás, jamás me refiero ni a Amir ni a nadie de los que estamos en el llano y además como yo tenemos posición tomada, no te dejes llevar por una palabra porque puede ser que esté erróneamente empleada o que como en mi caso intento impulsar un razonamiento, pero no hacer proselitismo porque me parece que no es el lugar.Entonces yo tengo identificado un enemigo de acuerdo a mi criterio y te puedo asegurar que no son ciudadanos comunes, contra eso yo lucho pero no en la última década sino toda mi vida - Un gusto Majito como siempre-Cecilya  
@CECILYA

16/02/2015



Amir, cuando se de la oportunidad, si querés, debatimos lo que Vos llamás el modelo K, evidentemente de esta manera lleva a confusiones y a mi no me interesa debatir desde lo personal porque no aporta nada, en realidad a quien le importa lo que opinas de mí y viceversa además, desvía el objetivo de mi nota, hasta cuando quieras-Cecilya