descubriendo-me

Existe una etapa en mi vida, después de haber pasado por distintos motivos y momentos, después de haber madurado los mejores momentos de la vida, en que empiezo a descubrir los verdaderos placeres de ella, en donde las cosas no las hago por obligación, sino con el placer de poder disfrutar plenamente de cada  cosa que me toca vivir;  porque nunca fui tan conciente de mi existencia como ahora; nunca me senti tan protagonista de mi vida y nunca disfrute tanto de cada momento de mi vida, como ahora, estando acompañada o queriendo estar sola, en que la madurez me regala ese tiempo para mi.

Descubro de a poco al ser humano que sencillamente soy, con mis miserias y mis grandezas. Descubro que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás. Y, a pesar de ello quererme mucho.

Cuando me miro al espejo, ya no busco a la que fuí en el pasado...sonrío a la que soy HOY... me alegro del camino andado, y asumo mis contradicciones. Siento que debo saludar a la joven que fui, con cariño, pero dejarla con las vivencias de ese tiempo que me permitieron hoy ser quien soy. ¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los sueños!

La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan atemporal que cuando comence a aprenderlo, me fui dando cuenta que queda menos tiempo para disfrutarlo y ponerlo en práctica.

"Los seres humanos tardamos mucho en madurar". 

Las realidades más grandes  y más bellas las tendré cuanto menos las posea y menos las retenga.

Si quiero tener el mar, lo contémplo, abro mis manos en sus aguas y todo el mar estará en ellas. Porque si cierro mis manos para retenerlo, se quedarán vacias.

Si quiero tener un amigo peregrino, lo dejo marchar y lo tendré... porque si lo retengo para poseerlo, lo estaré perdiendo y tendré un prisionero.

Si quiero tener el viento, extiendo mis brazos, abro mis manos y todo el viento será mío, porque si quiero retenerlo me quedaré sin nada.

Si quiero tener a mi hijo, debo dejarlo crecer, dejarlo partir y que se aleje... lo tendré maduro cuando regrese, porque si lo tengo poseído, lo pierdo para siempre.

Si quiero tener el sol y gozar de su luz maravillosa, abro los ojos y lo contemplo... porque si los cierro para retener la luz que ya alcance, me quedaré a oscuras.

Si quiero vivir el gozo de TENER, debo liberarme de la manía de POSEER Y RETENER. Gozar de la mariposa que revolotea, gozar del río que corre huidizo, gozar de la flor que se abre de cara al cielo gozar teniendo todo, sin poseerlo y sin retenerlo.

Sólo así gozaré de la vida, sabiendo que la tengo sin poseerla y dejándola correr sin retenerla. 

"Que mis momentos sean de paz y todos los días sean grandiosos".

¡Re-descubriendome sabiendo que lo tendré todo en la medida en que lo de todo!.

 

@MARASEXY

 

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