E MAILS, CELUS,... JAQUEAN A LOS INFIELES


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Publicado por
@AMANDAA

07/09/2007#N17314

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Los e-mails y los mensajes de texto ponen en jaque a los infieles de hoy
Computadoras y celulares usados con descuido pueden ser un arma mortal contra la infidelidad. Cada vez se descubren más casos siguiendo las pistas electrónicas: se estima que pueden llegar a 6 de cada 10.
Gisele Sousa Dias

De un manotazo torpe, minimizará la ventana del Messenger cuando su pareja aceche. Creará una relación carnal y simbiótica con su celular: clavado en la cintura, cada vez que vibre recordará por qué creyó que el silencio eludiría la amenaza de ser descubierto. Pero la tecnología se convirtió en enemiga íntima de los infieles modernos: sólo un mensaje de texto, un historial que no fue eliminado o un mail que espera en la bandeja de correo enviado divide la presunción de la prueba. Las agencias de detectives locales ya lo registran: mails y mensajes de texto son el vehículo de hasta el 60% de las infidelidades.

De desencriptar lo críptico, de eso se trata. "Cada vez más personas quieren averiguar la contraseña de la casilla de correo de sus parejas, acceder al registro de chats y a los mensajes de texto que envían y reciben", contó a Clarín Fernando González, detective de Sitec investigaciones. Según sus registros, "hoy, al menos 6 de cada 10 infidelidades se descubren por algún episodio relacionado con un mensaje o un mail". En Italia, la cifra debería conducir a los más tramposos, al menos, a cuestionarse sus métodos: un estudio de la firma de detectives Tomponzi Investigation, dice que hoy 9 de cada 10 infidelidades parten de los mensajes.

La tendencia también se evidencia desde otros escenarios: "La infidelidad es una de las causales más comunes de divorcio. Se cree que 7 de cada 10 hombres y 5 de cada 10 mujeres son infieles", aportó Viviana Koffman, abogada especialista en derecho de familia. "En los últimos 2 años, aumentaron hasta un 50% los casos de personas que se enteran que son engañadas revisando mails y mensajes". La abogada Haydee Birgin coincidió: "Al menos 6 de cada 10 juicios de divorcio nacen de mails o SMS que se descubren". Una encuesta del diario británico "The Independent" indica que el 72% de las mujeres casadas revisaría sin culpas el celular del marido.

¿Es el fin de las persecuciones dignas de un policial negro?: "Hoy basta con instalar un programa espía para saber hasta qué teclas oprimió el sospechoso. Se puede pedir un listado de llamadas y mensajes y hasta poner un GPS en el auto que indica hasta si se abrió la puerta del acompañante", contó David Giovine, titular de DG investigaciones. Y opina: "La tecnología ayudó más a quien quiere desenmascarar que al que pretende quedar impune después de la infidelidad".

Los casos dejan evidencia. Probó con el número de documento, con la fecha de cumpleaños y hasta con una palabra absurda. Hasta que el que era su novio descubrió la puerta de entrada a ese espacio que suele debatirse entre lo que debería ser público en la pareja y lo que debería ser privado: el correo electrónico. "Descubrió mi clave pero no me lo dijo, sólo empezó un seguimiento mudo. Cuando las juntó, las pruebas eran irrefutables", cuenta Anabela, de 25 años. "Empecé por revisar la agenda del celular de mi mujer. Tenía un teléfono de una tal doctora Hebbert, pero no le presté atención", cuenta Jorge, de 52. "Ella sabía cómo moverse: borraba los mensajes y tenía el celular siempre en vibrador. Nunca imaginó que yo iba a terminar leyendo un mensaje en el que le decía que la extrañaba. Obvio: era un hombre con un nombre falso".

Existe, claro, el manual del infiel siglo XXI: desde borrar los mensajes (¿acaso una casilla siempre vacía no debería ser más sospechosa que una llena?), hasta ensayar caras frente al espejo para fingir una reacción si el mensaje cae en mal momento.

Sea virtual o real, el triángulo amoroso provoca fascinación: "La tecnología escuda al adúltero en el anonimato. Permite una relación clandestina; y lo oculto agrada y desinhibe", plantea Daniel Pinedo, de la agencia Troyan. "La práctica de la infidelidad es mayor en los hombres por su exceso de poder. Ellos dirigen la ternura hacia la esposa, que es vista como madre, y el deseo apasionado hacia la amante con la que pueden expresar los aspectos más transgresores de su sexualidad", explicó la psicóloga Irene Meler.

Difícil saber si la mujer engaña menos, o es más prolija. La infidelidad mediada por la tecnología no parece tener derecho de exclusividad. El que esté libre de pecado que presione la primera tecla.


 

Comentarios

@AMANDAA

07/09/2007

Todo cambia.. casi no se necesita de un "detective privado"... ahora basta con conocer una clave que abre muchas puertas... una clave que reemplaza la busqueda febril de las antiguas esposas revisando bolsillos o escuchando conversaciones... Puede que sea todo "virtual", pero no deja de ser infidelidad. Y segun las estadisticas, los hombres siguen llevando la delantera, una triste delantera.