El periodista Natalio Botana

El doctor Natalio Botana fue el primer disertante del ciclo de conferencias Argentina, por lucha por la libertad de prensa en un país olvidadizo !!



El prestigioso intelectual hizo un recorrido lúcido y claro por conceptos tomando como eje la historia para resaltar la importancia de fortalecer la tradición republicana a partir del fortalecimiento de las instituciones.

La República es un gran elemento de la política occidental ,dijo Botana, quien señaló que en el presente, los hombres y mujeres que integramos las sociedades modernas somos sujetos solicitados por dos mundos, el de la cosa pública que tiene que ver con cómo gobernarnos; y el de la vida privada en el que cada uno, salvo una pequeña oligarquía, debe trabajar para vivir”.
Este concepto, a juicio del reconocido disertante “ha generado un cambio de trascendencia gigantesca porque permitió inventar el sistema representativo que es el que rige la vida en democracia”.

“Como todos no estamos preparados para participar activamente en la vida pública, es necesario delegar con nuestro voto libre y espero que transparente en un cuerpo limitado de ciudadanos y ciudadanas la responsabilidad de gobernar en nombre de todos y ese es un problema muy fácil de enunciar, pero sumamente difícil de resolver en la práctica”, explicó.

En este momento de la exposición las consideraciones del columnista del diario La Nación giraron en torno de los inconvenientes que genera en el funcionamiento del sistema representativo “las dificultades que los argentinos tienen para identificarse con los representantes que eligen”.

“Desde la clave representativa, la república plantea un serio problema de distancia que antes no existía”, acotó y con sólidos argumentos reforzó su hipótesis de que “no hay un buen sistema representativo sin un sistema de partidos políticos capaz de garantizar la igualdad de condiciones a las distintas fuerzas en su posibilidad de acceder al poder y hacer uso de ese maravilloso don de la política moderna que es la alternancia”.



Mejor calidad en las instituciones



Así como no hay sistema representativo sin partidos, no hay república sin instituciones. Esa resultó la premisa fundamental de Natalio Botana. “La República es la dimensión institucional gracias a la cual podemos estructurar una nación pacífica en el concierto mundial. Desde que comenzó a practicarse la experiencia republicana, no hay república sin instituciones. Históricamente se inventaban instituciones para dirimir conflictos; nosotros las tenemos escritas”, reflexionó, al tiempo que sentenció: “El problema de los argentinos es que aunque las tenemos escritas, las instituciones no viven en nuestra conciencia ni nos sentimos protegidos por ellas; revertir esto es el desafío de las nuevas generaciones”.

En una apelación clara a la acción, Natalio Botana hizo referencia a los derechos y destacó el papel de las instituciones como garantes del cumplimiento de los mismos. “Las instituciones son las mediadoras de los derechos, sin ellas hay derechos caligráficos, escritos por Alberdi, por Sarmiento, pero que están ahí como meras promesas, como barreras de papel cuando una institución es una barrera vital”.



La obligación política



Ratificando el rol del Estado como generador de confianza en las instituciones, Natalio Botana centralizó sus conceptualizaciones en un aspecto central: la obligación política.
“Muchas veces nos olvidamos que todo este complejo republicano no es un don gratuito, las instituciones y esa traducción de los derechos en instituciones existe en la medida que nosotros asumamos un concepto muy difícil que llamo la obligación política”, afirmó.

“Si tenemos derechos en una República es porque estamos obligados hacia ellos y para tener derechos hay que pagarlos”, sentenció en lo que calificó como una premisa fundamental del sistema republicano.

“Estoy diciendo una cosa muy brutal, pero cualquier gobernante honesto sabe que esto es así y lo padece; los derechos y las instituciones cuestan dinero; el Estado no es una entelequia que se autofinancia”, agregó en una parte de su disertación en la que referenció de manera directa vértices de la historia argentina reciente en la que no se respetaba este acuerdo tácito.

“El contrato fiscal se está mejorando lentamente por el lado del contribuyente, pero la contraparte del Estado de bienestar se hace todavía menos perceptible”, opinó en lo que significó el planteo de otro problema argentino: el clientelismo.

“Todavía no hemos eliminado de la política argentina, el clientelismo, es decir el uso de los recursos del Estado para reproducir su propio poder”.

Al respecto, abundó en precisiones sobre la existencia de un Estado que no es neutral en la distribución de los recursos y que funciona como una maquinaria arbitraria que, según precisó, “entrega recursos de acuerdo al cálculo político de la relación de fuerzas que un determinado dirigente hace de las instituciones”.



Concertación ciudadana

Sobre el final de la charla, que ofreció de pie ante un auditorio atento, y previo al inicio del debate en el que el intercambio con el público fue abierto y generoso, Natalio Botana trazó algunos lineamientos rectores de cara al futuro.

En el marco de lo que fueron sus planteos sobre los desafíos que Argentina enfrenta de cara al Bicentenario de su Revolución Nacional y valorizando el valor de la escuela como institución garante de derechos por excelencia, apuntó a la necesidad de avanzar en un “programa de concertación ciudadana capaz de propiciar la reconstrucción de las instituciones”.

En su opinión esto permitiría establecer un Estado universal, al servicio de todos.

En este punto, y con claras apelaciones a la paz como herramienta de fortalecimiento de la República, Natalio Botana hizo mención a la desigualdad a la que calificó como “la gran dificultad a resolver”.

“Uno de los problemas más graves de la humanidad es el hacinamiento. En el Siglo XXI por primera vez en la historia el mundo de hacina; el planeta se transforma en un espacio de hacinamiento y allí estalla con un vigor espantoso lo peor de la naturaleza humana hacinada que es la desigualdad, conglomerados gigantescos con la riqueza más ostensible, rodeada de la miseria más ostensible. Esta es la tendencia mundial y a veces tengo la impresión que en Argentina no nospreocupamos tanto por leer esos signos de los tiempos, cuanto de reproducir el problema y eso es realmente complicado”, explicó.

Para cerrar sus reflexiones ,
Natalio Botana se valió de “la independencia que nos propone el oficio” para señalar con una claridad intelectual precisa que “el deber de todos nosotros es aprender a entregar cada día un poquito más de nuestra conciencia a la dimensión pública de la vida”.

“Esto es muy difícil; los afectos, los amores, el rigor y el encanto de la vida privada tienen mucha fuerza; pero una República exclusivamente basada en la vida privada, está condenada al fracaso; como lo está una República exclusivamente basada en la vida pública. Yo los convoco sinceramente y con enorme afecto a que procuremos ensayar esta síntesis tan difícil y a la vez tan
necesaria para tener una República”, concluyó.

 

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