MIS AMIGOS DEL OTRO SEXO

Mis amigos de otro sexo
por Sandra Lustgarten / Julio 18 de 2008
"A veces resulta comprometido tener que escaparte de la seducción de tu mejor amigo, no podes denunciarlo abiertamente, te sentís un tanto incómoda, se desvirtúa el verdadero objetivo de la relación ya que las intensiones difieren entre ambos, pretende algo más de lo que expresa, y no se da cuenta que siempre te ocasiona problemas con tu pareja, cuestiona tus salidas, nadie te merece".
 
Pero igual, créanme o no, sólo tenemos una relación de amistad, aunque parezca demasiado amable, demasiado atento a lo que me pasa, me llama más de la cuenta y me consulta todo lo que hace y está próximo a mí en todo momento, y siempre dispuesto a hacer por mí. "Sólo quiero una relación de amistad", afirma, y es probable que aspire a más pero trato de ser clara en lo que respecta a las posibilidades que tenemos en un futuro, intenta aconsejarme cuando no se lo pido y siempre descalifica a mi pareja, creo que se siente celoso, pero no quiero perder su amistad.
 

 

En muchas parejas las amistades no compartidas causan disturbios y afectan considerablemente la relación. ¿Dónde están los límites precisos que pueden dar tranquilidad al otro? No se sabe hasta dónde está o no delimitada la amistad, y aunque haya áreas en las cuales la pareja sienta que no tiene ni voz ni voto, esto es algo que trae conflictos de gran envergadura.

¿Qué cosas se comparten con un amigo de otro sexo? Depende de cada persona. Algunas sienten que es su mejor confidente porque ¿quién aconsejara mejor sobre la visión masculina que un amigo hombre y viceversa? Pero siempre algunos temas despabilan fantasías, y éstas son estimuladoras, entonces aparece la desconfianza y el temor sobre una relación engañosa.

 

También es cierto que muchas parejas bien constituidas aprendieron a conocerse en un terreno amistoso hasta que se dieron cuenta que congeniaban en casi todo y que lo que los unía era algo más que amistad.

 

Las historias de amigos consoladores de crisis de pareja dan que hablar, son tan buen oído que terminan encontrándose en una relación apasionada, sin querer, con la mejor amiga, y después deviene el arrepentimiento porque es difícil volver atrás.

 

Además, en general, los mejores amigos despiertan un atractivo porque todo está bien siempre, te halagan, te estimulan, ven siempre el problema en el otro y te dicen lo que querés escuchar porque en definitiva lo único que no quieren es arriesgarse a perderte.

Por lo tanto saben ganarse tu confianza y tratan de mantenerla.

 

Por supuesto que no nos causa gracia que nuestra pareja esté llena de amigos o amigas, siempre son un "pelotazo en contra". Los llamados vespertinos causan serias disputas y los pedidos de auxilio a deshora también, acosan, invaden terrenos de la pareja y se ven como personas que se sienten con derechos de exclusividad.

 

Siempre existe alguno que se pasa de la raya y manda un mensajito de texto que produce picazón. Esto lleva a conductas de evitación porque ¿quién podría creer que sólo se trata de una broma o de un juego?

 

Cuando se quedan "colgados" porque no hicieron programa llaman para averiguar si estás ocupado y te intentan hacer sentir culpable, por lo tanto te ves en obligaciones que no tenías planeadas, como invitarlo a la salida de a dos, a lo que se suman sin prejuicio y se siente toda una invasión. Y terminás pasando una noche de perros porque se aburren los tres y además tuviste que cambiar todos tus planes.

 

Pero también los amigos son absolutamente necesarios cuando las cosas funcionan mal y estás deprimido, cuando tu pareja te dejó por otra, cuando se fue de viaje y lo extrañás, o cuando necesitás un consejo porque no tenés respuestas y te sentís en un acertijo.

 

Algunos sienten que sos de su propiedad y te celan sobremanera, evitan que tengas otros amigos para que no les escatimes tiempo y sienten una fuerte herida narcisística si les hablás de otros amigos, o no los incluís para invitarlo a un viaje, o no los llamás para una fiesta.

 

Todos necesitamos de la amistad, y cuando las cosas en dicha relación están bien planteadas puede perdurar en el tiempo. Pero si se malentienden mensajes o existen éstos en forma subliminal despiertan equívocos que pueden llevar a grandes sufrimientos.

 

Algunas parejas celosas de las amistades limitan las relaciones con terceros, y si por alguna eventualidad se rompe la pareja quedás en el "desierto amistoso". Los rencores de los abandonos de épocas en que te sentiste acompañada y permitiste que te dominen y controlen respecto a las elecciones provocan resentimientos que llevan a grandes pérdidas de amistades valiosas.

 

Siempre tené en cuenta que una pareja puede durarte un tiempo, pero que un amigo puede serlo para toda la vida, que nadie tiene el derecho ganado de decirte ni autorizarte a que tengas un amigo, ni tampoco a desautorizarte, que sólo vos podes establecer cuáles son las reglas y que si quiere compartir tus amistades por supuesto que podés incluirlo, pero si no quiere hacerlo es su decisión y debe hacerse cargo. Pero no tenés por qué dejar de tener amigos porque los demás no son sociables o tienen celos, éstas como otras son cuestiones que cada quien debe elaborar por sí mismo.

 

Siempre he considerado la amistad como una fuente de riqueza. De los amigos también se aprende, sirven para fortalecerte en aquellos momentos críticos de tu vida y muchas veces suelen acompañarte desinteresadamente, colaboran con su propia experiencia porque también aprendés de los sucesos que atraviesan en tu vida.

 

Pero también pienso que no podemos considerar a todos verdaderos amigos, que la amistad se va sembrando de a poco y fortaleciendo y que decir que alguien es amigo implica un reconocimiento como tal en el tiempo y poder discriminar si sus  expectativas son las mismas o si la relación para él tiene otros intereses.

 

En el día del amigo, te propongo que te acerques a quienes son tus amigos y reconfirmes cuánto los querés porque los amigos también tienen el derecho de saber cada tanto que seguís teniendo los mismos sentimientos hacia ellos y que, por ahí por diferentes causas, no les pudiste decir últimamente cuánto los aprecias. Nunca es tarde y es una forma de cuidar la amistad.

 

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