Una decisión complicada - 4a entrega


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Escrito por
@EMILEO

12/05/2011#N36224

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Capítulo 2 -   Comienzan las dificultades

 

 
- “Yo no sé que opinan ustedes, pero para mí que a Juan se le reviró el balero con la guita que sacó a la Lotería. No hace más que hablar de cambiar el curso de la humanidad, de modificar algún aspecto que ayude a salvar al planeta. Me tiene podrido, cada semana viene con una nueva idea para preguntarme que opino.”

 - “Si, a mi también. Y no es una conversación en general como cualquiera puede plantear, no es una charla sobre ecología, sobre economía o sobre la condición humana. Se pone obsesivo con los detalles, con las consecuencias de cada variante. Te repito, para mi se le reviró el mate.”

 

- “Convengamos que Juan siempre fue un bicho raro. Buen tipo, pero un bicho raro. Cualquiera de nosotros con esa guita estaría viajando en cruceros por el mundo o rascándose el higo mientras disfruta de lo que nunca tuvo. Este loco sigue como si no hubiera ganado nada. Siete palos y lo único que hizo fue asegurarse la misma vida de mierda que hasta ahora, pero sin sobresaltos. Ni siquiera les cambió la casa a los viejos. Realmente un bicho raro”

             Esta charla sobre Juan empezó a ser frecuente. Nadie entendía el porqué de su actitud. No podían comprender su apatía ante la fortuna que ganó. Es más, Juan se fue encontrando con la dificultad inmensa de consultar a quienes creía confiables sin decirles para qué fin era la consulta. Y eso lo fue haciendo más pesado e intratable para todos sus conocidos.

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             Con una sorpresa ya a medias, al despertarse a la mañana siguiente de su encuentro con Arak, encontró sobre la mesa un billete de Lotería. Sin dudarlo, fue a la Casa de Beneficencia y Casinos con su documento a cobrar el premio y ahí le dijeron que era de siete millones. Los empleados del lugar comentaron que nunca habían visto un ganador de un pozo de los grandes con menos alegría al cobrar una cifra de esa magnitud.

             Cerró su oficina de reparación de computadoras, canceló el alquiler, dio de baja el teléfono y mandó todas las pertenencias de la oficina a un guardamuebles. Con la metódica concepción de quien encara una tarea, convirtió el dinero en dólares, encargó a una inmobiliaria de primer nivel la compra de quince propiedades y ordenó alquilarlas, con lo cual tenía una renta mensual que superaba todas sus necesidades. Le sobró  dinero, el cual dejó en parte en una caja de seguridad y en parte en una cuenta para disponer de el fácilmente, pensando usarlo para pagar investigadores o algún otro gasto relacionado con su misión.

 

            Nadie de sus conocidos pudo entender su proceder, porqué no disfrutar del dinero, porqué su falta de deseo hacia las cosas materiales. Su puntillosa obsesión por los detalles de cada cambio que se pudiera efectuar en el mundo, en el hombre, en la naturaleza.

             A los tres meses de empezar la tarea que Arak le encomendó, decidió mudarse a algún lugar donde no lo conocieran para trabajar tranquilo sin tener que estar dando todo el tiempo explicaciones. Sólo llevó consigo su sillón.

                 Eligió la ciudad que supuso le iba a dar mas facilidades de consulta de estadísticas, de bibliotecas y de especialistas en su mismo idioma. No se preocupó por ningún otro detalle. Ya a esta altura había aceptado la realidad que esta misión y sobre todo el secreto que implicaba lo separaba de todas sus relaciones.

             Necesitaba esa paz y esa tranquilidad, porque descubrió con sorpresa que no encontraba una respuesta aparentemente sensata y sencilla al problema, cada vez que descubría alguna idea que le parecía correcta, a poco de esbozarla y desarrollarla chocaba con un tope insalvable.

             Pensó primero el impedir que nadie en la humanidad pudiera mentir. Así los políticos, los periodistas, los medios de comunicación, no podrían engañar más y la humanidad se enteraría de los reales fines con los cuales empezaban una guerra o para que querían el poder o quien era quien en realidad. Los mejores hombres terminarían gobernando y el mundo sería un mejor lugar.

 

 

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