Yo solo se que el corazón sólo sabe de sentimientos

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@GRECIA09

19/08/2014#N48290

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Texto de Pascal*El corazón tiene razones que la razón no entiende”

La razón en su grado supremo, consiste para Pascal en reconocer que hay una infinidad de cosas que la superan, no se fortalecerá por tanto hasta que acepte esto. Debe de ser sumisa cuando es debido, entiéndase con esto, que, si todo se somete a ella, hay cosas que carecerían de sentido.

Pascal acepta el racionalismo pero reconoce que éste tiene límites en la esfera moral y religiosa. Plantea la exigencia de comprender al hombre como tal, comprensión que la razón no puede alcanzar.

Aun en el mundo de la naturaleza, la razón encuentra un doble límite. En primer lugar, está la experiencia, la cual debe servir como norma y guía de las explicaciones racionales, así, aunque son los únicos principios de la física, también corresponde a ellas el control de las hipótesis explicativas. Su límite entonces, es considerado en tanto que:

“ Para hacer que una hipótesis sea evidente, no basta que de ella se sigan todos los fenómenos, pero en cambio para demostrar su falsedad, basta que de ella se siga algo contrario a uno solo de los fenómenos.”

El otro límite de la razón está en la imposibilidad de deducir los primeros principios como lo son el espacio, el tiempo, el movimiento y los números, se obtienen del corazón y del instinto, no de la razón.

La razón, pues, cede al sentimiento, haciéndose incapaz de dar reglas, de ahí la afirmación de Pascal:

“Nada hay, por tanto, tan conforme a la razón como el desconocimiento de la razón."

Entonces, debe haber otro camino que lleve, por lo tanto, a la realidad humana, y este camino es el corazón. Pascal se refiere a este antagonismo entre razón y corazón de la siguiente manera: antagonismo entre el espíritu de geometría y el espíritu de finura. En el primero, los principios son lejanos del uso común, pero, una vez vistos, no pueden desaparecer. En cambio, en el sentido de finura, los principios son de uso común y todos lo sienten. Todo esto se puede comprender diciendo que el primero razona, mientras que, el segundo comprende. La elocuencia, la moral y la filosofía están fundadas en el espíritu de finura. Y solamente él puede comprender al hombre y realizar una moral auténtica y una verdadera filosofía.

En tanto que el hombre es incapaz de probar todas las proposiciones, Blas dice que hay ciertos principios que son intuidos. Probablemente, no puedan ser demostrados, pero ello no les resta evidencia; por ello libera a las matemáticas del escepticismo. La razón entendida como la operación analítica y deductiva de la mente, topa con lo indefinible e indemostrable. De ahí que la razón por sí sola no pueda justificar la matemática como una ciencia. Por lo tanto, el corazón en el sentido de intuición o percepción inmediata, es quien percibe tres dimensiones en el espacio, y que los números son infinitos. Intuimos principios y deducimos proposiciones, ambos de distinto modo pero con certeza. Resulta inútil y ridículo que la razón exija del corazón pruebas de sus primeros principios antes de que ella acceda a aceptarlos, como lo sería que el corazón exigiese de la razón que intuyese todas las proposiciones que ésta demuestra.

En cuanto a la religión, Dios es quien inclina la razón a creer, entonces se cree con el corazón, lo que se considera una gracia divina. El hombre tiene ya ciertas disposiciones ante los dogmas, y estas disposiciones son semejantes a las de Dios hecho hombre, así como el conocimiento de su deber y de su incapacidad. La fe no puede alcanzarse por demostraciones y pruebas. La fe es puesta por Dios mismo en el corazón y las pruebas de la existencia de Dios que se dan a partir de ella, no son evidentes para todos. El hombre no puede permanecer neutral ante la relación con Dios, pero, la razón natural es incapaz de probar la existencia de Dios.

Es importante destacar que para Pascal la sola razón es incapaz de establecer la ciencia del hombre. La razón tiene su propio campo, las matemáticas y las ciencias naturales; pero las verdades realmente importantes para el hombre como su naturaleza y su destino sobrenatural no pueden ser descubiertas por el hombre de ciencia.

Blas utiliza el término razón de una manera limitada, refiriéndose únicamente a la operación abstracta, analítica y deductiva de la mente. Aún así el uso del término razón limitado de Pascal se justifica en tanto que su crítica es razonada. Lo que busca dejar en claro es que el método matemático y científico no son los únicos medios que posee el hombre para llegar a las verdades; y en segundo lugar que estas verdades no son las que más importa al hombre conocer.

Para Pascal el término “corazón” no denota emoción, ni voluntad (aun cuando en ciertos casos si se refiera a esto). En sentido estricto Pascal usa el término corazón para referirse a una especie de conocimiento. Una prueba de esto es la manera en la que dice que “aprehendemos con el corazón”. Pascal le dio varios matices al instrumento de conocimiento conocido como corazón; puede bien referirse a la intuición, a la aprehensión amorosa de Dios o al instinto. Lo que estos términos sugieren es inmediatez, espontaneidad y dirección. Lo que intenta demostrar es que la razón no es el único medio del hombre para llegar a algunas verdades; es el corazón, una especie de instinto intelectual, arraigado en la naturaleza misma del alma.

Blas no separó la razón del sentimiento, sino que demostró que debe hablarse de ambos al mismo tiempo.

En las matemáticas la aprehensión inmediata de los principios evidentes es necesaria para deducción y demostración. En materia de religión la certeza se posee a través de la aprehensión amorosa de Dios y aunque los argumentos no son necesarios se lleva a cabo una apropiación interior de la verdad.

Pascal se esforzó por demostrar el error de Descartes al reducir todo a la razón, y le da un mayor peso al corazón poniéndolos en el mismo sitio jerárquico.

Aun cuando considera el método cartesiano apto para la geometría, también lo considera insuficiente ante la metafísica en conjunto. La realidad se divide en tres órdenes; el orden ínfimo, es el del cuerpo. El orden del espíritu, que es el del pensamiento y la ciencia. Y el orden del amor, que es el de Dios. Los primeros son hasta cierto punto objetos de la razón, pero el último es por completo del corazón.

El pensamiento de Pascal con respecto a la relación entre la razón y el corazón se resume en su frase:“El corazón tiene razones que la razón no entiende”