LA VERDAD SOBRE LA BIBLIA Y EL CALEFON.....


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Publicado por
@CECILYA

22/03/2015#N52222

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 La Biblia y el Calefón –




Se habla de ello y la mayoría no sabe de qué se trata:


He aquí la historia de un hecho de la vida cotidiana, que acontecía en la ciudad de Buenos Aires –no sé si en otros lugares pasaba o no–, y que explica el porqué de la aparentemente surrealista asociación de la Biblia junto al calefón que aparece en el tango "Cambalache", cuyas letra y música fueron compuestas por Enrique Santos Discépolo en 1935.


 



La historia tiene relación con los baños, la higiene personal y la forma de realizarla; y como no se me escapa que algunos lectores pueden ser jóvenes y pueden no haber conocido otro tipo de baños que los que se estila usar en la actualidad al menos en el mundo occidental y cristiano, voy a recordar primero un par de datos que considero necesario sean tenidos en cuenta.


 


Los baños que conocemos y que en algunos lugares son llamados 'completos', es decir, los que constan como mínimo de retrete inodoro, lavabo y ducha (algunos exquisitos, como el irresponsable que escribe, exigen que además tenga bidet –artefacto desconocido en muchos sitios–) son relativamente nuevos.


 


Hasta finales del siglo XIX se utilizaban bacinillas (también llamadas ‘tazas de noche’), cuyos contenidos eran arrojados por las ventanas al grito de "agua va"; y a veces letrinas, que solían estar en los fondos de las casas.


 


En Buenos Aires coexistieron bacinillas y letrinas hasta principios del siglo XX, época en que las familias ‘acomodadas’ comenzaron a instalar baños.


 


Luego el uso de baños se generalizó y se empezó a construirlos en todas las viviendas, aun en las más modestas. El sencillo 'miniambiente' constaba al menos de retrete y lavabo y si los lujuriosos dueños de casa gustaban de practicar la morisca costumbre de lavarse todo el cuerpo más o menos seguido, y si además tenían medios económicos suficientes como para costearse ese capricho, los baños también tenían una ducha. Claro, si había una ducha era necesario calentar el agua, así que al lado de la ducha se instalaba un calefón.


 


Sin embargo, el papel higiénico tardó en obtener su carta de ciudadanía y aun cuando apareció era bastante caro y no estaba al alcance de todas las familias,


en 1867 dos hermanos estadounidenses, llamados Edward y Clarence Scott, consiguieron popularizar en Estados Unidos el uso de un producto hoy universal, el éxito fue gracias a que ofrecían el producto en pequeños rollos pero era muy caro, por eso las personas de bajos recursos se veían obligadas a utilizar para esos fines sanitarios el vulgar papel de diario o, en su defecto, cualquier otro.


 


Por supuesto, eran muy estimados los papeles más sedosos, así que los sufridos usuarios trataban de conseguir en las verdulerías y fruterías los papeles sulfito de color azul, con los que venían envueltas las manzanas y otros productos de campo.


 


Otro muy apreciado era el llamado ‘papel biblia’, especialmente delgado y suave.


 


Ahora bien, ya por entonces existía la Sociedad Bíblica, una de cuyas misiones parece ser la de difundir la Biblia protestante, para lo cual regalaba ejemplares del sagrado libro –en la actualidad, lo sigue haciendo–.


 


Pues, muchos de los habitantes de Buenos Aires deben de haber parecido devotos creyentes, ya que aceptaban de continuo esas gentilezas, y que siendo mayoría la grey católica, lo mismo pasaban y retiraban la biblia protestante tantas veces como sabían que la Sociedad las tenía en obsequio en las calles, plazas o en su sede central .


 


LA BIBLIA Y EL CALEFÓN


 


Sin embargo, cuentan los hombres dignos de fe (aunque Alá sabe más) que quienes obtenían esas Biblias les perforaban una tapa y las colgaban de un gancho de alambre, al lado del calefón, cerca del retrete, e iban arrancando las suaves hojas para usarlas como papel higiénico.


 


En este hecho se habría inspirado Enrique Santos Discépolo para decir con elegancia propia de un grande:


 


Igual que en la vidriera


irrespetuosa


de los cambalaches


se ha mezclao la vida,


Y HERIDA POR UN SABLE SIN REMACHE


VES LLORAR LA BIBLIA


JUNTO AL CALEFÓN.



 


 


 


 

Comentarios

@FRANCODAY

22/03/2015



Que buena e interesante nota.Siempre crei que "la biblia junto al calefon " era una asociasion poetica,mezclando vulgaridad con espiritualidad.Gracias Cecylia , por compartirla  
@LILIBET

22/03/2015

Cecy....No coincido con esa explicación...(para un tango que nunca perdió vigencia)......y les dejo este interesante escrito:

Humillen a Discépolo

 
El otro día, en un programa de la FM "Dos x Cuatro", había un tipo hablando sobre Discépolo (no sé quién era) pero, de repente, oigo una explicación de "Cambalache" en esa frase que dice; "y herida por un sable sin remache, ves llorar la Biblia junto a un calefón" que me causó estupor.
La explicación del conductor del programa fue la siguiente: en los retretes de la época, había calefones a kerosene y un clavo donde se pinchaban hojas de la Biblia para limpiarse el trasero. De ahí, entonces, la imagen de la Biblia y el Calefón.
Este disparate ya lo había oído otras veces, pero, nunca, pensé que lo oiría por la radio. 
Es un destrato a un poeta como Discépolo, que era un arquitecto de las palabras, un tipo que podía pasarse un año buscando la que más le convenía para expresar sus conceptos.
Pero hay tantas burradas en esto, que me da vergüenza tener que salir a rebatirlo.
Primero: en los retretes, no había calefón. Los retretes eran para hacer las necesidades, no para bañarse y menos en esa época. 
Segundo: ¿cuántas Biblias podían existir como para ser usadas en el baño? La gente se limpiaba con papel de diario o con las hojas de las guías telefónicas.
Tercero: el sable sin remache existía y es absurdo pensar que Discépolo iba a usar esta palabra para significar "clavo". ¿No era más fácil utilizar "clavo sin remache" para graficar ese pinche donde, supuestamente, colgaban las hojas de la Biblia?
Lo que no entienden estos badulaques es que los poetas hacen metáforas, no para ser explicadas y, menos, de esta manera tan pedestre, tan imbécil...
Si supieran estos ignorantes, sabrían que hubo un movimiento poético en la década del 20 que se llamó Surrealismo y que Discépolo, como hombre culto, debió conocer muy bien. El Surrealismo habla de tres componentes para edificar la imagen poética. Se tomaban de una frase de Lautreamont que juntaba, en su libro "Los Cantos de Maldoror", una mesa de disección, con una máquina de coser y un paragüas. Es decir, tres objetos totalmente antagónicos entre sí, que se unían en un determinado momento para formar la imagen surrealista.
Fíjense: Discépolo junta un sable sin remache, una Biblia y un calefón. Tres objetos antagónicos y disímiles entre sí, que le dan la exacta medida de lo que quiere expresar.
¿No es más lógico suponer que la imaginación del poeta vio en el escaparate de un "Cambalache", un sable sin remache "hiriendo" a una vieja Biblia que estaba junto a un elemento tan prosaico como un calefón?
Pero, claro. Como vivimos tiempos de tanta vulgaridad, le buscamos a esa expresión notable de Discépolo, que nos habla del "vale todo" en que se ha convertido la vida, una "explicación" tan burda como ésta que escuchamos en la emisora de tango.
Muchachos: ¿por qué no hacen un curso intensivo de sensibilidad y belleza poética? !Déjense de decir pelotudeces!

ROBERTO DIAZ

(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales. En el año 2007, fue declarado "PERSONALIDAD DESTACADA DE LA CULTURA DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES" por la Legislatura porteña).
 
@CECILYA

23/03/2015



Estimada Lilibet, en primer lugar te agradezco que argumentes tu desacuerdo con este interesante artículo, No voy a disentir, sólo pedirte que trates de entender mi concepto en esta publicación. Soy fanática del tango, admiro profundamente a Discépolo, es más se diría que coincido con su manera de pensar hoy defiendo vehementemente esos principios adaptados a nuestra época, por supuesto pero está claro que refiero a una forma de mirar la vida y la sociedad que nos rodea, a nuestras conductas y mi propia ubicación ante todos. Por lo tanto dejo claro que no está en mi ninguna burla ni comentar vanalidades, no se si me conoces pero no es mi estilo y nunca comparto algo con lo que no me involucro.

Simplemente lo que leo no lo generalizo, para mí puede que lo del  cuento  no fuera muchas veces, y puede que por ahí alguna vez pasara o sólo en su mente me da igual, Don Enrique  como agudísimo observador o imaginativo poco creyente  incluyera esto en su Cambalache enojado e involucrado como estaba con su realidad, que por otra parte se puede leer en otras comparaciones del mismo tango o tambien en Yira Yira cuyas letras fueron escritas cuando nuestro País transitaba la Década Infame. Además, cuando leo poesía jamás emito juicios de valor simplemente lo disfruto y trato de entender qué me quiere decir, por lo tanto la publicación podrá ser válida o no creíble o no pero jamás un insulto ni una falta de respeto, son distintas visiones y obvio no verdades reveladas. Un gusto y gracias Cecilya

   
@LILIBET

23/03/2015



Si Cecy...conozco de tu frontalidad....tus convicciones y tu gusto por el tango. Sin embargo y por eso mismo...me llamó poderosamente la atención...la publicación sobre esa frase de Discépolo en Cambalache. Solo quise aclararte que esa versión de autor desconocido es una falacia y nadie sabe de donde salió. La frase es clara....en la vidriera de un cambalache...(lugar donde se vende o se realizan trueques de objetos de poco valor)...esta la Biblia...frente o junto al calefón. Y en su imaginativo se interpreta que la biblia llora por su destino final.  

Saludos....Lili  
@CECILYA

23/03/2015



Lili, tenes razón en insistir en otro punto de vista es lógico tambien Cariños-Cecilya  
@SUSANAGRACIELAG

23/03/2015



Chicas, les aseguro que Discépolo, como cualquier otro poeta, puede haber inspirado su metáfora en cualquier imagen que cruzó por su cerebro.

Inclusive, ante la pregunta ¿como se te ocurrió? dependiendo quien la haga, uno puede contestar lo estrictamente cierto o cualquier estupidez, acorde al tenor del preguntón...

Lo único cierto es que Cambalache seguirá vigente en toda época, porque la naturaleza humana siempre es igual, hay de todo en la viña del señor!!!

 

Un abrazo tanguero

Susana  
@MABE

23/03/2015



Muuuy de acuerdo con Susi.

Lo bueno de las obras de arte es que permiten muchas interpretaciones... y vaya  a saber uno que le pasó por la cabeza a Don Discépolo al poner ese renglón en la letra de la canción...

Y, pa' mi, mejor así, porque puedo llenarla del contenido que me inspire.

Besitos a todas, Mabel  
@AMIX

23/03/2015



A partir del momento que hay dos o mas versiones sobre un mismo tema y realmente no se conoce lo que el autor quizo significar, la descripcion de su sigiificado pasa a ser una elección personal y de ningun modo una verdad absoluta.  
@SUSANAGRACIELAG

23/03/2015



Por eso es poesía, Mabe.

En un cuento o narración, el autor te hace entrar por un lugar, te va llevando por un camino y te hace desembocar donde él desea.

El la poesía, el lector se engancha donde algo lo mueve, la misma frase a vos te puede provocar una imagen y a mí otra completamente diferente, y cada uno puede salir por donde quiera o quedarse regodeandose en la imagen que el poema le provocó. Por eso es un género completamente aparte de la prosa.

Cualquiera que haya sido la imagen que inspiró a Discépolo, a mi me sigue sugiriendo a esas compraventas absolutamente desordenadas donde todo rubro está mezclado, como la vida misma... diferentes tipos de personas, más o menos enchastradas con lodo, un poco o un mucho manoseados... y algo sagrado llorando por el despelote que armamos como humanidad...

Abrazote

Susi

   
@SUSANAGRACIELAG

23/03/2015



Amir, lo dijiste genial, admiro tu poder de síntesis.

Besos

Su