PASTELERIA CACHONDA


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Publicado por
@JONES

28/11/2010#N34180

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La moda de las tortas y los chocolate con formas eróticas


Se terminó eso de decorar tortas con muñequitos, firuletes y confites. En Argentina, hoy la moda pasa por los penes de chocolote y las tetas de repostería. Te contamos cómo es la nueva perversión dulce.




 


La escena no llama la atención a simple vista. Una señora vestida muy paqueta entra a una confitería del estilo “Los Dos Chinos” y enfila hacia el mostrador. Se espera que pida una docena de facturas surtidas y medio kilo de masitas para chusmear con sus amigas a la hora del té. Pero no. Le hace una seña a la vendedora y pasa para el fondo, en donde está lo que ella encargó días atrás: una torta con la forma del pene de su esposo, reproducido con una erección de veinte años atrás, y sus propias tetas de esa época en formato de bombón de chocolate. Aunque parezca difícil de creer, la repostería erótica es hoy un boom en la Argentina y, en algunos locales que se especializan en esta clase de productos, llega a superar en ventas a la pastelería tradicional. Te presentamos a los protagonistas de esta liberación sexual repostera.

 

Damián Donnangelo es el dueño de una empresa familiar llamada Corps a Corps (quiere decir “cuerpo a cuerpo” en francés y cuya página web es
www.corpsacorps.com.ar), que hace 10 años se dedica a vender tortas y bombones eróticos pero que recién ahora está viendo florecer el esfuerzo de haberse pasado tanto tiempo haciendo figuras chanchas en el chocolate. “Empecé en el 98 y me acuerdo que no había tanta apertura mental para pedir las cosas que me encargan en estos días”, dice el empresario. Si hace una década la gente pasaba calor cuando compraba por teléfono una caja de bombones surtidos con formas de tetas, culos y penes (sólo una despedida de soltero ameritaba la osadía), hoy es algo de lo más común.

 

De hecho, a Donnangelo lo llaman de lugares en donde la moral y las buenas costumbres jamás permitirían -en teoría- el ingreso de un helado con fisonomía de pene negro. Le han hecho encargos, por ejemplo, desde Casa de Gobierno, el Congreso, la Policía y hasta el Regimiento de Infantería. “Los piden para hacerse bromas entre ellos, para regalarle a los jefes y superiores, para cualquier cosa; hace poco llevamos bombones eróticos -a 30 pesos la caja- a una comisaría de acá cerca”, explica.

 

NICOLE NEUMANN LO PROBO

El último Día de los Enamorados (que es para los reposteros eróticos lo que el Día de la Primavera a los floristas) tuvieron mucha salida los desayunos y brindis eróticos, que las parejas se regalan a sí mismas en ocasiones especiales. Se trata de dos kits -el primero cuesta $ 115 pesos y el segundo $ 180- que vienen con chocolates, mini tortas y helados, todo en versión erótica, para desentumecer el deseo o, en el peor de los casos, reírse un poco y seguir mirando la tele.

 

Hay que decir que la mayoría de los clientes de esta empresa son mujeres (los hombres son más pudorosos, dice Donnangelo) y la franja de edad va de los 20 a 70 años. También hay famosos que llaman bastante seguido. Como Nicole Neumann, que probó una torta con un pene de repostería gigante, en su despedida de soltera, la vez que se casó con el cuatro de copas al que luego plantó por el futbolista Fabián “Poroto” Cubero.

 

Un dato que hay que aclarar: más allá de ser fetiches alimenticios, los productos de Corps a Corps son de muy buena calidad. Todos sus packs tienen etiquetas con frases de autores famosos acerca de la relación entre el sexo y los alimentos. La mejor de estas consignas es, sin dudas, una de Sigmund Freud: “Al devorar las partes del cuerpo de una persona, el devorador se apropia de las posibles cualidades del devorado”.



TORTAS CHANCHAS

Uno bien podría preguntarse cómo es que la repostería erótica se pide con la misma naturalidad que un kilo de helado o unas piezas de sushi. ¿Cambio de mentalidad? ¿Aburrimiento? Quizá valga el dato de que todo el negocio de productos que giran en torno al sexo (como las tortas chanchas) es hoy más rentable y dinámico que ningún otro. En el segmento de los juguetitos sexuales, por caso, se estima que las ventas crecieron un 50% en 2008. Y lo curioso es que los sex shops están sumando a sus catálogos muchos productos que tienen que ver con comer y beber. En sus páginas web ofrecen desde saleros y moldes para hacer cubitos con forma de pene hasta un licor de nombre Bebida Eyaculada (preferimos no saber qué gusto tiene) o pastas que, en vez de ser moñitos o tirabuzones, son mini-vaginas comestibles.

 

En semejante contexto de liberación sexual, pedirse una tortita con la silueta de una cola en tanga es más inocente que cantar en el coro de la parroquia de la vuelta.

 

Hablando de parroquias y volviendo al tema de la pastelería cachonda, María Giselle Franco, de la repostería María Franco (
www.lineaerotica.com.ar), fue a un colegio de monjas y jamás se imaginó que terminaría decorando tortas con muñequitos que hacen las posiciones del kamasutra.

 

Lo curioso de este negocio, ubicado en el barrio de Boedo, es que se trata de una pastelería tradicional –que maneja toda la familia desde hace casi una década- en donde la mayor parte de los ingresos se generan con la venta de tortas eróticas por encargo. “Mi abuela se agarra la cabeza cuando me ve haciendo vibradores de chocolate y tortas guarangas en el fondo; al principio yo me escondía para hacerlas, pero ahora estoy canchera”, se ríe Giselle, y cuenta que el 90% de sus clientes son mujeres que les hacen un regalo a sus maridos o a sus amigas para la despedida de soltera. “Me da gracia que los hombres que llaman hablan muy bajito y casi que les tenés que arrancar las palabras para que te digan lo que quieren”, afirma.

 

Entre los pedidos más extraños que recibió se lleva el primer puesto el caso de un hombre que llamó para que le hicieran una torta del tamaño de su pene, porque necesitaba saber qué opinaban sus compañeras de trabajo. “Me quería mandar una foto para que me inspirara, pero le dije que se lo hacíamos estándar”, cuenta.

 

De todos modos, según Giselle lo más difícil no es hacer un pene sino pechos y colas. “Hay que dejar los cachetes bien parejitos, porque sino la gente se queja de que tienen celulitis”, explica. Las tortas cuestan 120 pesos y se tienen que pedir con al menos tres días de anticipación.

 

Si uno tiene más de 30 años y se pone en plan melancólico, qué lejos quedaron los tiempos en que uno quedaba bien con la novia regalándole flores en el Día de los Enamorados. Ahora, como mínimo, hay que mandarle un pene de chocolate de 25 centímetros, un licor de Bebida Eyaculada o una torta con forma de culo con tanga cola less. ¿No es fino?



 


 


Por José Totah


 

Comentarios

@ANNE

28/11/2010



JA  JA  .BUENISIMO ,ASÍ  DA  GUSTO  COMER  TORTA !!!

EN  LA  PRIMERA  FOTO,  EN  VEZ  DE  COMER  LA  TORTA ,LA  CHUPARIA .JA  JA   
@MARCE50

29/11/2010



Será cuestión de disfrasarse de torta.  
@MARCE50

29/11/2010



Estoy trabajando con mis socios para sacar un helado con gusto a pene y otro con gusto a vagina que se serviría con forma de teta porque las mismas son insulsas.

Creo que van a ser un exito y a la vez una liberación para muchos que no se animan a chupar pene pero si un helado o para otras que quieren chupar vagina pero con helado pueden ir practicando hasta salir del closed.

   
@JONES

29/11/2010



Para que se pueda Monologar... ja ja ja  

ARG

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Optimista, divertida, independiente. Me importan los afectos y las relaciones si

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SOY UNA PERSONA HONESTA, TRABAJADORA, AL QUE LE GUSTAN LOS DEPORTES, LOS JUEGOS

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