¿QUIEN ENTIENDE A QUIEN? - Animalitos y nosotros...!!!

Habitualmente los humanos nos maravillamos cuando descubrimos hasta que punto los animales son capaces de entendernos. Seguramente muchos de uds. son testigos de la capacidad de observación y asociación que poseen nuestros animales hogareños, capacidades estas que les permiten interpretar lo que estamos haciendo e incluso también lo que vamos a hacer. muchas veces nos lleva ésto a pensar que son capaces de entender nuestro lenguaje, concepto del que surgen expresiones tales como "entiende todo lo que digo", me lee el pensamiento", "se da cuenta de todo", etc.

Ahora bien, y nosotros...¿los entendemos a ellos?. A veces sí y a veces no.

Como ejemplo de esto va este breve relato sobre unos días de vacaciones que hace tiempo compartí con una amiga y con Félix, su perro. Para mi amiga  Félix era mucho más que su perro, era su compañero de vida. mientras Félix vivió ella se ocupó de brindarle toda la atención de la que era capáz, y les aseguro que era mucha. Lo cuido y atendió como lo haría una madre con su hijo.

Con la total certeza de que lo conocía como si lo hubiera parido, mi amiga interpretaba la expresión del rostro, la mirada y el comportamiento de Félix, obviamente a su manera. Así, entonces partimos los tres rumbo a la costa, (mis mascotas quedaron a cuidado de un amigo), para pasar unos días de descanso. Una vez allí comenzó el martirologo de Félix.

No le gustaba la playa, cosa que manifestaba de todas las formas que le eran posibles. El primer día bajó del auto entre saltos y ladridos de alegría, hasta que pisó la arena caliente. Habiéndo decidido que eso no era lo suyo, dio media vuelta regresando rauda y velozmente al auto. Después de varios e infructuosos intentos de trasladarlo literalmente a la rastra hasta la arena, mi amiga término cargándolo en sus brazos. Y así tambaleándose con los 35 kg. de perro encima, logró llegar y depositarlo en el lugar donde estaba yo colocando la sombrilla. Fue allí donde Félix descubrió horrorizado la inmensidad del mar. Comparada con tamaña cantidad de agua toda junta, la arena pasó a ser el menor de sus problemas y fue así que emprendió una desesperada carrera nuevamente hasta el auto. Y allí venía mi amiga, trastabillando y hundiéndose en la arena caliente con los 35 kg de perro encima por segunda vez.

Acostado sobre la lona para que no le molestara la arena, bajo la sombrilla convenientemente inclinada para que no le molestará el viento y firmemente sujeto del collar para evitar su fuga, pudo mantenerlo en el lugar por unos 45 minutos. Fue entonces cuando un perrito que pasaba por allí tuvo la malhadada idea de dejar de perseguir  a las gaviotas para acercarse a soializar con Félix quien lejos de retribuir el amable gesto de su congénere emprendió nuevamente la huida, esta vez llevándose consigo la sombrilla y a mi amiga, agarrada del collar, dejando a ambas en el camino que finalizó por supuesto junto al auto. 

Habiendo recuperado la sombrilla, me encontraba colocándola nuevamente en su lugar cuando mi amiga volvía entre tropezones, trayendo con notorio esfuerzo los 35 kg de perro en brazos,  por tercera vez.

 Con el transcurso de los días, Félix dejó de escapar a la carrera, más por entender que constituía un gasto de energía inutil que por sentirse cómodo en la playa, ya que con su actitud seguía manifestando su incomodidad y descontento, mientras su propietaria creía que le estaba haciendo un bien al no dejarlo un rato sólo en la casa.

Al tener 2 animales propios, perro y gata, cuando los llevaba de vacaciones   suponía eran para ellos también, al principio me comportaba como mi amiga, luego al tiempo comprendí que si bien los llevaba debía sentir lo que les hacía bien por ser animales y los dejaba en el departamento y al volver lo sacaba a pasear por la playa a mi ovejero, libre de gente, (obvío menos a la gata)  y allí se liberaba y corria igual que el viento. 

Y con el tiempo mi amiga se dió cuenta que a Félix debia dejarlo decidir y no ella pensar por él.

Es algo de mi vida que quise compartir en el día del animal, bellos y dulces, pero con sus capacidades y deseos de animales y no de mascotas y  tampoco de nuestros entendimientos sobre lo que pensamos o creemos ellos quieren.

 

 

                                  ¡¡¡FELIZ DIA AMIGUITOS!!!

 

@Marasol

 

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