Versos para ustedes

Negros y blancos -

Me llamo sombra o no me pongan nombre

yo

alzo un fósforo en la oscuridad como una flor, lo enciendo,

por un momento su fulgor ilumina mi tumba y apagándose

cae su negra cabeza que fue fuego.

Lo que he visto

fue blanco.

Amor -José Itriago

Eco que vino con la palabra amor

y me perdí

entre tormentas y algo apagó los cirios

y algo cerró las velas

de los barcos que iban

y al hundirnos, cómo nos vimos sin pasión,

las dos caras mirándose

de la moneda tan,

tan solitaria.

Como es la luz -Joise Morillo

Cuando la hierba hace caer ese silencio que es el día blanco,

oh madre oscura, Noche,

tu dolor es más dolor ese segundo

por alumbrar, por alumbrarte en gris,

cuando aún no se sabe

si de lo gris, lo que se quiere ver es negro,

si de lo gris, lo que se quiere ver es la blancura.

El espejo roto

Por este espejo no entra Alicia

sino la noche y su sol

y yo arrojo una piedra

contra mi destino, que se refleja a medianoche.

Por los fragmentos no entra Alicia

sino los trozos de mi alma,

esa ciudad por donde voy

con mis brazos como tallos podridos

colgando de mí, raíz pequeña.

Cada fragmento del espejo roto

es un lugar:

uno es la hora oscura, otro los prados,

otro, uno de mis ojos que se duerme en la muerte

y otro de mis ojos que mira, en medio de la vida, el morir.

Y el morir es la propia vida que se incendia

con sus escarabajos, sus cuervos, su mitad negra y blanca,

la vida que anda en carroza

por la vida y la sombra de la noche hasta el alba

y del alba a la noche.

Bajo su enorme manto, es sólo un esqueleto.

Mirando su sonrisa, se cierra cada flor.

Por ella jamás ha entrado Alicia.

Pero yo bebo su agua turbia y como de su sombra