fantasías on line vs. encuentros de verdad


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@MARIA1111MARIA

17/12/2006#N12955

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Fantasías online vs. encuentros de verdad

El desarrollo de Internet introduce otras maneras de vivir el sexo. ¿Se abren nuevas vías de comunicación o se incrementa el aislamiento?

Fuente: Clarin.com 01/11/06

Por Lucía Bertotto. De la Redacción de Clarín.com

Para muchos, el cibersexo nada tiene que ver con hacer el amor. Pero para otros, la distancia y el anonimato funcionan como un fuerte estímulo sexual que despierta sus fantasías más profundas. Según informa la consultora Mauro & Estomba, esta nueva forma de sexualidad viene aumentando considerablemente y se calcula que mueve billones de dólares en todo el mundo. Los números en Internet hablan por sí mismos. Al ingresar la palabra "sexo" en Google aparecen aparecen 71.400.000 sitios. Bajo el término "Sex shop" figuran 98.500.000 páginas y a Márquese, portal español de contenido adulto, ingresan 250 mil usuarios cada día. Pero no todos lo hacen con el fin de tener relaciones sexuales, sino que algunos sólo desean revisar cada estante de esa inmensa ciberbiblioteca pornográfica.

En Argentina, se estima que más de un millón de personas ingresan a la Web con el fin de buscar pareja. ¿Pura diversión, sexomanía virtual o albergue para los más tímidos?

Beatriz Literat, especialista en sexología, explica a Clarín.com que el cibersexo es una tendencia que está en pleno auge. El fenómeno sería consecuencia de la facilidad para acceder a Internet, sumado a que la sexualidad ha tenido un gran destape y está hoy en boca de todos.
Mantener relaciones sexuales vía chat puede ser una experiencia distinta y divertida, pero sólo para aquellos que reconocen la diferencia entre la realidad y la virtualidad. El problema, según la sexóloga, es que un gran número de internautas utiliza la Web con el fin de conocer gente online para establecer un posterior contacto cara a cara. "Esos encuentros pueden ser frustrantes y peligrosos", asegura Literat, quien por otro lado, afirma que la cibersexualidad favorece el aislamiento y el egoísmo: "No existe responsabilidad hacia la otra persona, es una especie de masturbación cibernética. El placer radica en dar y en recibir, pero en Internet simplemente se trata de tomar el estímulo de una persona desconocida".
El chat es apto y propicio para la seducción, dice el filósofo Miguel Wiñazki en su blog Apariencias. Quien conversa vía chat puede y suele modificar su identidad, acomodarse a lo que el otro busca de él. Y su interlocutor puede y suele hacer lo mismo. Es un escenario virtual de malos entendidos. O, al revés, también es un espacio para entender bien.
La sexualidad es una función biológica relacionada con la salud, la autoestima y las relaciones humanas, que tiene por objetivo la reproducción, el desarrollo de la intimidad emocional en la pareja y la obtención de placer. Literat sostiene que creer que el cibersexo puede reemplazar a una sexualidad verdadera, es absurdo. "La máquina es un intermediario que separa, no que une. Las personas no llegan a conocerse cuando están chateando sexualmente. Se provocan estímulos que no tienen que ver con la verdadera persona, sino con un personaje. Nadie dice quién es realmente, proyectan fantasías de quienes les gustaría ser y eso significa que no están conformes con quien verdaderamente son. Si dicen que son altos, rubios y de ojos verdes, puede que en realidad sean bajos, pelados y con panza. Es decir, no se están dando a sí mismos ni al otro la posibilidad de que los valoren con sus defectos y sus virtudes", opina Literat.
Emilio Márquez, director del Marqueze informa a Clarín.com que el 75% de los usuarios que entran al sitio son hombres. Para el sexólogo Juan Carlos Kusnetzoff, esta tendencia se debe a que el género masculino suele tener más miedo al compromiso que las mujeres, y también, más dificultades para exponer sus sentimientos. Además, son infinitamente más genitales y quieren tener sexo rápidamente. Pero no todos lo usan para conseguir relaciones express: "Algunos tienen miedo al sexo total o parcial o son muy tímidos y encuentran en la virtualidad una salida bárbara para perpetuar su problema, sin que nadie se dé cuenta", opina Kusnetzoff.
El deseo descontrolado de mantener relaciones online, puede producir exceso de masturbación, aislamiento y pérdida progresiva de la capacidad de relacionarse personalmente con otra persona. Lógicamente sólo se tornan dependientes del cibersexo aquellas personalidades con tendencias adictivas.
El peligro mayor lo corren los niños que navegan horas sin la supervisión de un adulto. Allí pueden acceder a toda clase de fotos, videos y relatos pornográficos y entablar contacto con personas que padecen algún tipo de desviación sexual. En la mayoría de los sitios, existe un espacio dedicado a las parafilias, como el incesto, el sadomasoquismo y el sexo no consentido o la violación. "El principal riesgo es que los chicos pueden realizar su debut sexual a través de la computadora, y que cuando tengan encuentros verdaderos, puedan llevarse varias sorpresas", explica Literat, quien recomienda a los padres no bloquear el acceso a Internet sino dialogar con sus hijos para inculcarles una sexualidad vinculada a valores como la dignidad, el respeto, el autoestima y la salud.
"No creo que haya nada mejor que el contacto cuerpo a cuerpo. Esta novedad, desde el punto de vista sexual aleja a los adolescentes y a los jóvenes del impacto que tiene encontrarse piel a piel con un semejante. Me daría mucha pena que mis nietos gambetearan el elemento real y concreto por ser adictos a Internet", comenta Kusnetzoff.
Sergio Pasquialini, fundador del Instituto Médico Halitus, asegura en una entrevista que la imaginación puesta en juego en el cibersexo abre una nueva vía de comunicación con la pareja real, que permite poner en palabras los deseos y las fantasías. Pero advierte que si éste es el sexo del futuro, la especie humana podría correr hasta peligro de extinción.
oogle aparecen 71.400.000 sitios. Bajo el término "Sex shop" figuran 98.500.000 páginas y a Márquese, portal español de contenido adulto, ingresan 250 mil usuarios cada día. Pero no todos lo hacen con el fin de tener relaciones sexuales, sino que algunos sólo desean revisar cada estante de esa inmensa ciberbiblioteca pornográfica. En Argentina, se estima que más de un millón de personas ingresan a la Web con el fin de buscar pareja. ¿Pura diversión, sexomanía virtual o albergue para los más tímidos?
Beatriz Literat, especialista en sexología, explica a Clarín.com que el cibersexo es una tendencia que está en pleno auge. El fenómeno sería consecuencia de la facilidad para acceder a Internet, sumado a que la sexualidad ha tenido un gran destape y está hoy en boca de todos.
Mantener relaciones sexuales vía chat puede ser una experiencia distinta y divertida, pero sólo para aquellos que reconocen la diferencia entre la realidad y la virtualidad. El problema, según la sexóloga, es que un gran número de internautas utiliza la Web con el fin de conocer gente online para establecer un posterior contacto cara a cara. "Esos encuentros pueden ser frustrantes y peligrosos", asegura Literat, quien por otro lado, afirma que la cibersexualidad favorece el aislamiento y el egoísmo: "No existe responsabilidad hacia la otra persona, es una especie de masturbación cibernética. El placer radica en dar y en recibir, pero en Internet simplemente se trata de tomar el estímulo de una persona desconocida".
El chat es apto y propicio para la seducción, dice el filósofo Miguel Wiñazki en su blog Apariencias. Quien conversa vía chat puede y suele modificar su identidad, acomodarse a lo que el otro busca de él. Y su interlocutor puede y suele hacer lo mismo. Es un escenario virtual de malos entendidos. O, al revés, también es un espacio para entender bien.
La sexualidad es una función biológica relacionada con la salud, la autoestima y las relaciones humanas, que tiene por objetivo la reproducción, el desarrollo de la intimidad emocional en la pareja y la obtención de placer. Literat sostiene que creer que el cibersexo puede reemplazar a una sexualidad verdadera, es absurdo. "La máquina es un intermediario que separa, no que une. Las personas no llegan a conocerse cuando están chateando sexualmente. Se provocan estímulos que no tienen que ver con la verdadera persona, sino con un personaje. Nadie dice quién es realmente, proyectan fantasías de quienes les gustaría ser y eso significa que no están conformes con quien verdaderamente son. Si dicen que son altos, rubios y de ojos verdes, puede que en realidad sean bajos, pelados y con panza. Es decir, no se están dando a sí mismos ni al otro la posibilidad de que los valoren con sus defectos y sus virtudes", opina Literat.
Emilio Márquez, director del Marqueze informa a Clarín.com que el 75% de los usuarios que entran al sitio son hombres. Para el sexólogo Juan Carlos Kusnetzoff, esta tendencia se debe a que el género masculino suele tener más miedo al compromiso que las mujeres, y también, más dificultades para exponer sus sentimientos. Además, son infinitamente más genitales y quieren tener sexo rápidamente. Pero no todos lo usan para conseguir relaciones express: "Algunos tienen miedo al sexo total o parcial o son muy tímidos y encuentran en la virtualidad una salida bárbara para perpetuar su problema, sin que nadie se dé cuenta", opina Kusnetzoff.
El deseo descontrolado de mantener relaciones online, puede producir exceso de masturbación, aislamiento y pérdida progresiva de la capacidad de relacionarse personalmente con otra persona. Lógicamente sólo se tornan dependientes del cibersexo aquellas personalidades con tendencias adictivas.
El peligro mayor lo corren los niños que navegan horas sin la supervisión de un adulto. Allí pueden acceder a toda clase de fotos, videos y relatos pornográficos y entablar contacto con personas que padecen algún tipo de desviación sexual. En la mayoría de los sitios, existe un espacio dedicado a las parafilias, como el incesto, el sadomasoquismo y el sexo no consentido o la violación. "El principal riesgo es que los chicos pueden realizar su debut sexual a través de la computadora, y que cuando tengan encuentros verdaderos, puedan llevarse varias sorpresas", explica Literat, quien recomienda a los padres no bloquear el acceso a Internet sino dialogar con sus hijos para inculcarles una sexualidad vinculada a valores como la dignidad, el respeto, el autoestima y la salud.
"No creo que haya nada mejor que el contacto cuerpo a cuerpo. Esta novedad, desde el punto de vista sexual aleja a los adolescentes y a los jóvenes del impacto que tiene encontrarse piel a piel con un semejante. Me daría mucha pena que mis nietos gambetearan el elemento real y concreto por ser adictos a Internet", comenta Kusnetzoff.
Sergio Pasqualini, fundador del Instituto Médico Halitus, asegura en una entrevista que la imaginación puesta en juego en el cibersexo abre una nueva vía de comunicación con la pareja real, que permite poner en palabras los deseos y las fantasías. Pero advierte que si éste es el sexo del futuro, la especie humana podría correr hasta peligro de extinción.

Lic. Diana Resnicoff
Psicóloga clínica. Sexóloga clínica

 

Comentarios

@QUIQUERAF

18/12/2006

además de anónimo más largo que esperanza de pobre che..........es mucho para mi pobre intelecto  

ARG

ARG

MUJER de 54 en San Cristobal

Me gustan las actividades al aire libre, caminatas, ir a parques a tomar unos ma

¿CONOCERLA?

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HOMBRE de 49 en Tres de Febrero

Hola, espero que estés bien ! Disfruto multiplicando la visión que tenemos en

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