Porcentajes y pareceres con humor


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Escrito por
@PENDEVIEJO

22/12/2006#N13037

0 Actividad semanal
504 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya
Porcentajes y pareceres (con un poco de humor)

Dicen que el noventa por ciento de los hombres casados, reconocen no haber contraído matrimonio con la mujer a quien más han querido.
El setenta y cinco por ciento de estos, sin embargo, volvería a casarse con la misma mujer con la que hoy lo están.
Hay un veinticuatro por ciento que dará casi cualquier cosa por poder volver el tiempo atrás, para proponerle matrimonio a aquella mujer que más quisieron, pues suponen que hubieran sido aún más felices –recordemos que estamos refiriéndonos a los hombres que permanecen casados-
Un porcentaje indeterminado tiene planeado divorciarse en un futuro, para intentar encontrarla. En realidad lo que planean es encontrarla primero y luego separarse. Pues al encontrarla, suponen que al menos por amante podrán recobrarla.
Queda un uno por ciento que queda encuadrado estadísticamente en la categoría “No sabe /No contesta”
En este uno por ciento me encontraba yo.
Las circunstancias de la vida hicieron que mi matrimonio terminara.
Caí en la conclusión, tiempo después, que estaba un noventa y nueve por ciento seguro de que no me había casado con la mujer que yo más había querido. También puedo afirmar, con noventa por ciento de certeza, que no quise casarme con la mujer que más me quiso.
Cuando creía que mis reflexiones no podían causarme ya mayor confusión, me puse a pensar que si no me hubiera casado con quien me casé, no tendría las hijas que tengo, y como a todos les sucederá, no concibo la idea de que mis hijas sean distintas de lo que son. Son ellas, estoy cien por ciento seguro de que son quienes quiero, no quiero nada diferente a ellas.
Entonces ¿me casé con la persona que debía casarme, para que Dios me diera las hijas que me dio?
¿Hice lo correcto, y el error fue separarse?
En esta ensalada de la vida, no podemos distinguir los sabores /valores verdaderos, si la condimentamos demasiado. Mucho vinagre y sal no nos dejan saborear al tomate y la lechuga, y por mucho que reflexionemos, los únicos amores perdurables serán por siempre nuestros hijos, nuestros padres y hermanos, y una pareja, para los afortunados, entre los que no me encuentro, de poder mantenerla para toda la vida.
Pero tengo un cincuenta por ciento de probabilidades, lo que es bastante, de que en la vida, la mejor pareja aún no la haya conocido, y un porcentaje similar, de que quien lea esto no comparta lo que opino.
Porcentajes y pareceres, para que los consideres.
¡Saludos amigos! (prefiero amigas)






 

Comentarios

Aún no hay comentarios. Iniciá una conversación acerca de este tema.