Frases para dar termino a una relación.


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Publicado por
@CUCKY2

08/05/2007#N15396

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Esta es una de las frases que más se escucha entre las parejas actuales. Pero, ¿quién la usa más, los hombres o las mujeres? Qué hacer ante esta situación


Esta es una de las frases más trilladas de nuestra época, y retumba en nuestros oídos provocándonos síntomas desconocidos en nuestro cuerpo. Aunque la primera reacción sea negar, lo dicho estalla a modo de bomba y de inmediato estimula las peores sensaciones. La adrenalina nos recorre de la cabeza hasta los pies, aumentando precipitadamente nuestro ritmo cardíaco, de repente una sensación de fatiga nos hace ahogarnos en llanto y parece que todo se derrumba, perdemos la noción de espacio y tiempo, siendo el vacío el protagonista de la escena.

Con tanta asiduidad las parejas procuran poner distancia reclamando un espacio, excusándose en un "me siento asfixiado", "quiero saber qué siento", "no sos vos, soy yo", frases que se utilizan para dar término a un relación en forma arbitraria y sin consensuar con lo que le pasa al otro.

En realidad, estas palabras tienen un mensaje ambiguo, ya que dejan entreabierta la puerta por si el que las pronuncia se equivoca. Y esto causa un dolor mayor, porque quien queda en la lista de espera, desespera aguardando un llamado o ilusionándose con que mañana quizás o un día de estos él volverá. Esta es la intención de quien se hace cargo de abrirse: no darle al otro la libertad que merece tener, puesto que promueve una conducta de dependencia y estado de alerta.

A veces, la excusa va acompañada de una falta de interés por el sexo, de ausencia de pasión o de falta de continuidad sexual.

Los hombres, cuando empiezan a tener la idea de tomarse un tiempo de "recreo", suelen estar apáticos en cuanto al sexo un tiempo antes: no son demostrativos, distancian los llamados telefónicos y los mensajes de texto, y ante el reproche femenino acusan una pérdida de motivación por saber de ella o que prefieren compartir los ratos libres con sus amigos.

Las mujeres emiten señales parecidas, pero en general manifiestan no saber bien qué quieren o que están confundidas. La mayoría de las veces, en la mujer aparece el deseo de conocer a otra persona, o de hacer un intento con alguien conocido.

Ciertamente, es factible que se note en las relaciones sexuales un cambio, que va desde evitar el sexo rotundamente a espaciarlo, demostrar la falta de goce sexual, llorar durante el acto, y oponer diferentes recursos para que no se note la pérdida de ganas, así como también buscar encuentros en lugares muy recurridos para evitar quedarse solo con la pareja.

¿Es común que uno se sienta abatido frente a dicha declaración?

Siempre que uno es dejado, se moviliza una angustia muy particular asociada a situaciones de abandono y pérdida vividas en la primera infancia. La situación primaria de este tipo es el destete, y la sensación actual de angustia que motiva el sentimiento de abandono reedita traumas infantiles, que se repiten pero cada vez de manera más intensa.

El duelo por lo perdido requiere de un tiempo determinado de recuperación, que depende de la fortaleza del yo. Hay personas que temen profundamente quedarse solas, y el vacío es una señal de peligro inminente.

¿Quién pide más "un tiempo", el hombre o la mujer?

Si quisiéramos hacer una estadística de quiénes utilizan más frecuentemente esta frase, notamos que los hombres son los iniciadores y quienes se apoyan, en forma de muletilla, en estas palabras para abrirse de una relación sin complicaciones. Pero el egoísmo y el machismo los hace sentirse dueños de la persona que han dejado, por lo que si esta mujer destrozada y con su imagen "por el piso" encuentra o conoce a otra persona con la que intentara rehacer su vida de pareja, inmediatamente reaparecerá "el confundido" para tratar de tomar posesión de lo que ya no le pertenece.
Se sienten autorizados a volver, pedir explicaciones y someter a dudas todo, y hasta reclaman y abogan sobre derechos que ya han perdido. De modo patológico depositan la culpa en la mujer, quien ha obedecido sumisamente entre sollozos y se ha retirado cabizbaja. Entonces, además de ser abandonadas deben ser “puras y castas”, sin derecho a nada porque éstos los perdieron el mismo momentos en que fueron "quitadas de encima".
Sin consideración, se abusan de los sentimientos de quien acató la orden y cumplió el mandato de otorgar tiempo para que puedan abrirse a otras posibilidades, algo que ellos llaman "confusión".

Pero también existe un responsable, que es la mujer que permite a modo de "orden soberana" que se discutan ciertos temas que tienen que ver con la vida particular de cada uno, sin respetar la individualidad ni la libertad de ellas.
Lo cierto también es que muchas son reincidentes y, luego de un tiempo, ven cómo se repite la historia en la que el varón se excusa diciendo que quizás creyó que extrañaba pero en realidad "era costumbre", después de lo cual vuelve a retirarse como un señor para quedarse expectante hasta que vuelva a ver que alguien acecha a quien cree que es de su propiedad.

Nosotras, siempre condescendientes con las decisiones masculinas, apostamos nuevamente con un monto de ilusión, creyendo que realmente será diferente esta vez y que por fin sabrá querernos y valorarnos. Pero tenemos escasa claridad en cuanto a los proyectos, y perdimos el rumbo sobre nuestro porvenir.
Negando nuestros miedos y emociones, aceptamos, ya que el instinto maternal tan característico de la femineidad y nuestra omnipresencia permanente nos hace ceder aunque nos podamos sentir relegadas e intimidadas. De alguna manera, oprimimos la angustia porque siempre queda espacio para "un poco más" y, tragando el sinsabor que produce la inseguridad, "pisamos el palito" nuevamente, cayendo en las redes de un juego perverso, ya que si la primera vez dio resultado, parece que siempre hay una segunda oportunidad para volver a equivocarse.

No creo en la necesidad de un tiempo, sino que pienso que es una forma elegante de poner fin a una relación que no tiene porvenir. Los hombres quieren terminar sin escándalos, sin reproches, y por sobre todo sin llantos que los haga sentirse maquiavélicos. Entonces, dejan con toda intencionalidad la esperanza de que cambiarán su forma de pensar y sentir.
Se trata de una manera astuta de ordenar el caos que puede sobrevenir. Pienso que la mejor manera de evitar una etapa indefinida de sufrimiento y de falta de respuestas es responder con un "no" rotundo y ofrecerles todo el tiempo, es más, toda la vida, porque para apuntar a sobrevivir esta situación de crisis y ruptura hay que virar la vista hacia nuevos horizontes.

Saludos

 

Comentarios

@CUCKY2

09/05/2007

Gracias Mariale por el comentario. Besitos.