El difÃcil arte de la paciencia
Publicado por
@JORJAR
¡Es cierto, que esperar cansa!!! ¡Y causa desánimo! Y preocupa a nuestra mente.
¿Por qué preocupar tiene siempre una connotación negativa, si en realidad significa ocupar con anticipación? Debe ser por causa de nuestra manÃa de que cuando debemos preocupar nuestra cabeza, ya la preocupamos con problemas, tragedias, cosas malas. Algunos, más sabios, la preocupan con sueños y ni siquiera le dan el nombre de preocupación.
Sabemos perfectamente cómo funciona la vida y que necesitamos saber esperar aquello sobre lo que no tenemos control. Incluso las flores esperan su hora de brotar.
Y para la vida no queremos esperar. Queremos desear y al minuto siguiente ver el resultado, como si no fuera precisa la maduración de nuestros deseos. Nos acarreamos, anticipadamente y, en muchos casos inútilmente, enfermedades fÃsicas y espirituales.
En ocasiones tomamos un atajo y llegamos más rápido, pero asà nos perdemos mucho de la belleza del camino. Llegamos más temprano, es verdad, pero en cierta forma algo queda faltando. ¿No sucede asà con los niños y adolescentes que viven demasiado temprano la vida adulta?
Si cortamos una flor en botón, le impedimos a ella y a nosotros su plenitud.
¡Pero, que es difÃcil ser paciente, lo es!
Hay momentos en que querrÃamos tomar el reloj del tiempo y girar las manecillas con nuestras manos para que el dÃa siguiente llegue más pronto; queremos dormir mucho para no ver las horas desfilando graciosamente frente a nuestros ojos; queremos pensar en otras cosas, pero no lo logramos.
Sacrificamos, de esa forma, nuestro presente, por un futuro desconocido, que no siempre será de acuerdo con lo que pensamos.
Las personas que esperan por un dÃa feliz tiran la felicidad del presente con la ansiedad del mañana.
Es peor como si esperamos el resultado de una prueba con probabilidades negativas. En ese caso, nuestro hoy queda realmente perdido. Lloramos antes, tenemos dolores de cabeza antes, no dormimos antes... El presente se vuelve sumamente inútil, casi insoportable. No tenemos, desafortunadamente, esa gloriosa capacidad de decirnos: "Esperaré para sufrir cuando sepa el resultado definitivo y si no es lo que espero, no sufrà por nada."
Si hay un tiempo para todas las cosas, dejemos entonces que cada cosa llegue en su momento. Vayamos abrazándolas una por una a medida que lleguen hasta nosotros, viviendo el minuto presente que es la gracia diaria que Dios nos ofrece.
Aprender la paciencia es un arte, probablemente el más difÃcil de todos. Nos exige mucho, exige autocontrol, exige determinación.
¡Vive el hoy! ¡Vive éste momento ahora! El mañana puede esperar por ti tanto como tú esperas por él.
¿Por qué preocupar tiene siempre una connotación negativa, si en realidad significa ocupar con anticipación? Debe ser por causa de nuestra manÃa de que cuando debemos preocupar nuestra cabeza, ya la preocupamos con problemas, tragedias, cosas malas. Algunos, más sabios, la preocupan con sueños y ni siquiera le dan el nombre de preocupación.
Sabemos perfectamente cómo funciona la vida y que necesitamos saber esperar aquello sobre lo que no tenemos control. Incluso las flores esperan su hora de brotar.
Y para la vida no queremos esperar. Queremos desear y al minuto siguiente ver el resultado, como si no fuera precisa la maduración de nuestros deseos. Nos acarreamos, anticipadamente y, en muchos casos inútilmente, enfermedades fÃsicas y espirituales.
En ocasiones tomamos un atajo y llegamos más rápido, pero asà nos perdemos mucho de la belleza del camino. Llegamos más temprano, es verdad, pero en cierta forma algo queda faltando. ¿No sucede asà con los niños y adolescentes que viven demasiado temprano la vida adulta?
Si cortamos una flor en botón, le impedimos a ella y a nosotros su plenitud.
¡Pero, que es difÃcil ser paciente, lo es!
Hay momentos en que querrÃamos tomar el reloj del tiempo y girar las manecillas con nuestras manos para que el dÃa siguiente llegue más pronto; queremos dormir mucho para no ver las horas desfilando graciosamente frente a nuestros ojos; queremos pensar en otras cosas, pero no lo logramos.
Sacrificamos, de esa forma, nuestro presente, por un futuro desconocido, que no siempre será de acuerdo con lo que pensamos.
Las personas que esperan por un dÃa feliz tiran la felicidad del presente con la ansiedad del mañana.
Es peor como si esperamos el resultado de una prueba con probabilidades negativas. En ese caso, nuestro hoy queda realmente perdido. Lloramos antes, tenemos dolores de cabeza antes, no dormimos antes... El presente se vuelve sumamente inútil, casi insoportable. No tenemos, desafortunadamente, esa gloriosa capacidad de decirnos: "Esperaré para sufrir cuando sepa el resultado definitivo y si no es lo que espero, no sufrà por nada."
Si hay un tiempo para todas las cosas, dejemos entonces que cada cosa llegue en su momento. Vayamos abrazándolas una por una a medida que lleguen hasta nosotros, viviendo el minuto presente que es la gracia diaria que Dios nos ofrece.
Aprender la paciencia es un arte, probablemente el más difÃcil de todos. Nos exige mucho, exige autocontrol, exige determinación.
¡Vive el hoy! ¡Vive éste momento ahora! El mañana puede esperar por ti tanto como tú esperas por él.
Más notas de OtrosVer todas
Más notas de Otros
IDILIO SIDERAL
@JORJAR 06/06/2007
DECALOGO PARA LUCHAR CONTRA EL DESALIENTO
@MPELLE 06/06/2007
Conocer a una persona..
@SUZIE_Q 01/03/2014
EN LA LUCHA CONTRA EL INSTINTO MUEREN TODOS LOS QUIJOTES.
José Narosky"Un acto de verdadero amor puede ablandar un corazón congelado ..
Frase extraida de la pelicula FrozenARG
Abogado, no carancho. Tranqui. Vida sana, lo que no excluye placeres mundanos. ð
¿CONOCERLO?
Más Hombres
Salidas Grupales
Ver Todasir a Bailar
MOJITOS DE CUBA, FESTEJO DE CUMPLEAÑOS, CON TOD
@GABY_LACOLO21 - Jueves 20/06/2024
17
67
Me interesa
Aire Libre
SAN JUAN Y BOEDO antiguo y todo el cielo ...
@GABRIELMAX - Domingo 07/07/2024
1
44
Me interesa