LA ENERGIA DEL AMOR (Jose/Lucas) 7/1


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Escrito por
@LOCOPOETA

11/10/2009#N29029

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UN POCO DE HISTORIA...


 

   "La diferencia entre pasado, presente y futuro

            es sólo una ilusión, aunque empecinada"

                                                                                  Albert Einstein

 

            En los últimos tiempos es significativo para mi el cambio que se fue produciendo en la PERCEPCIÓN de los hechos de mi vida y de los hechos que la rodean en el espacio-tiempo (concepto desarrollado por Einstein hace algunos años), es decir en mi mismo, en la gente, y en mi mismo y en la gente pero a través del tiempo.

 

            Claro, vos dirás: y a mi que me importan esos divagues tuyos, pero si que importan, porque en primer lugar, no resulta nada fácil darnos cuenta de los avances que va produciendo nuestro "Yo mismo" en el camino espiritual, como decía el otro día una amiga, nadie nos va a decir:

 

               ¡Hola!, ¡que tal!, ¡veo que ésta semana estás dos kilos más espiritual!

  ó si no:

               ¡Que bueno!, ¡te sientan muy bien esos diez centímetros de alma que te han crecido !

 

            Y se debe a que sencillamente no es posible medir el progreso espiritual de la forma en la que acostumbramos a medir todo lo que esté a nuestro alcance, y es una de las trampas a las que nos tiene acostumbrados nuestros egos ó importancia personal como diría el nagual Don Juan de Carlos Castaneda, y que no es más que una de las tantas maneras de JUZGAR, aunque muy rara vez nos percatamos de ello.

 

            Es que comúnmente juzgamos y condenamos, y creemos que esa es la única manera de percibir la realidad, sólo porque nos lo enseñaron y lo tomamos con naturalidad, pero ojo, también es la forma en que nuestro subconsciente está acostumbrado a manejar a nuestra mente, haciéndonos sentir culpables de casi todo, analizando todo por comparación con otras cosas del pasado. Y casi nunca naturalmente, percibiendo sólo la esencia.

 

            No te preocupes si lo que acabo de decir te parece que forma parte de tu vida cotidiana, no vivirías en este mundo si no fuera así, en realidad, una de las cosas que más necesita el espíritu es que hagamos conscientes todas las actitudes y conductas de nuestra vida cotidiana, porque es a partir de esa conciencia que nuestro contacto con lo divino comienza a tener sentido y a allanar el camino.

 

            Entre esas cosas, comencé a percibir más claramente, vi conexiones en las que nunca se me hubiera ocurrido pensar; por ejemplo, antes leía en los libros que muchos autores y protagonistas de historias habían vivido situaciones que parecían místicas, milagrosas, mucho antes de comprenderlas siguiera, y yo, me preguntaba hasta que punto podía asimilarlas, ya que nunca en mi vida me había sucedido algo así, entonces, concluía erróneamente, en que mi nivel espiritual era realmente muy bajo.

 

            Cuando ahora leo párrafos semejantes mi respuesta es muy distinta, estoy convencido de que no importa demasiado, pero la conexión con lo ocurrido en mi vida en el pasado es mucho más clara, y entonces recuerdo muchas situaciones en las que yo también había utilizado precozmente mis recursos espirituales, y seguramente, vos también las vas a recordar ó las tenés muy presentes ahora mismo.

 

            Recuerdo, una larga y silenciosa noche de invierno, mi muy querido tío yacía angustiosamente en la cama de un hospital, un cáncer en los huesos lo había ido consumiendo durante seis meses, degradándolo hasta el límite mismo de su dignidad, la ciencia había hecho lo posible, que era muy poco, y esa mañana, al fin pudo partir, no había consuelo, pero no por la muerte, para eso había algunas alternativas de explicación desde la fe, como eso del cielo, el purgatorio y el infierno.

            Lo que no tenía sentido era todo el sufrimiento, toda la degradación y la lucha inútil, entonces desde la razón, tampoco la muerte podía justificarse con los argumentos de que disponía en aquel momento, ante la impotencia, me puse a escribir:

 

            " SILENCIO..., un silencio tan profundo como la vida misma, un silencio atroz, que se quiebra con el más leve movimiento, con el tic-tac de un reloj, con la respiración desesperada de un alma que quiere seguir viviendo mientras lucha tenazmente contra la muerte, ese imponderable del que ninguno puede escapar, del que nadie está exento, al que todos, si, todos, aunque no se reconozca a veces, tememos. Y tememos por no saber que es, aunque muchos estamos casi convencidos de que es el último paso hacia la eternidad, hacia esa eternidad que casi todos, quieren encontrar en éste mundo, aún sabiendo de su incierto destino de ser humano.

  Y ese profundo y lánguido silencio de una noche, se va cortando cada instante por ruidos producidos de la más insólita e inimaginable naturaleza, por esos ruidos que cortan el aire, y parece como si vivieran tétricamente… y ajeno a ese silencio, a esos ruidos, a esa lucha de la naturaleza por no ser tan insignificante como para no ser oída, sigue inmerso en él, esa otra lucha, esa lucha despiadada, desigual, injusta, que la muerte va ganando cada instante, cada momento, sin llegar a una definición final, y convirtiendo todo eso en una lenta y horrenda agonía, incapaz de quebrarse con ese silencio, ni con un bullicio infernal, ni con nada que esté al alcance humano y tan limitado del hombre.

  Y el silencio sigue haciéndose dueño de la noche, devorando horas, lentamente, como si la misma noche estuviera también jugando entre su vida y su muerte y no quisiera ser nunca alcanzada por el sol, para morir en una mañana más..."  Fechado el 1/9/72.

 

  Al cumplirse un año de aquel día, mis tías me dijeron: vos que escribís tan lindo (claro, son mis tías), porque no nos decís que ponemos en la placa del cementerio, y allí está, desde hace más de veinte años el bronce con su leyenda:

 

 "... Las palabras se olvidan, te recordamos en silencio..."

 

            Ahora, a la distancia, puedo comprender que sin saberlo, conocía la importancia del silencio y la volatilidad de las palabras.

 

            Perdoname, tenía que introducirme al tema de la muerte y las injusticias de la vida para poder mostrar una de las facetas menos creativas de nuestro ego, de ese farsante que creemos que somos, pero no somos, de ese conductor que nos lleva de las narices con una zanahoria por delante para que no tengamos ganas ni justificativos para mirar hacia adentro, de ese impostor que nos quiere convencer de que somos un cuerpo que tiene una mente de la que servirse.

 

            Cuando la única oportunidad que tenemos de llegar al espíritu es a través de la mente, proyectando la esencia de nuestro interior, valiéndonos de ella como foco, es la mente la que puede producir el milagro, la que puede cambiar todas nuestras perspectivas, la que debería controlar y dirigir a nuestro ego y nuestro cuerpo.

            Y eso no es complicado, al contrario, es muy sencillo, pero, lamento tener que desilusionarte, también es muy difícil de lograr.

 

            ¡ATENCIÓN!, dije difícil, no imposible.

 

            De nuestro ego se trata, vos habrás escuchado hablar o leído por ahí eso de "conócete a ti mismo", bueno, esa frasecita que perdura con el tiempo, en miles de años, es la misma que podés, si es tu voluntad, aplicar hoy en cada una de las situaciones que tengas que vivir, en cada acto y en cada pensamiento, con eso solamente, ya estarías en el camino, es más, aunque vos no quieras, por el sólo hecho de vivir, ya estás en el camino, pero sin tener conciencia de ello.

 

            Por eso, tu más pequeño gesto de ternura, hace que toda la humanidad avance enormemente en la evolución, por eso es deseable que cada vez, más personas y más rápidamente, conozcan la Ley del Amor, porque si saben y comprenden la importancia de los actos de amor desinteresado, el mundo de nuestros egos no tendrá otro remedio que caer en el caos y destruirse a si mismo (ver "La novena revelación" de James Redfield).

            Entonces la vida terrenal tendrá sentido para todos, y no sólo para los que pudieron "conocerse a si mismos", más adelante vamos a charlar de algunas técnicas útiles para eso, ahora, como dice Lenon, "puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único..."

 

 

Comentarios

@LAQUESOY

12/10/2009



...Por eso, tu más pequeño gesto de ternura, hace que toda la humanidad avance enormemente en la evolución...

Gracias Lukis! por este gesto de ternura regalándonos día a día y  tan generosamente! cada capítulo tu libro.

Besos agradecidos!