LA ENERGIA DEL AMOR (Jose/Lucas) 17

ALGUNAS PIEDRAS

DEL CAMINO...

 

   "Ser bueno es fácil, lo difícil es ser justo"

                                                                       Séneca

 

            Inevitablemente, cuando vamos entrando al camino del Amor, esa conciencia en crecimiento, nos va haciendo ver muchas cosas, algunas que ni siquiera habíamos imaginado, me pasa a mi como puede pasarte a vos.

 

            Comenzamos a ver y comprender que, eso que todos creemos que es "la realidad", y que nosotros mismos construimos desde el principio del tiempo, está continuamente chocando contra nuestros intereses, contra nuestros deseos, contra nosotros.

 

            Notamos más que antes, que, hasta nuestro habitual medio de vida, por lo general, no concuerda con nuestros principios, y menos con nuestras necesidades, salvo poquísimas excepciones.

 

            De repente, nos cuestionamos esos medios de vida, "vemos" que no le sirven realmente a nadie, que estamos consumiendo la mayor parte de la vida en cosas que son intrascendentes, en trámites que nos llevan a más trámites, en políticas y planes que nunca llegan al fondo de los problemas, en vivir las vidas de los otros a través de la tele, los diarios y las revistas, en viajar a ninguna parte para no hacer nada.

 

            Ojo, no es tan claro como lo estoy escribiendo, son sensaciones muchas veces muy aisladas, otras mucho más claras y comprensibles, pero la primera impresión es de aislamiento, de luchar contra la corriente, de estar totalmente solo, de creerse absolutamente loco, o creer locos a los demás.

 

            Como siempre, los extremos no son convenientes, y hay que tomar todo esto con toda calma y atención, sin creernos los dueños de la verdad absoluta, sin pensar que tenemos que aislarnos de pronto de toda esa corriente en la que estamos metidos, sabiendo que es nada más que un paso más en el camino.

 

            Tampoco es cierto que estamos solos, vos, yo, y muchos otros ya llegaron a esa etapa de la comprensión en la que, sabemos que en el mundo en que vivimos hay muchas cosas que cambiar, pero también deberíamos saber que no podemos, ni debemos ignorar éste mundo que tenemos, ni querer cambiarlo a nuestro gusto personal porque lo necesitamos tal como es.

 

            Cada uno tiene su perspectiva, su forma de ver y sentir las cosas, y eso es exactamente lo que necesita, por eso, cuando nos damos cuenta de que lo que hay a nuestro alrededor no nos sirve, también tenemos que percibir que los únicos que podemos cambiar somos nosotros mismos, y tomándonos todo el tiempo que sea necesario, ¡el tiempo no existe!, nosotros lo inventamos.

 

            No deberíamos olvidar, que todos, si nacimos en éste mundo, es porque para algo lo necesitamos, y muchas veces lo que de verdad necesitamos, lo aprendemos a través del sufrimiento y el dolor, pero no todos aprendemos las lecciones de la misma forma, no todos tenemos la misma perspectiva, y no todos aceptamos que los otros tengan su propia perspectiva de las cosas, por más duras, erradas y contradictorias que parezcan, pues para otros, pueden resultar absurdas las convicciones nuestras.

 

            Esta es una de las más difíciles etapas del camino, porque arrastramos toda una vida, una cultura y una educación, que ahora que creemos estar despertando, nos dice que nos estamos equivocando, y además, nos resulta mucho más fácil considerar verdadero todo lo que nos fueron enseñando, y que ya llevamos incorporado, que ya es "conocido", aunque no nos sirva, aunque algo que no comprendemos muy bien qué es, nos diga si nos interesa saber porque y para que vivimos. En éste punto, el camino tiende a separarnos de lo que antes creíamos real.

 

            Porque es la misma realidad, a través de nuestra percepción, lo que está cambiando.

 

            Cuando percibimos nuestro cambio de actitud, los demás también lo perciben, aunque sin darse demasiada cuenta, pero ese es un buen parámetro para nuestra percepción, y es que empezamos a generar un entorno diferente, mejor desde nuestra perspectiva y la de ellos.

 

            Y es que, cuando vos ó yo, empezamos a "ver" la realidad cotidiana con otra perspectiva, esa realidad cambia, ya no es como antes, pero, ese cambio puede perturbarnos y hacer que no notemos nada, y todo siga como era antes sin que parezca que se produce ningún cambio real, sin que la nueva percepción se haga consciente, y, aunque nos va a quedar grabado en el interior, no vamos a recordarlo, pero siempre va a estar allí para cuando nos animemos a avanzar un poco más.

 

            Siempre es así, experiencia, experiencia y más experiencia, eso es lo más valioso que nos pueda pasar: experiencia.

 

            Para mi gusto, te lo digo sinceramente, es preferible inventar algo a seguir cometiendo los mismos errores "históricos", si  tenemos en nuestras manos el poder de Crear, ¿por qué nos empecinamos en "repetir" lo que ya está creado y probado?, y que por supuesto, casi nunca funcionó.

 

            De lo contrario viviríamos nadando en felicidad y alegría, no nos enfermaríamos, no existirían cosas como la guerra, la mentira, el odio, el rencor, la violencia, la impaciencia, el orgullo, la deslealtad, y si ponemos un poco de imaginación, tampoco existiría la muerte.

 

            Esto que te estoy diciendo, que sin haberlo experimentado parece el más absurdo de los delirios, quiero que sepas que no es un invento ni una idea mía, me pasó y me sigue pasando, y además lo comparto con un montón de gente que conozco, y también puedo comprender mejor a todos, o a casi todos los maestros espirituales que tuvo la humanidad a través de los siglos.

 

            Encontrarse casi sin querer con que las estructuras entre las cuales vivimos son distintas y a veces contrarias a lo que es la necesidad ambiental del progreso espiritual sin barreras, es un golpe muy duro para cualquiera, pero una vez que nos acomodamos a la nueva perspectiva, percibimos también, que, aunque nos gustaría que todo fuera más fácil, no necesariamente el camino del espíritu debe ser sin barreras, ni obstáculos, ni frenos, y podemos ver que hasta todo eso que vemos tan negativo, también ayuda a templar nuestro aprendizaje.

 

            Ejemplo tonto de lo que digo : ¿Nunca te preguntaste porqué en una casa se utiliza una proporción tan enorme del tiempo en preparar comidas o meriendas, lavar los utensillos, limpiar, aspirar, acomodar, etc., etc., etc.?, ¿No te parece que todo eso responde no a una necesidad real, sino a costumbres, hábitos y principalmente, como diría Gandhi, a que estamos habituados a poseer mucho, pero mucho más de lo que necesitamos?, pensalo, por favor, pensalo con tranquilidad y tomate tu tiempo, y si no estás en todo el día en tu casa, averiguá, por favor, tomate el trabajito de averiguarlo, después me contestás. Mientras pensás, entretenete con ésta historia que no es cuento:

 

SIN SABER MUY BIEN PORQUE...

 

                           A los que se animan a preguntarse ¿por qué?...

 

         Caminaba por la plaza, volviendo a la oficina en una tarde primaveral, mientras pensaba, sin saber muy bien por qué, en todas esas noticias que al mediodía había visto en el televisor del barcito donde almorzaba.

 

         A Manuel no le gustaba mucho ver la tele, cuando era joven leía muchos libros, ahora, se conformaba con el diario y las revistas que compraba su mujer, pero ese día, lo había atrapado una noticia que, sin saber muy bien por qué, lo había conmovido, llegando al fondo de su corazón, estremeciéndolo de tal forma, que le hizo caer la gaseosa sobre su pantalón sin notarlo, como hipnotizado por algo que alguna vez fue importante para él.

 

         Lo curioso del caso, es que no recordaba "la" noticia, repasaba mentalmente, la cotización de la bolsa, el asalto al banco, las nuevas medidas económicas, el juicio oral a ese actor famoso, y hasta la publicidad de pan rallado sintético y de los cigarrillos que llevan al éxito.

 

         Es que había sido un pequeño comentario que lo atrapó al instante, pero ya lo había olvidado por completo. Después de una tarde atareada, con la sensación de que algo le rondaba en la cabeza, después salió a la calle para regresar a su casa, mientras el sol caía a sus espaldas.

 

         Pasó por el bar después de comprar el diario, se sentó en la misma mesa y tomó el mismo vermú de siempre, solo como siempre, ojeaba el diario sin notar que "la" noticia estaba allí, y sin saber muy bien por qué, se levantó, saludó al mozo y se fue.

 

         Cuando se sentó en el colectivo, recordó su imagen con pantalones cortos,  jugaba a la pelota en el potrero, y escuchaba la voz de su padre que le gritaba y le exigía que corriera y le pegara una patada a ese zurdito habilidoso, porque "a golpes se hacen los hombres".

 

         Sin saber muy bien por qué, se encontró corriendo hacia el colegio porque llegaba tarde, y escuchó al preceptor hablándole de su irresponsabilidad por el retraso, "vas a ser un inútil si llegás tarde", el sonido el timbre, lo hizo escuchar al profesor de contabilidad, que explicaba la fundamental importancia que tenía valuar correctamente los títulos públicos en el Balance.

 

         La frenada brusca en el semáforo de la avenida, le trajo a la mente la dulce sonrisa de Ana, que era un torbellino. Aquella "loquita" de la que se había enamorado y hasta le había escrito versos, a la que también dejó, sin saber muy bien por qué, y se casó con su vecina Inés.

 

         Cuando empezó a caminar la media cuadra que lo separaba de su casa, el aroma de los jazmines le recordó inmediatamente el patio de la casa de Agustín, su maestro de pintura, y lo enterneció esa sensación de placer que lo envolvía mientras pintaba, aunque, sin notarlo, hacía más de veinte años que no tocaba un pincel, y los únicos colores que usaba, eran las biromes azul y roja con las que tildaba planillas en la oficina.

 

         Al fin, llegó a su casa, se sacó la corbata y los zapatos, leyendo el papelito que Inés le dejó imantado en la heladera, ella estaba en el club jugando canasta, Carlos volvía tarde de la facultad, y Vicky, se quedaba a dormir en la casa de Cecilia. Apagó las luces, y sin saber muy bien por qué, se fue a dormir sin cenar.

 

         El radio-reloj empezó a gruñir noticias a las 7:10 en punto, Manuel se fue despertando, y, abriendo apenas los ojos, escuchó al locutor: "Hay un hermoso sol ésta mañana, pero el pronóstico anuncia lluvias para la tarde...", también leyó después del diario "la" noticia, como recordándole una vez más, que siempre se puede empezar a "darse cuenta", pero, él se estaba duchando y no escuchó. Cuando salía para la oficina, sin saber muy bien por qué, tomó el paraguas y se fue pensando en lo tarde que se levantaría cuando, dentro de cinco años, obtuviera su jubilación.

 

                                                                                              YO

 

 

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