LA MADRE JUDÍA


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Publicado por
@KOPSI

18/01/2010#N30297

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Doy fe de que es exactamente así. Este texto me recordó a mi madre, anécdotas de su infancia y adolescencia en Polonia, sus dificultades con el idioma al principio (luego lo dominaron y sin acento). Es un texto que me hizo reir, pero al mismo tiempo me trajo bastante melancolía.

Ojalá lo disfruten.

:) Sara

 

…y la bobe y el zeide se reían en idish, y siguieron hablando muy mal castellano: tras más de cincuenta años en  America seguían diciendo
“hacer una vuelta” por dar una vuelta…Boinas tardes, dormotorio, postigo, por testigo, joives.
 
 
Hace muchos años un famoso doctor judio en Buenos Aires, que hablaba idish,  atendía preferentemente gente de la colectividad, recibía a una paciente que en un mal castellano, le contaba: "Dr. yo vine al pais por laizquierda".
 El Dr. de pocas pulgas, enojado le contestaba: "Ud. no vino por la izquierda, Ud. entró ilegalmente al pais"
En idish izquierda es "linke" y a los izquierdistas (comunistas) se los denominaba "linkes" porque   en aquella època eran ilegales - estaban proscriipt os -  el término se refiere en general a todo lo que no es "kosher" (legal)
Otra paciente le decía, "Dr. como y rompo"... El Dr. estallaba: "Alte idene(vieja judia),  Ud. no rompe, Ud. vomita".
 Vomitar en idish es "brejn" que traducido literalmente es romper


Venían de un país que era Alemania cuando llegaban los alemanes, Rusia cuando llegaban los rusos, Polonia cuando llegaban los polacos, y Lituania en los breves lapsos en que nadie los invadía.
Su idioma natal era una mezcla de todos ellos.

Pero reírse, se reían en un idish claro, inconfundible, cristalino y contagioso.

Se reían de sí mismos, aplicándose sobrenombres intraducibles que hacían públicos sus defectos para quien entendiera idish, destacaban sus ruidos al
respirar, su hambre eterna, su incontenible
gula, sus papelones.

Llamaban
shnorer al que agarra de más,
shvitzer
al que transpira por tramposo,
"Petlura" recordando  el apellido de un general lituano antisemita y genocida, a los que eran malvados.


Del lunfardo porteño traducían clavo, literalmente
tchvok para quien no les pagara algo; los grine: verdes, eran los dólares; un shtekn: palo, era un millón de pesos.

El idish es, el lunfardo del lunfardo, la risa escondida. Para ellos, para mi también, culo, no es lo mismo que
tujes, al igual que mis hijas que con todos sus amigos se saludaban, no con el boludo, liso y llano, sino
diciéndose: hola
pots, ellos se saludaban todos así, judíos y no judíos: hola pots…aún lo siguen haciendo.

También le tocaba a las abuelas…mi mamá, la abuela de mis hijas, fue siempre la
bobe, era la bobe de todos ellos porque suena diferente en idish, como
diferente suena una persona chismosa a una
iajne…y el famoso oy oy oy vei de todas las bobes no era una queja, sino una opinión política, un texto de filosofía o la síntesis de toda una vida.

Cuando eran invitados a comer siempre se despedían llevándose un paquetito, un pecale, y por supuesto se pedía la receta. Receta que después hacían a su
modo, con los elementos que disponían y luego sentenciaban diciendo que porquería que resultó.

Claro que si esa comida llevaba 6 huevos ponían dos, si llevaba 200 grs. de azúcar, ponían 100 y así reducían todos los ingredientes cada uno de acuerdo a lo que su bolsillo le posibilitaba. Comían en castellano, pero se reían en idish.

Decían: éramos tan pobres que un día ayunábamos lácteos y otro día ayunábamos carne.  Que digan lo que quieran: nos faltaba de todo pero hambre nunca nos faltaba.

Mas allá de plumas de humoristas célebres como Sholem Aleijem, su libro best seller, escrito en 1899, la novela: “Tevie el lechero” que se conoció como comedia musical con el nombre de: “El violinista en el tejado”, millones de
judíos de Europa Central y Oriental y sus descendientes en Estados Unidos, Argentina, Israel y otros muchos países, se rieron en idish durante centenares de años. Scholem Aleijem solía decir
“lajn iz guezunt, doktoirim heisn lajn” (reír es saludable, los médicos recomiendan reír).

Eliahu Toker, también se expresa sobre el idish diciendo que:

“es un país de la palabra sin territorio, ejército ni policía”. Es, me animo a agregar, el idioma de un pueblo que se ríe de sus carencias y de sus creencias

Nos reímos de nosotros mismos y para dejar mejor ejemplificado aquí puedo agregar un par de chistes tales como el que cuenta que Cohen, recién llegado a la Argentina va en busca de trabajo.

Se pone sus mejores galas, en realidad lo único que tenía. Cuando lo entrevistan en una empresa le preguntan:

 
"y dígame Sr. Cohen, acá dice que hace muy poco llegó al país. ¿Ud. entiende español como para obtener este empleo?
-si lo pronuncian en idish, por supuesto!!"

Hay centenares de cuentos, historias y chismes sobre las madres judías, y quiero dejarles  unas instrucciones para la comprensión y respeto de una madre judía pero antes y para entrarlos en el tema les agrego algunas de estas historias pero…quiero antes que nada asegurarles: todas son exageradas!!  

Un hombre llama a su madre y le pregunta como estás mamele (mamita)?

-Débil. Hace cuarenta días que no como …

-- Como !!! ¿Qué hace cuarenta días que no comes?!!! Qué te pasó????????

-Nada, no quería contestarte con la boca llena por si me llamabas.


De igual modo la caracteriza esta otra habladuría:

una madre le regala a su hijo dos corbatas, él se pone una el viernes para el shabat (sábado) y al llegar a la casa de su madre para festejar el día más importante de cada semana, ella lo mira y le pregunta: main kind (hijo mío) no te gustó la otra?


Y por último y antes de pasar a las instrucciones anunciadas:

¿saben Uds. la diferencia entre una madre italiana y una madre judía?

La italiana le dice a su hijo:

“come o te mato y la judía le dice: come o me moiro.”


Lo dice Schussheim: “el humor judío no es un hecho humorístico, sino una preciosa herramienta de supervivencia” .  


Instrucciones para la comprensión y respeto de una madre judía  ;


- Cuando una madre judía tiene frío, todos deben abrigarse.
-
Siella tiene hambre, todos deben comer.
-
Siella tiene miedo, todos deben temblar.
-
Si ella se angustia es porque lo que está pasando es terrible.
-
Siella se despierta temprano, es hora de levantarse.
-
Si ella está cansada y quiere dormir, todos deben acostarse.
-
Siun hijo se resfría, ella estornuda.
-
Siun hijo tiene fiebre, ella se pone el termómetro y transpira.
  • Si una hija está pariendo, ella puja.


La sacra mater judía es doble y se disocia así:

Dentro de la casa: se golpea el pecho porque está descontenta con sus hijos y se los dice.
Fuera de la casa: saca pecho porque está muy orgullosa de esos mismos hijos y se lo dice a todo el mundo.

Plegaria matutina  que cada día, la mater Judea repite al amanecer:

 
 
"Gracias D/os mío por haberme convertido en madre.
 Sufro, sufro, sufro. Luego, si tengo tiempo, veré si existo. Amén". 

 

 

 

 

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