TERREMOTO DEL ALMA


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Publicado por
@LUNADESPEINADA

13/03/2010#N30879

0 Actividad semanal
569 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

TERREMOTO DEL ALMA


Pilar Sordo


Se nos cayeron muros y casas completas. Muchas cosas materiales a las que les teníamos cariño desaparecieron ante nuestros ojos sin que nada pudiéramos hacer.


Perdimos seres queridos y de un momento a otro nos sentimos solos y desamparados.


Tanta importancia que le damos a la tecnología y nos costó días poder llegar a comunicarnos con zonas cercanas y lejanas.


Volvimos a usar el lápiz y muchos de nosotros nos recriminamos por no sabernos los números de teléfonos y por no tener batería para comunicarnos.


Todo quedó a oscuras, todo quedó en silencio, como una invitación a mirar a lo más profundo de nuestra alma.


Claramente no todos contábamos con radios a pilas, velas y todo lo que se nos dice que debemos tener en caso de estas situaciones.


Muchos edificios no tenían cargados los sistemas de luz de emergencia, como que pensábamos que nunca íbamos a tener que ocuparlos.


Tuvimos miedo, pena, rabia, nos sentimos frágiles, pequeños y vulnerables. Todo esto sólo nos lleva a concluir que en esos minutos  fuimos más que nunca verdaderamente humanos. Sin muletas, sin ataduras, sin dependencias. Desde nosotros tenían y debían salir todas las soluciones. Poco de lo de afuera nos servía.


La oscuridad nos hacía mirar sombras, bosquejos, nos invitaba a escuchar latidos, ritmos respiratorios, abrazos... El glamour, las "fachas" y las ropas dejaron de importar. Perdimos pudores, nos volvimos simples, sensitivos, empáticos y cariñosos.


 


Sabíamos poco, muy poco de lo que pasaba. 


No saber por donde empezar inundaba nuestras cabezas. Los más ansiosos, empezaron de inmediato, los más calmados muy de a poco.


Algo nos decía que lo que había pasado era grave.


La radio, hermoso medio, nunca paró. Lo poco que sabíamos era por ellos.


Gente con temple y valentía que merece un premio por el coraje de dejar a los suyos por el mandato de servir a otros traspasando sus  propios miedos. Mil gracias a todos ellos.


El terremoto, fue como un gran colador que mostró lo mejor y lo peor de nosotros mismos.


Los chilenos tenemos que aprender mucho de la solidaridad, de esa que no tiene que ver con campañas, esa de todos los días. Nos falta respetarnos y  tolerarnos más.


Aceptar que en la empatía está la verdadera solidaridad.


Entender que donar cosas no implica hacer un orden de la casa y sacar lo que no nos sirve. Y hay que sumar el hecho de que en una campaña solamente no se muestra nuestra capacidad para dar, eso es de todos los días.


 Aquí hubo saqueos con plata y sin plata. Ambos imperdonables y reflejo perfecto de todo lo anterior. Tal vez esto muestra nuestra falta de desarrollo espiritual y un extremado apego a las cosas.


Se nos cayeron las máscaras y los muros, aparecieron nuestras lágrimas, muchas veces expresadas en cuatro paredes. Aparecieron seres de luz haciendo campañas, ollas comunes y gestos de solidaridad.


El terremoto del alma es el más lento de sanar.


No nos sirve para ello, el dinero, la tecnología y tantas otras cosas de las cuales nos apoyamos.


Todo nos sirve y nos ayuda pero tendremos que pararnos desde adentro para que lo que construyamos afuera sea de una solidez  que el próximo remezón no sea capaz de botar.


Usemos el humor, la fe y los afectos, creo que con esto el camino se hará más fácil para todos.


 


 




 

Comentarios

Aún no hay comentarios. Iniciá una conversación acerca de este tema.