TEATRO COLÓN."Nos jodieron la acústica"..más de TEMPORADA


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@DONA_MUSIK

10/05/2010#N31701

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"Nos jodieron la acústica del Colón", por Roberto Blanco Villalba

Macri prometió abrir el Colón para el Bicentenario y cumplió. Debía cumplir. Le urgía cumplir. Necesitaba imperiosamente cumplir. Ante la casi total inercia de su gestión y de los diversos cuestionamientos que se le hacen desde diversos sectores, la apertura del Colón era casi su única carta de triunfo para mostrar la efectividad de su gestión. Sabemos que los medios pueden hacer maravillas a partir de un único dato. ¡Imaginate lo que podrán hacer con todo un teatro!.
Anoche estuve en una función especial con la Coral dirigida por Vieu y pude apreciar el resultado final del trabajo en la sala, foyer y salón dorado. El Colón está limpio, tan limpio como nunca debe haberlo estado, tan limpio que parecía un aviso de televisión de algún producto de poderosa limpieza profunda, tan limpio que el exceso y brillo de los dorados podrían casi cegar. No sé si fui claro. El Colón está limpio, pero por lo que respecta a lo que se ve,sólo eso: limpio. Lo viejo sigue mostrándose viejo y en aquellos lugares donde no se pudo limpiar no se restauró. No sé que se hizo dentro, pero dos años y cuatro meses para sólo limpiar me parece un despropósito –uno más cargado a la cuenta de aquellos que no toman conciencia de que están para servirnos y no para que les banquemos sus caprichos o aspiraciones políticas-.
Hasta aquí todo entra dentro de lo anecdótico y pasaría por ser otra avivada más de otro gobierno que no pasará a la historia. Lamentablemente Macri pasará –por más que le tire la pelota a gestiones anteriores- como el jefe de gobierno –la minúscula es adrede- que reabrió el Colón. Y más aún, el que le jodió la acústica. Sí la vieja y casi mágica acústica del Colón no existe. Ese peculiar redondeo del sonido, esa extraña cualidad que no encontré en ningún otro lugar del mundo de embellecer lo que suena no estuvo presente. Estando sentado en platea al fondo del extremo izquierdo -uno de las mejores ubicaciones para apreciar la orquesta- pude comprobar que el sonido es bastante brillante y seco –un poco como el del Avenida-.
Además los distintos sectores de la orquesta no amalgaman y, por lo tanto, suenan como yuxtapuestos y hay un cierto desbalance a favor de la mitad izquierda de la orquesta –con respecto a mí- que no debería existir a partir de la décima fila cuando mucho. Me dijeron que era muy probable que esa fuera la acústica “original” y que en las pruebas no se registran problemas de ningún tipo. O sea que un aparato o los cálculos de un ingeniero invalidan los hechos. Además varios de los intérpretes me comentaron que el retorno al escenario fue diferente durante el ensayo –con la sala vacía- y la función. Y esto no ocurría antes.
No te escribí ayer porque la indignación, la bronca y la angustia me habrían hecho desbarrar. No encontré a un solo músico que haya estado en el escenario ni a una solo autoridad que lo ignorase y lo peor es que nadie se
lamentó. Presentan varias y vagas explicaciones y algunos demostraron una supina ignorancia diciendo que no hay lugares sordos, ¡como si se tratase de eso!. Lamentablemente nuestra tilinguería cultural –que es demasiada-, los nuevos ricos y buena parte del infame y venal periodismo top aplaudirán la reapertura sin ningún tipo de cuestionamiento y Macri se llevará su carta de triunfo. Pero a nosostros –al público, a los contribuyentes, a los dueños del teatro- y a la posteridad nos jodieron la acústica, nos jodieron el Colón.
Un abrazo,
Roberto Blanco Villalba
(Docente, compositor, musicólogo y crítico musical. FM Radio Cultura)
Facebook | "Nos jodieron la acústica del Colón", por Roberto Blanco Villalba

 

Concierto de prueba para reabrir el Colón |

Publicado por habitués en Mayo 9, 2010

Fideliosite.com.ar | Sábado, 08 de Mayo de 2010 00:22
Concierto de prueba para reabrir el Colón
Hoy un crítico musical comparó a la instancia en la que se encuentra el Teatro Colón con una prueba de Fórmula 1: "calentando motores", escribió. Falta poco más de dos semanas para que reabra sus puertas al público (cerradas, por refacciones desde el 2° de noviembre de 2006), queda el último envión. El miércoles ensayó sobre el escenario principal el Coro y la Orquesta estables para el concierto que dieron al día siguiente. Se trató de un homenaje, a puertas cerradas, a todos los trabajadores que restauraron el edificio durante los últimos tres años y medio.

El programa contó sólo con una obra, la "Sinfonía N° 9 en Re Menor op,125 Coral", que además de un agradecimiento a los restauradores fue la manera de probar la acústica de la sala, con orquesta, coro y solistas.

http://www.youtube.com/watch?v=_mAN6LmCzLo

 

 

Canceló Bartís

El director teatral Ricardo Bartís anunció la cancelación de su estreno en el Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC), coincidente con la reapertura del máximo coliseo. En el programa Que vuelvan las ideas, por Radio Cooperativa, el titular del Sportivo Teatral habló de “incumplimiento de acuerdos” por parte del gobierno porteño. “Te demanda como el Colón, pero tiene un sistema de producción que no es equiparable ni con el peor teatrito del mundo”, señaló. Según Bartís, “el sistema de producción no existía, es una entelequia, se decía que iban a estar los objetos, que iba a estar el vestuario, que iba a estar la sala para ensayar, que iba a estar la plata para comprar elementos y para los viáticos. Nada de eso ocurrió”. El teatrista expresó que “nosotros teníamos que estrenar en el CETC, en una coproducción entre el CETC y el Sportivo Teatral. Comenzamos a ensayar en febrero con un ritmo muy esforzado para hacerlo de manera no rentada. Era motivo de orgullo para no-sotros poder mostrar nuestro trabajo en el Colón”. Sin embargo, “las autoridades del Colón, pese a que esto estaba programado, no cumplieron los mínimos acuerdos que demandábamos. Teníamos que soportar tanto maltrato que mostrar nuestro trabajo en el Colón dejó de ser motivo de orgullo y comenzó a debilitarnos. Entonces nos fuimos, sin mucha alharaca”.
Página/12 :: espectaculos

 

Temporada 2010: abonos y entradas sueltas

Publicado por habitués en Abril 24, 2010

La renovación, cambio y venta de abonos para la temporada 2010 terminó el 23 de abril.

Las entradas sobrantes de abono para las funciones individuales y las entradas para funciones extraordinarias se pondrán a la venta cinco días días antes de cada fecha.

La gala del 24 de mayo de 2010 no es abierta al público, es por estricta invitación del Gobierno de la Ciudad.

Los festejos por la reapertura del Colón se verán en todo el país

Publicado por habitués en Mayo 8, 2010

Clarín.com | Sábado 08, Mayo 2010
SERAN TELEVISADOS POR CANAL 13
Los festejos por la reapertura del Colón se verán en todo el país
El 24 de mayo habrá una función especial para invitados, con Macri y la Presidenta.
Por: Nora Sánchez
El 24 de mayo, en la víspera del día del bicentenario de la Revolución de Mayo, la Ciudad será el escenario de un acontecimiento esperado durante tres años: la reapertura del teatro Colón después de su largo proceso de restauración. El festejo, organizado por el Gobierno porteño, empezará con un gran acto en la avenida 9 de Julio, con la proyección en la fachada del teatro de una recopilación de los grandes momentos del Colón. Y culminará con una función especial para 2.400 invitados, incluyendo a la presidenta de la Nación, que disfrutarán de la ópera La Bohème y de un fragmento del Lago de los Cisnes. 

Una diva total

La diva de los teléfonos recorrió el edificio y se mostró orgullosa y feliz de recuperar una de las arquitecturas más maravillosas de Buenos Aires. Allí realizó una sesión de fotos exclusivas para la edición de mayo de su revista. Además, trascendió qué fue lo que hizo después de los Martín Fierro.

 

 

 

Comentarios

@QUIQUERAF

10/05/2010



no solo la acústica jodieron, el Intendente Macri parece "tocar de oido" en cuanto a estabilidad laboral y a convenios colectivos de trabajo, sino, aqui la resolución de un juez:

Una nueva medida cautelar dictada por el juez Guillermo Scheibler, cuyo efecto no podrá ser suspendido por más que el Gobierno porteño la apele, permite que los casi 140 trabajadores que fueron intimados a presentarse en el Registro de Agentes en Disponibilidad (RAD) puedan volver a sus puestos de trabajo originales y pedir asignación de tareas.

En el fallo publicado este 4 de mayo puede leerse la determinación del magistrado, quien ordena “la suspensión de los efectos de las resoluciones 7 y 1.224 de 2009 del EATC, y de toda otra norma o acto administrativo que se sustente en ellas”, así como también “la suspensión de la resolución 758/2010 mediante la cual se habría transferido del Instituto Superior de la Carrera a la Dirección de Planeamiento de Recursos Humanos, al Ente Autárquico del Teatro Colón y a otras reparticiones gubernamentales” a 138 personas.

 la medida cautelar que esperaban no quedó sólo en ese reclamo. Entre otras cosas, el magistrado porteño también ordena al EATC que “en el plazo de quince (15) días de notificado, presente al Tribunal el cronograma electoral para la elección del Director Trabajador”, un reclamo que los trabajadores de la Junta Interna de ATE habían presentado la última semana de abril ante la ex legisladora Inés Urdapilleta (actual miembro del directorio del Ente). Aquélla fue la primera reunión entre algún miembro del directorio del Ente y los representantes de la Junta Interna de ATE. Participaron, además, los legisladores Diego Kravetz y Silvina Pedreira, del Bloque Peronista, quienes ofrecieron el respaldo legislativo para “mantener el canal de diálogo abierto”.

 
@OJOSVERDES

10/05/2010



disculpame quique, pero este no es el tema planteado, lo de los despidos ya ocupo una cadena bastante larga y justa, pero temo que desvirtue el veradadero sentido de lo publicado por dona.

uno de los teatros mas famosos en el mundo por su acustica, ha desaparecido.

en su lugar agoniza un hermoso palacio refulgente, victima de la tristeza de haber perdido su orgullo artistico a manos de dirigentes mediocres que no supieron escuchar a los que saben.  
@OJOSVERDES

10/05/2010



mabe, usaste un termino que los define completamente.... tilingueria...

   
@OJOSVERDES

10/05/2010



cuando se produce cada tanto, la conspiracion de los mediocres, suceden estas barbaridades...

agradezco haber tenido la suerte de disfrutar la acustica que tuvo el teatro colon con mis hijos, lamento profundamente que mis nietos no puedan hacerlo  
@MARCELYAN

10/05/2010



El teatro Colón de Buenos Aires es uno de los más legendarios en su género. La drástica reforma que está sufriendo intenta conservar algo intangible: la mejor acústica del mundo.




En 30 años, cuatro directores generales del teatro Colón murieron de infarto. Otros dimitieron antes de llegar a ese punto y otros pocos fueron cesados. A nadie le resulta extraño, dada la historia de líos, caos, éxitos y fracasos que tiene el edificio más emblemático de Buenos Aires, un teatro enorme y formidable cuyo arquitecto principal, Víctor Meano, fue asesinado en 1904 por su valet de chambre. El Colón, un teatro del que los cantantes de ópera juran que tiene la mejor acústica del mundo, aunque nadie tiene la menor idea de por qué un espacio tan enorme reproduce tan bien el sonido de la voz humana, está en restauración desde 2001, fue cerrado en 2006 y se supone que será reabierto en 2010, dos años más tarde de lo previsto. A la vista del estado de las obras, es posible que, cuando se reabra, el teatro sólo esté restaurado en sus partes más visibles y que otras muchas obras, ocultas pero igualmente importantes, no estén siquiera empezadas.

Durante casi un siglo, hasta que cerró en 2006, el Colón ha sido uno de los teatros más admirados por los aficionados a la ópera del mundo. Se decía que los cantantes le temían (se oía perfectamente cualquier fallo), pero que también lo adoraban: los espectadores argentinos eran magníficos, capaces de aguantar cuatro horas de pie en la cazuela (quinto piso, reservado a mujeres con poco dinero, que hasta los años noventa se llevaban su propio "banquito de colón") o en el paraíso (todavía más arriba, para jóvenes y fogosos estudiantes).

En sus buenas épocas, la empresa porteña La Teatral contrataba compañías enteras, italianas y españolas, y a los mejores tenores y sopranos, desde Caruso a la Callas, que iban a Buenos Aires en barco y pasaban allí la aburrida temporada de verano europea, en la que todavía no existían los macromontajes al aire libre. Con los años, el encarecimiento de la ópera y las crisis latinoamericanas, el Colón fue deteriorándose y dejando de atraer a tantas estrellas, aunque siempre conservó su formidable empaque y su relación sentimental con los porteños. Tal vez por eso, las innumerables peripecias que rodean su restauración irritan tanto a los argentinos. Hasta Daniel Barenboim, que no suele lanzar discursos antes de tomar la batuta, aprovechó un concierto en 2008 para protestar airadamente por la interferencia de todo tipo de ambiciones personales en la reforma del teatro.

Buena parte del caos que ha rodeado, y rodea hoy día, al teatro Colón procede de la fragmentación de las obras, la lentitud en la toma de decisiones y la falta de presupuesto (la decisión de restaurarlo se tomó poco antes del estallido del corralito que dejó a Argentina sin dinero). El llamado Master Plan, ideado entonces, comprendía una serie de contratos separados, algunos de ellos importantes y otros de pequeña escala, que no fueron cumplidos, por lo que las obras se fueron paralizando, hasta que, en octubre de 2006, se decidió cerrar el teatro al público para acometer las obras más importantes: sala, foyer, Salón Dorado, fachada

La decisión levantó las protestas de los empleados y de los poderosos sindicatos que les representan. El Colón cuenta probablemente con la plantilla más grande de los teatros de ópera del mundo, 1.300 empleados, incluidos orquestas, coros, ballet, talleres de sastrería y escenografía, frente a los 910 de la Scala de Milán o los 915 del Covent Garden de Londres, con cuerpos estables parecidos. "El Colón es como una gran familia", aseguran los sindicatos. Tanto, que un responsable de obra se quedó estupefacto al ver cómo un grupo de hombres celebraba una gran comida en uno de los sótanos del teatro. "¿Quiénes son?", preguntó. "Los divorciados", cuenta que le respondieron prontamente. "Empleados de la compañía que se han divorciado y que se alojan temporalmente aquí. Como están solos, algún domingo celebran fiesta".

Desde que se cerró, los sucesivos directores han intentado mantener la actividad, ensayando y dando conciertos en salas alquiladas o produciendo algunas óperas en otros teatros de la provincia, que justificaran el continuado pago de la larga nómina. El recién nombrado Pedro Pablo García Caffi, por ejemplo, ha anunciado cuatro producciones de ópera para esta temporada, entre ellas, Orfeo y Eurídice y El rapto del Serrallo. El anterior, el dimitido Horacio Sanguinetti, que resistió de diciembre de 2007 a enero de 2009, había planteado siete.

Si hay que hacer caso al ministro de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires, el arquitecto Daniel Chaín, el cierre del teatro no ayudó a dar un empujón a las obras. Chaín, que forma parte del equipo del intendente Mauricio Macri, elegido en diciembre de 2007, acudió a la asamblea local para quejarse de lo que se había encontrado: "Está claro que el Master Plan fracasó. Dentro del teatro hay una especie de torre de Babel, en la que veinte empresas, con veinte obras empezadas, se chocan unas con otras".

Macri decidió contratar una "gerenciadora", una empresa externa que se hiciera cargo de la gestión del lío montado. El contrato fue adjudicado a la española Syasa, encargada de concretar los planes definitivos a poner en marcha. Es ella la que ha preparado las nuevas licitaciones. Hace unos días se hizo pública, por ejemplo, la de restauración del foyer principal y Salón Dorado del teatro, que todavía no han sido tocados. El foyer, la maravillosa y formidable entrada del edificio, con sus mármoles de Verona y una de las mayores superficies de estuco del mundo, tendrá que ser restaurado en 300 días, lo que lleva al límite la posibilidad de cumplir los plazos e inaugurar el teatro el 25 de mayo de 2010, aniversario del bicentenario de la independencia de Argentina.

No sería la primera vez que se renuncia a una fecha simbólica. Los actos conmemorativos del primer centenario del Colón, que debieron coincidir con su reapertura en 2008, se tuvieron que trasladar al Luna Park, un espacio que tanto vale para veladas de boxeo como para musicales y en el que la acústica es tal que hace falta el uso permanente de micrófonos. Daniel Barenboim, contratado para aquella ocasión, se puso tan furioso que pidió a los "responsables e irresponsables, que dejen de lado sus ambiciones, que son de muy poco valor comparados con lo que representa el teatro". El público, puesto en pie, le ovacionó largo rato.

Con nueva gerenciadora o sin ella, una visita rápida a las obras permite comprobar la cantidad de temas que siguen sin decidirse. Desde el color de la pintura de las paredes (han salido a la vista varias capas de colores distintos y hay que elegir entre las más antiguas o las más modernas) hasta el modelo de los nuevos aparatos sanitarios, o las teselas que cubrirán el suelo del foyer y que ya no se fabrican en ningún lugar del mundo. Tampoco se sabe qué pasará con el maravilloso telón bordado, de apertura italiana (con cables de acero que lo recogen elegantemente a los lados). En teoría, se había pensado restaurar esa maravilla y encargar uno nuevo, moderno, para las funciones normales, pero en la práctica, tras meses de discusión y debate, nadie ha firmado la orden y la restauración del antiguo no ha comenzado siquiera.

Sigue llamando también la atención que la carpintería de las ventanas del edificio sea responsabilidad de una empresa en el interior y de otra en el exterior. O que los 36 nuevos baños en la zona noble sean competencia de un constructor, pero la conducción de agua general esté en manos de otro y los desagües, de un tercero. Igual pasa con la instalación eléctrica, repartida ente tantas empresas que hasta ahora ha impedido calcular cuál será la carga eléctrica que va a soportar el edificio entero.

La hermosa y enorme sala del teatro ha experimentado ya una buena parte de las obras de saneamiento necesarias. Gracias a unos enormes andamios que ocupan prácticamente toda la sala, se han limpiado y retocado los estucos, eliminado los centenares de metros de cable que recorrían el suelo y que nadie sabía adónde iban, se han desatornillado las butacas en la platea, así como los asientos de cazuela, tertulia, galería y paraíso (en total hay plazas para 2.487 espectadores) para proceder a la restauración y el retapizado y han llegado las telas bordadas para las paredes de los palcos, encargadas en cuatro países diferentes. Las alfombras, afirman, están tejiéndose en China. Se ha mejorado la calefacción y el aire acondicionado, incluso se están rehabilitando las celosías que tapaban los llamados palcos de viudas, condenadas a principios del siglo XX a una invisibilidad digna de las actuales burkas. Se ha recuperado un ingenioso sistema original para nivelar el suelo de la platea (lo que a principios de siglo permitía quitar las sillas y celebrar bailes), y la araña, la magnífica y extraordinaria lámpara de siete metros de diámetro y 700 luces, ya ha sido retocada.

Todo eso es importante, pero lo que se ha convertido en una auténtica obsesión para todo el mundo es la conservación de la increíble acústica del teatro. Nadie sabe bien a qué se debe y es muy posible que fuera mejorando a lo largo de los primeros años, según se añadían elementos en la sala, sin que se supiera bien qué era lo que ayudaba a convertirla en única, el relleno de crin de animal de los reposabrazos, las telas, los tapizados, las luces o el telón. Los responsables de la empresa española San José, encargada de la restauración "del telón hacia delante, incluidos palcos y deambulatorios", explican con precisión, aseguran que han seguido un método exhaustivo. Se ha medido la acústica, y se han guardado los registros, cada vez que se movía un elemento: se quitaba una fila de butacas, se medía; se arrancaba la tela de los palcos, vuelta a medir. La idea es que, al reponer cada cosa en su sitio, se vuelva a medir y, paso a paso, se compruebe que los registros coinciden.

El escenario (del telón para atrás la responsable es otra empresa) es uno de los elementos más importantes en la renovación de cualquier teatro de ópera, dados los enormes avances tecnológicos que existen en la actualidad. El del Colón, por ahora, permanece tapado por una enorme tela negra, que dificulta saber su estado actual. Se sabe que está "un poco retrasado", pero no se han hecho públicas sus nuevas condiciones y capacidades técnicas. En su momento fue una de las grandes maravillas del Colón, por su tamaño, su enorme placa giratoria y sus novedosas técnicas escénicas.

Desde hace unas semanas, han empezado a salir del teatro grandes contenedores: se están vaciando los subsuelos, para proceder a la limpieza y arreglo de camerinos, salas de ensayo, talleres y otras instalaciones, que hasta ahora han permanecido intocados. Una rápida visita muestra el caos acumulado en cien años de progresivas adaptaciones: cables eléctricos sujetados de mala manera, cañerías imprevistas, desconchones, puertas desajustadas. Las cajas van vaciando el alma del Colón: su enorme y fantástico vestuario (hay trajes que llevaron Caruso o la Callas) o la biblioteca (de la que ya se sabe que fueron desapareciendo cartas de Verdi y Rossini, un bastón de Puccini, que tenía que estar y no está, partituras anotadas a mano por los mejores directores de orquesta que pasaron por el Colón). Se procura que ahora los inventarios sean exhaustivos, pero nadie en el teatro oculta su temor al traslado.

"El Colón es como una metáfora de Argentina", asegura la directora de cine María Victoria Menis. "Lo que fue, lo que no supimos conservar y lo que corremos el riesgo de destruir".

Publicado en el suplemento Cultura del Diario "El País" de España el 04/04/2009 por SOLEDAD GALLEGO DÍAZ

Marcelo "me voy a vivir a Colón o al Colón???" Marcelyan  
@JONES

11/05/2010



Aplausos, me encantó tu posteo.... una maravilla afinada...  
@OJOSVERDES

11/05/2010



MAFIER, LA EVALUACION DE SONIDO YA SE HIZO, EN RELACION AL SONIDO QUE SE LOGRABA ANTERIOR MENTE.

EL RESULTADO QUE SE LOGRA AHORA ES DIFERENTE, Y TIENE ALGUNOS ERRORES ACUSTICOS, SEGUN EL SITIO DONDE TE UBIQUES.

ESO ANTES NO OCURRIA...

   
@MARCELYAN

11/05/2010



Diferentes opiniones publicadas en http://coroestableteatrocolon.blogspot.com/

Opinión N°1: Pablo Kohan - Musicólogo www.pablokohan.com.ar 

Como en la Fórmula Uno, antes del comienzo de la carrera, en el Colón están calentando los motores. Ahora, previo a la reapertura, en el teatro decidieron que era oportuno y necesario cotejar las mediciones acústicas ya no con y sin butacas, ni con y sin cortinas, sino con público. Después de todo, más allá de los cuidados de la restauración y de los mil detalles que se han tenido en cuenta, el asunto central y capital es saber, concretamente, cómo correrá el sonido en esa sala cuya magia es célebre en todo el planeta.

Tal como fue consignado en nuestra edición de ayer, la prueba piloto se llevó adelante anteanoche, con un concierto tan privado como multitudinario que colmó la platea, las tres hileras de palcos, la cazuela y la tertulia. Si el objetivo para la correcta medición era un teatro lleno, pues la situación fue la óptima. El asunto es que la acústica no es una ciencia independiente de la calidad del objeto por cotejar y no pareció que la Orquesta y el Coro Estables del Colón, dirigidos por Carlos Vieu, hubieran tenido los suficientes ensayos como para que la Sinfonía Nº 9, de Beethoven, emergiera desde el escenario con su mejor confección. De todos modos, son muchas las conclusiones que se pueden extraer.

En primer lugar, después de un ingreso bastante caótico, comprensible y disculpable, la mera sensación de sentarse en una butaca del Colón predispuso, per se, a los músicos y al público para un acontecimiento diferente. El aplauso inicial, largo, intenso y emotivo, fue testimonio de esa necesidad de liberar esa ansiedad acumulada a lo largo de tantos años. Y apenas comenzó la música, el Colón se apareció en toda su belleza. El sonido fluye milagroso y no hay comparación posible con lo que sucede en cualquier otro escenario de la ciudad, incluidos los más dignos y que no son pocos. La acústica, ese bien tan preciado, no ha sufrido ninguna mella. Más allá de estruendos innecesarios, de embarullamientos instrumentales poco venturosos y de sonidos destemplados, la magia del Colón está invicta. El asunto se tornó un tanto preocupante en el último movimiento, cuando el coro, encerrado en una extraña caja acústica de cielo raso muy bajo, comenzó a sonar opaco y, hasta algún punto, lejano, incluso, con ciertas vociferaciones muy poco musicales que afloraron, tal vez, creyendo que esta obra de Beethoven puede ser más un grito de guerra que un canto a la hermandad.

Posiblemente, con una campana acústica más apropiada, la fluidez del sonido sea mejor y más conveniente. Pero los temores ante algún daño eventual deben ser aventados. El trabajo fue realizado metódicamente y a conciencia por profesionales argentinos de prestigio y reconocimiento mundial. Seguramente, el empaste y el aglomeramiento que se asomaron, especialmente, en el último movimiento, podrían haber sido evitados con más ensayos y, quizá, con una orquesta y un coro que no hubieran tenido que sufrir tanto tiempo de letargo, con escasas y ocasionales intervenciones, sobre todo a causa de la inoperancia que caracterizó a la gestión de Horacio Sanguinetti al frente del teatro.

A ciencia cierta, será posible justipreciar la calidad acústica del Colón con una mejor oferta musical. De todas maneras, aun dentro de la gran masa sonora que flotaba en el Colón, la voz de Paula Almerares, la soprano en esta oportunidad, emergió con una calidad y una claridad que no hacen sino confirmar los supuestos. Cuando terminó la sinfonía, la ovación brotó inmensa y espontánea. La emoción de haber vuelto al Colón y estar en un concierto en ese teatro, que es todo un símbolo, fue mucha y explotó incontenible. Cabe imaginar que, con las excelentes condiciones acústicas intactas, las aclamaciones serán mucho mayores y más sostenidas cuando el producto artístico confirme que, efectivamente, el Colón sigue siendo una joya y un milagro.

Opinión N°2: Jorge Rabufetti (Barítono del Coro Estable)

Miles de cosas mezcladas. Una emoción profunda por volver a casa, confusión por no saber -a veces- donde estás, ante tanto cambio. Desde el escenario, la Sala parece igual. Hasta el telón es el original. El sonido no se puede apreciar desde allí, y con campana acústica. A algunos nos pareció escuchar algún eco, pero es sólo la primera impresión. Hay gente que uno no conoce -la seguridad y la limpieza están tercerizadas- los camarines de solistas tienen monitor y los baños a nuevo, el piso de la entrada es de porcelanato, los ascensores son nuevos, el piso del escenario es de madera entarugada, impecable... Es muy poco lo que pudimos ver. Entramos y fuimos directos a una salita previa a la entrada del escenario del lado de Tucumán.
EL CORO SONÓ FANTÁSTICO!!!!!!!!!!!
Estamos chochos."(BARÍTONO- del Coro Estable) "
Miles de cosas mezcladas. Una emoción profunda por volver a casa, confusión por no saber -a veces- donde estás, ante tanto cambio. Desde el escenario, la Sala parece igual. Hasta el telón es el original. El sonido no se puede apreciar desde allí, y con campana acústica. A algunos nos pareció escuchar algún eco, pero es sólo la primera impresión. Hay gente que uno no conoce -la seguridad y la limpieza están tercerizadas- los camarines de solistas tienen monitor y los baños a nuevo, el piso de la entrada es de porcelanato, los ascensores son nuevos, el piso del escenario es de madera entarugada, impecable... Es muy poco lo que pudimos ver. Entramos y fuimos directos a una salita previa a la entrada del escenario del lado de Tucumán.
EL CORO SONÓ FANTÁSTICO!!!!!!!!!!!
Estamos chochos."


Opinión N°3: Maestro Carlos Vieu

Desde el principio tuvimos la sensación de la sala intacta, incluso sin algunos rebotes y reverberaciones que se sentían con la sala vacía desde la reforma de 1987 y que ahora han desaparecido, tal vez por la eliminación de los vidrios en los palcos de las viudas y en los palcos avant scène. Estamos verdaderamente contentos y aliviados. El sonido vuelve en forma compacta y corre maravillosamente. Habrá que ver cuáles son las mediciones hoy a la noche, con gente en la sala.

Se oyen todos los rangos dinámicos perfectamente, y en esta apreciación también cuenta el aporte de la orquesta, que no es la misma que la del cierre en 2006. Han cambiado concertinos y solistas, y se ha recuperado el sonido "gordo" que siempre caracterizó a la Estable.

Todo esto más allá de la emoción personal, porque en verdad el día del ensayo hemos llorado como chicos


Marcelo "todo depende del oído con que se oiga, a veces el de la derecha percibe distinto al de la izquierda" Marcelyan  
@QUIQUERAF

11/05/2010



realmente debe ser importantísimo, para las esquisiteses que van a escuchar en el Teatro Colón, su acústica. Elemental, seguro, para el penetrar de los sonidos en el íntegro sentir del público. Pero.... creo que muchísimo más importante de escuchar, son las razones, casi en susurro , de los que ya no pertenecen al staf técnico del Colón, luego de 25-30 años, las que deberían tener más ECO, que acústica.-

 

 

   
@OJOSVERDES

12/05/2010



quique, los que ya no pertenecen al staff, son mas importantes en el foro correspondiente, aqui el tema es la acustica, y por ende, es el tema mas importante.

los dos temas son importantes, cada uno en su lugar  
@QUIQUERAF

12/05/2010



está bien chicas. disculpen que  no haya respetado el tema de la acústica, que veo que para ustedes es extremadamente importantísimo, y haya desvirtuado (o intentado hacerlo) eso, que es el tema principal. Lo que ocurre, que ustedes, expertas en sonidos, música, teatro, y demás elementos del arte,  se sienten anonadadas y heridas ante la posibilidad de que el Colón haya perdido su excelente acústica. Mientras que yo, "experto" en cosas más triviales, como son las leyes laborales, la dignidad del hombre y su esfuerzo laboral, la estabilidad del  trabajador en su sitio, etc. no me percato de lo importante que es LA ACUSTICA. Disculpen y me retiro de este foro ya que de sonidos excelsos no se nada de nada. Es más, desafino hasta tocando el timbre. Un saludo y un nuevo pedido de disculpas. No ocurrirá más.

 

QUIQUE EN EL MES DEL BICENTENARIO

   
@QUIQUERAF

12/05/2010



en todo caso me haría EL CARDO OFENDIDO, y no la margarita.....al menos por ahora....uno nunca sabe.-

   
@QUIQUERAF

12/05/2010



Dona, jajajaja, ¿conocés las propiedades de la hoja de ombú? si querés googlealo o te lo cuento jajajajaj. Sería bueno, para algunos, que yo tenga esas propiedades del ombú

QUIQUE EN EL MES DEL BICENTENARIO.....cariños.-  
@OJOSVERDES

12/05/2010



querido quique, ninguno de los dos temas es trivial, solo que para un musico el tema de acustica del colon es importantisimo y para un no musico, no es tan importante, y no por eso hay que pensar que el que no es musico lo desprecia, simplemente, no lo conoce en profundidad.

besos a todos, majo  

ARG

ARG

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Me gusta viajar, cicloturismo, teatro, cine, comer, la vida al aire libre. Soy

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