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Publicado por
@ZARKOZY

09/06/2010#N32108

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LA PERICHONA
María Ana Perichón, conocida vulgarmente como “ la Perichona ”, fue una mujer de pésima reputación en el Buenos Aires virreinal.
Hija de Esteban Armando Périchon de Vandeuil (Caballero, empleado de la Compañía de Indias, natural de París) y de Juana Magdalena Abeille. Nacida aproximadamente en 1775, en la entonces Isla de Borbón (ahora La Reunión) una de las que conforman el archipiélago de las Islas Mascareñas.
Contrajo nupcias con el irlandés Thomas O'Gorman en Ville de Port-Louis, en la Isla Borbón (ahora La Reunión),
el 12 de febrero de 1792. Arribó al Río de la Plata junto a sus padres, hermanos y esposo en 1797, a bordo de la fragata francesa “María Eugenia”.
Falleció en Buenos Aires, el 1 de diciembre de 1847, a los 72 años.

Casada con Tomás O’Gorman, participaba junto a un reducido número de espías británicos (Guillermo White, James Burke, Saturnino Rodríguez Peña, Aniceto Padilla) en eternas conspiraciones contra el poder español.

Rodeaban al grupo, en un círculo más amplio, hombres como Santiago de Liniers, Bernardino Rivadavia, Juan Castelli y Juan Martín de Pueyrredón.

Pretendían liberarse de España con la ayuda inglesa. No eran representativos, ni socialmente fuertes. Apenas una minoría mal vista. En vísperas de las invasiones inglesas, mostraron su juego.

Usó en la oportunidad, como salvoconducto, a su amigo O’Gorman y a la “Perichona”, en inmejorables relaciones con el inglés William C. Beresford,
 Esa noche se realizó un banquete en honor del invasor al que asistieron Liniers, O’Gorman, la Perichona y el resto del círculo de amigos de Inglaterra.

Un dato para no olvidar es que mientras la Perichona confraternizaba con el invasor, Martina Céspedes, una criolla de agallas, junto con sus tres hijas procedía a detener soldados invasores (uno por uno, hasta llegar a doce). Vivía doña Martina en Humberto I frente a la Iglesia de San Telmo. Atendía un humilde negocio de venta de bebidas y alimentos. Hasta él llegaron los invasores aquella mañana del 5 de julio de 1807, ávidos de alcohol. Doña Martina, la criolla, los fue dejando pasar de a uno. De esta manera apresó a los doce. Tiempo después, el cabildo le concedió el cargo de Sargento Mayor con el derecho a usar uniforme.
Inmediatamente después de la Reconquista ,
Tambien hubo otra gran heroina entre muchas mujeres que lucharon en las invasiones llamada Manuela Pedraza quien peleo  junto a su marido cuerpo a cuerpo y hasta matando con su fusil a uno de los invasores siendo muerto su esposo durante los combates y ella ascendida a un grado militar
 
Tomás O’Gorman huyó de Buenos Aires, dejando a su mujer. En esa situación, de abandono, la “Perichona” halló compañía en Liniers y se convirtio en su ardiente consejera. En su casa se organizaban tertulias, se asignaban cargos públicos, prebendas, canonjías y se intercambiaba, naturalmente, información.

Fue ella la que convenció a su maduro galán del momento a firmar un nuevo acuerdo con Beresford, consistente en cambiar la rendición incondicional por otro más apropiado a la foja de servicios del arrojado General británico y, naturalmente beneficioso en caso de enfrentarse a un tribunal.

Por presión de Alzaga, quién afirmaba de la bella dama que “es el escándalo del pueblo” y que su casa se había convertido en “depósito de innumerables negociaciones fraudulentas; la que abrió huellas al extranjero para posesionarse de la ciudad e imponernos el dominio británico”, la Perichona fue expulsada de Buenos Aires y a poco de llegar a Río de Janeiro se hizo amante de Lord Strangford.consul ingles en aquel territorio

Era un volcán la Petaquita (como la llamaba, en la intimidad, Liniers, su viejo amor).


 

 

Comentarios

@AGUSTIN

09/06/2010



Lord Strangford no era un simple cónsul: mediaba entre las Provincias Unidas, la plaza realista de Montevideo, la corona de Portugal y la de Inglaterra. Muchos historiadores le asignan una posición muy influyente sobre los mandamases de estas tierras, hasta tal punto que el Cabildo de esta ciudad de Santa maría de los Buenos Aires le confirió el nombramiento de Ciudadano al que no aceptó por perjudicar su condición de mediador.

O sea... la petisa no se andaba con chiquitas -o chiquitos-

Agustín:)   
@KUKITYTA

09/06/2010



"Un dato para no olvidar es que mientras la Perichona confraternizaba con el invasor, Martina Céspedes, una criolla de agallas, junto con sus tres hijas procedía a detener soldados invasores (uno por uno, hasta llegar a doce). Vivía doña Martina en Humberto I frente a la Iglesia de San Telmo. Atendía un humilde negocio de venta de bebidas y alimentos. Hasta él llegaron los invasores aquella mañana del 5 de julio de 1807, ávidos de alcohol. Doña Martina, la criolla, los fue dejando pasar de a uno. De esta manera apresó a los doce. Tiempo después, el cabildo le concedió el cargo de Sargento Mayor con el derecho a usar uniforme."


Cuando hicimos la visita teatralizada en San Telmo con "La Jones" nos contaron esa historia justo en frente a la casa. Hay que ver las vueltas que tiene la página para "encotnrarse" desde distintos lugares

   
@AGUSTIN

09/06/2010



La historia registra que doña Martina capturó doce soldados pero entregó solo once. ¿El restante? Ese tuvo un castigo más duro: se convirtió en yerno.

Agustín:)