DATOS HISTORICOS SOBRE EL BESO

·         Roxana Kreimer

Durante siglos el beso representó la alquimia del amor. Despertó a la Bella Durmiente y convirtió a las ranas en príncipes. En una balada escocesa, una madrasta malvada transforma a la hija de un conde en una serpiente, pero el héroe la besa tres veces y ella recupera su forma humana.

El roce de labios figura la unión de las almas.

El “Cantar de los Cantares” ya nos da alguna noticia sobre el beso apasionado: "Miel vírgen destilan tus labios, esposa; miel y leche hay bajo tu lengua".
Los romanos clasificaron tres clases de besos: el de amistad (oscula), el de amor (basia, censurado en público) y el de pasión (suavia).

Los rabinos, además del beso "de respeto", identificaron al beso de bienvenida y al de despedida.

Los asiáticos prefirieron las reverencias y los roces de nariz, que también cumplían la imaginaria función de aunar los alientos. En 1897 el antropólogo Paul d´Enjoy advirtió que los chinos veían con horror el beso en la boca a la manera occidental.

En la poesía renacentista los jóvenes se besan hasta desfallecer. Jean Second murió a los veinticinco años y en 1539 publicó “Besos”, una celebración del contacto entre las bocas y del escalofrío de placer que provocan. En 1554 Jacques Tahureau también publicó un poema titulado “Besos”:

¡Bésame, bésame! Deja,
¡déjate, niña querida!
Venga Dios para ayudarme:
Cierra ese ojo, remiladas,
No, que quiero tu mirada.
¡Ay, que me matas mi vida!

Tahureau dedica sus poemas a su esposa, a quien conoció en un carnaval de Tours cuando era adolescente. No le canta solo al beso en la boca sino también a los besos en diferentes partes del cuerpo. El sabor de su mujer vestida, advierte, es diferente al sabor que tienen sus besos cuando está desnuda.

En el siglo XVI Brantome cuenta que las mujeres adúlteras eran muy escrupulosas, "como una que no quería permitir por nada del mundo que su amante le besara la boca, alegando como razón que su boca había hecho el juramento de fe y de fidelidad al marido....pero como, en cambio, la boca de la entrepierna no había hablado ni prometido nada, podía obrar a gusto". También señala que muchas se mantenían fieles a sus maridos, y para garantizarles la paternidad sólo tenían contacto con sus amantes cuando estaban embarazadas.
Bonaventure des Périers, un narrador francés del siglo XVI, cuenta que mientras bailaba con una viuda quiso besarla usando”la moda de Italia”, y le metió la lengua en la boca. La viuda, creyéndose deshonrada porque se le había dicho que solo una prostituta era besada así, inició un proceso judicial a su bailarín. El día del juicio el procesado exclamó: "¿Por qué abrió el pico esta loca?". Toda la concurrencia rió y el juez impuso a la demandante "la obligación de cerrar el pico la próxima vez que se dejara besar".

En el siglo XVII el beso "a la florentina", en el que las lenguas se entrelazaban dentro de la boca, ya era bien conocido en Francia.
En “La muerte de Sigmundo”, D. H. Lawrence escribe: "Ella pertenecía a esa raza de mujeres soñadoras en las cuales la pasión se agota en la boca. Su deseo se consumaba en un beso".

Byron calificó al beso de amor como "terremoto del corazón", ya que era capaz de lograr que los labios fueran más elocuentes que cualquier palabra.
Para muchos el beso es una promesa, el ritual que marca el inicio de la intimidad de una relación, la puerta de acceso hacia la comunidad de las almas.
Occidente ha hecho un verdadero culto de los besos. En las películas de mediados del siglo XX, el beso sustituía a la relación sexual. Ciertos freudianos llegaron a teorizar ridículamente sobre el "infantilismo del beso", entendiendo que el contacto genital es el único verdaderamente adulto y admisible.

"Bésame mucho, como si fuera la última vez" dice el bolero que Consuelo Velázquez compuso cuando tenía quince años. Besos fogosos, besos que no dejan respirar, besos tiernos, dramáticos: los besos han sido la gran pasión amorosa de Occidente, el rito iniciático más buscado para pronunciar dos palabras renovadas a cada instante por los siglos de los siglos: "Sí, quiero".

Comentarios

@SUSANAGRACIELAG

02/05/2011

Muy bueno el informe Vini!!!

Aunque a veces, el beso convirtió algún Príncipe en Rana !!!!  

@SUSANAGRACIELAG

02/05/2011

Estimado Vini, mejor no imagino ningún batracio  

Evitaré besarlo, en su caso, podría convertirse en víbora!!!

Un abrazo nomás... por las dudas ¿vió?  

@MARIA_ROSAX

04/05/2011

El beso te pone musica? Y si .. a  veces... Pero el beso es de más (coincido) Y tambien hay BEEESSSSOOSSS y besos...

Vivan los besos!!! O como decia un grande argentino "Hay que besarse más"  

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